Tutor {1} ~ (Cuti x Licha)

７

"Porque por muy fuerte que queramos ser,
Todos tenemos paredes hechas para derrumbarse."

—¿O sea que te pidió ir a darle una clase hoy? —preguntó Nahuel.

Estaban cada uno en su casa, pero conectados por videollamada, ya había pasado una hora desde que se habían contactado. 

Lisandro decidió contale a sus amigos de la salida del viernes y lo había pasado con Cristian.

—Nahuel, callate, vamos a lo importante... ¿Te compró McDonalds? —Dijo Julián, acercándose a la cámara demasiado, sus ojos parecían gigantes.

—Sí, a los dos. —Respondió Lisandro, guardando libros y cuadernos en su mochila. 

No sabía a qué hora tenía que ir a lo de Cristian, pero suponía que después del almuerzo, muy probablemente. Primero tendría que esperar por el mensaje.

—No da más de buena persona. —Suspiró Julián, casi soñando. Lisandro rodó los ojos.

—Hoy lo volvés a ver, ¿estás seguro? —preguntó Nahuel confundido e inseguro de la situación.

—Sí. Me pidió que le ayude que mañana tiene una prueba. —Se encogió de hombros, sin darle mucha importancia. Cristian le iba a pagar, y él iba a estar feliz.

No era que lo hiciera solo por la plata, pero en ese momento la necesitaba. Todavía su madre no había dado señales de vida desde Inglaterra, así que no sabía nada de ella o de si iba a volver pronto.

Necesitaba plata para comprar sus cosas, y sabía que era un recurso que su padre no iba a aportar.

—Licha. —hablóJulián misteriosamente. —¿Qué onda con Enzo?

El teñido miró a la cámara divertido, arqueando su ceja. Sabía que Julián le había atraído el mayor, pero no entendía hasta qué punto... Bastante, si tiene que adivinar.

—Está bien... Recuperándose.

Nahuel arrugó la nariz, mirando confundido. —¿Cómo?

—El otro día estábamos jugando y lo saqué volando de una patada. —Sonrió, su tono algo animado. Esa entrada que le había hecho fue muy satisfactoria, por alguna razón, lo había disfrutado.

Esa razón también podría ser que era un psicópata, pero prefería no usar ese término para describirse a sí mismo.

Julian miraba a la cámara con la boca abierta y los ojos desenfocados, como si estuviera pensando muchas cosas en ese mismo momento.

—Bueee, ya era profesional. —Comentó Nahuel, riéndose. —Toda esa energía que nunca liberas la sacaste en ese momento.

—Totalmente. —respondió Lisandro, asintiendo con la cabeza y soltando una risa corta.

Se alejó de la cámara, buscando su computadora que estaba cargando en el escritorio. La metió dentro de la mochila y indagó por los últimos útiles que necesitaba.

Escucho a Julián hablar en casi un grito. —¿CASI MATAS EN ENZO?

El teñido se acercó a su celular para bajarle el volumen, sabía que su padre era muy sensible con todos los sonidos altos, y esto podría llegar a causar un problema. Últimamente, se irritaba por todo.

—No fue queriendo, solo estaba jugando.

—Como perro con rabia. —Se tento de risa el cordobés moreno.

Lisandro chasqueó la lengua. —Bueno, ¿alguien más quiere contar algo? Me estoy aburriendo solo contando mí vida. —Dijo en busca de diferentes pero nuevas conversaciones, últimamente, desde Cristian, solo parecían hablar de él o Lisandro.