Karma
Ver a Taehyung subir al auto de Yoongi fue mas difícil de lo que Jungkook esperaba, tal vez por la plática que había escuchado, tal vez por el hecho de que alguien estaba ocupando el lugar que él siempre reclamó como suyo. Jungkook no sabía qué esperar de esa cita, pero una parte le decía que luchara, que Taehyung merecía todos sus esfuerzos, aunque ciertamente ya no sabía qué esperar.
Cuando Jungkook se ofreció a acompañarlos a su casa, lo hizo con toda la intención de proponerle cuidar de Woozi para que él pudiera salir tranquilo. Para su suerte, un Taehyung muy extrañado por el ofrecimiento, aceptó a pesar de la condición de que Jungkook fuera a recogerlo para llevarlo a casa.
Ahora tenía que averiguar cómo dejar de lado su personalidad invasora y tratar de reconquistar a su esposo de la mejor forma.
• • •
Taehyung estaba nervioso. Hace años que no tiene una cita. La última vez fue con su esposo, en su aniversario. Si no está mal, esa fue la fecha en la que Woozi decidió entrar a sus vidas.
Yoongi era muy atento, realmente sentía que podía salir adelante con él después de unas cuantas citas más.
Ambos estaban en la cafetería después de su cita, Taehyung estaba recogiendo unos insumos para hornear temprano para tener todo listo antes de entrar a su turno por la tarde. Hacía como media hora que había llamado a su ex esposo (porque eso eran, ¿verdad?) para que lo recogiera, por lo que no tardaría mucho.
—Realmente estás muy hermoso hoy, Tae. Siempre lo estás, pero el hecho de que te hayas arreglado así por mí lo hace mil veces mejor.
—Gracias Yoon, tú también te ves especialmente guapo hoy— Ligeramente ruborizado por el halago anterior, Taehyung no sabía si el coqueteo le salía de la nada o si los tragos que ambos habían tomado antes les estaban siendo de ayuda.
—No sabes lo mucho que me halaga el que hayas aceptado tener una cita conmigo.
—No más de lo que a mí me ha halagado el que me lo hayas pedido, eso seguro.
Yoongi sonrió y envolvió la mejilla del menor con la palma de su mano. Taehyung se acurrucó en su agarre y simplemente cedió acercándose y terminando la distancia con el mayor. Se besaron lentamente, dedicándose a saborearse mutuamente, hasta que su beso fue transformándose en algo más.
No supo cómo ni en qué momento sucedió todo tan rápido, solo tomó conciencia al sentir frío en sus piernas desnudas, cuando Yoongi lo subió a la barra de la cafetería. Taehyung se aferró más a él, besando todo cuanto podía; tocando todo cuanto alcanzaban sus manos. Se sentía aturdido por el alcohol que corría por sus venas, más eso no privándole de la conciencia, sabiendo plenamente que esto era lo que quería, que merecía volver a sentirse bien luego de tantos años.
Jadeó cuando sintió a su compañero abrirse paso dentro suyo luego de prepararlo por lo que a él le parecieron eternos minutos. Arañó la espalda contraria, la cual aún se encontraba vestida, pidiendo en silencio más de aquello que le estaban dando. Yoongi entendió su petición y apresuró sus embestidas, haciendo de ese acto algo más tosco de lo que a ambos les hubiera gustado para un primer encuentro.
La puerta de la cafetería sonó, pero nadie hizo caso, estando ocupados tratando de disfrutar las tantas sensaciones que los estaban haciendo llorar de placer. No fue hasta que esta se cerró y algo cayó al suelo que ambos recobraron conciencia de donde se encontraban y dirigieron ambas miradas hacia el sujeto que permanecía estático en la entrada del local.
Jungkook no sabia qué hacer. Ver a quien él aún consideraba como su esposo, entregándose en cuerpo a alguien más, el cuerpo que tanto tiempo fue suyo y que no supo apreciar...
Algo le quemaba el pecho, algo le estaba haciendo arder los ojos. Tal vez era el hecho de que ese hombre ya no era suyo y acababa de entenderlo de la peor forma posible. No tenía ningún derecho de reclamar. Taehyung había vivido una situación similar con él, pero a su diferencia, ellos estaban casados; Taehyung estaba esperando a su hijo. Ellos ya no estaban más juntos, por mucho que a Jungkook le doliera ese hecho. Taehyung podía hacer con su vida lo que quisiera y podía entregarse a alguien más porque era libre de hacerlo.
—Lo siento... no puedo Tae, perdón. Buenas noches.
Taehyung solo atinó a ver a su ex esposo correr de nuevo hacia su auto, yéndose poco después. No podía moverse, no podía controlar su cuerpo más allá de las lágrimas que tenían empapada su cara. Se soltó de su amante, quien le dió espacio para que acomodara su ropa, haciéndolo él también. Las lágrimas no paraban de salir, sentía que su pecho le ardía, pero él no estaba haciendo nada malo. Simplemente estaba disfrutando su vida, dándose un respiro de sus responsabilidades por un día. Dios, qué dolor de cabeza.
—¿Quieres que te lleve, Tae?
El mencionado asintió, aún un poco perdido en sus pensamientos.
Ambos subieron al coche del mayor, sabiendo que había algo de lo que tenían que hablar, sabiendo también que ese momento no era ahora.
—Lo siento mucho, Yoon. No quería arruinar esto así. No te lo mereces.
—Voy a detenerte aquí. Tú no arruinaste nada, nadie lo hizo, ni siquiera Jungkook. Tú lo llamaste para que fuera por ti, no sabíamos que esto iba a pasar. De verdad me encantó mucho, espero que no retrocedamos por esto. Pero también entiendo que no es fácil para él tener que encontrarse con esta situación. Habla lo que necesites hablar con él y cuando te sientas tranquilo, llámame. Yo entiendo que debo darte tu espacio para que termines de asimilar todo. Por mí no te preocupes, para mí lo primordial son tu hijo y tú. Y si ambos están bien y luego hay espacio para lo demás, adelante.
Taehyung cerró los ojos llenos en lágrimas de nuevo, al sentir un corto beso en su frente. Sus sentimientos estaban revueltos, al igual que su estómago.
Cuando llegaron a la casa del menor, este solo abrazó a Yoongi durante un largo tiempo. Prometiéndole que hablarían en cuanto las cosas estuvieran un poco menos enredadas y agradeciéndole por su cita y, por qué no, por el polvo tan necesario que ambos habían tenido.
Bajó del auto un poco menos mareado y entró a su casa, suspirando pesadamente al cruzar la puerta y cerrar. Sacó sus zapatos y se cambió por un pijamada cómodo.
Su pecho se estrujó al pensar en que Jungkook probablemente había dejado solo a su bebé por el enojo, así que se encaminó a la habitación de su hijo, quedándose quieto cuando se encontró a su bebé aferrado a su padre. Jungkook parecía estar dormido no hace mucho, sus ojos hinchados y su piel húmeda le dijeron a Taehyung que había conducido de vuelta a casa después de su paso por la cafetería. Su corazón se hizo pequeñito al pensar en sí mismo hace algunos años, el dolor de haber descubierto a Jungkook con Jieun estaba latente todavía, más estaba claro que Jungkook estaba pagando de la misma forma por todo lo que lo hizo sufrir.
Taehyung no se sentía orgulloso de ello.
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No quiero el divorcio | Kookv
FanfictionCercanos a su tercer aniversario, Jeon Taehyung y Jeon JungKook no pueden ser mas felices. Quien diria que las cosas cambian tan rápido. -Historia corta -Kookv -M-preg