sixteen

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Después de regresar al pueblo, le indiqué el camino a Kun hacia un bar cerca de una de las plazas de la ciudad. Se notaba en su cara que nunca fue a un bar a divertirse.

– Es aquí – dije rápidamente y una vez que detuvo el caballo, me bajé rápidamente.

Esperé a que él haga lo mismo e ingresamos al lugar, saludé a todos quienes estaban ahí, algunos bailaban y otros cantaban. El ambiente abundaba la alegría y la diversión.

Nos sentamos en la barra y pedimos dos vasos de cerveza, nos sirvieron con rapidez y miré el panorama del bar.

– ¿Vienes seguido? – preguntó el contrario.

– No, solo cuando es necesario despejarse, hay muchas cosas que aguanto pero cuando llego al límite vengo – suspiré y tomé un trago de la bebida – Después de fin de año me iré a Francia a estudiar modelaje –

– ¿En serio? ¿me permites ir a visitarte? – lo miré con una pequeña sonrisa.

– Claro Kun – respondí con alegría.

– ¡Oigan ustedes dos! – miré a una de las chicas que estaba bailando al lado de los músicos, nos estaba señalando – Empiecen a bailar o los mojaremos en cerveza –

Estaba claro que estaba ebria, pero la gente de aquí sabe usar la ebriedad como método de animación a la fiesta y no de acoso. Iba a decir que en un rato iniciaríamos a bailar, pero la misma chica me agarró y la música animada sonó nuevamente. Hizo que dé algunos giros y yo solo soltaba risas de diversión.

Logré soltarme para darle un trago a mi cerveza que había dejado en la barra, miré a Kun un poco vergonzoso de sumarse a la fiesta, por lo que agarré sus manos y lo jalé hacia el centro de la pista.

Todos empezaron a gritar, bailar y a sumar sus voces haciendo sonidos cortos de reanimación como "eh, eh, eh". El chico inmediatamente pasó una de sus manos a mí cintura sin soltar la otra mano, yo reposé la que me quedó libre en su hombro y empezamos a dar pasos de un lado hacia el otro.

– Tienes ritmo – confesé divertidamente.

– Debo de tenerlo – respondió entre risas, dimos una vuelta en el lugar y repetimos el mismo ciclo de pasos.

Después de un rato, nos detuvimos para descansar, bebimos de un solo trago la bebida que nos sobraba y nos quedamos mirando con sonrisas totalmente imborrables.

– Ya pude sacarme el mal gusto del comportamiento del rey Kang – dije intentando regular mi respiración.

– Se nota que sí – rió y miró al chico de la barra – Dos cervezas más por favor – pidió con amabilidad.

Inmediatamente nos llenaron los vasos y bebimos con rapidez para así volver a bailar con los demás. Agarré sus manos y empezamos a dar suaves vueltas en el lugar. Luego nos mareamos y nos detuvimos.

Nuestras miradas quedaron posadas en los ojos del otro, yo me sentía conmovida ante su tierna mirada, hice un pequeño paso de acercamiento sin que se notara para después sentir como él acortó la distancia empujándome sin querer. Cuando volví a la realidad, visualicé a un chico que había tirado su cerveza en la espalda de Kun.

– Está frío – dijo el contrario y se alejó un poco, reí suavemente ante el repentino momento y me puse detrás de él empezando a mover su camisa para que se secara un poco.

– ¿Quieres mi abrigo? – pregunté mientras veía como esa prenda blanca se tornaba color marrón.

– No no, no es necesario – respondió inmediatamente, pero sin darle vueltas, se lo dí, se giró a verme con rapidez después de haberle colocado el abrigo y sonreí divertida – No discutiré algo que no ganaré – ambos reímos levemente – Gracias – besó mi frente y me sacó a bailar nuevamente.

Horas más tarde salimos del bar volviendo al castillo, ya que estaba amaneciendo, ambos no parábamos de reír a carcajadas por toda la diversión que vivimos en ese lugar.

Al llegar, Taehyun estaba parado en la puerta de brazos cruzados con el ceño fruncido, solté un leve suspiro y Kun acarició mi espalda logrando bajar mis nervios.

– ¿Qué son estas horas de llegar, príncipe Zhou? –

– Mil disculpas, su alteza – hizo una leve reverencia y se despidió de mí con una tierna sonrisa, le devolví el gesto y miré al mayor con seriedad.

Una vez que Kun entró al castillo y lo perdí de vista, comencé a irme, pero con un sonido hizo que Taehyun lograra detenerme, detuve el paso y dirigí mi mirada hacia él, este se acercó y puse una mano en frente para que no se acercara demasiado.

– Me molesta que estés cerca del príncipe Zhou – empezó y me aguanté la risa ante su ridiculez.

– No sabía que a una plebeya como yo le molestase, su alteza – respondí seriamente.

– Sabes que para mí no eres eso, Yiyi –

– No vuelvas a decirme así, ya me aclaraste que soy una molestia, un estorbo en el castillo –

– Es que estás desviando los valores del príncipe, no puedo permitirlo –

– ¿Que no comparta con la gente de un país extranjero es desviar sus valores? – pregunté sorprendida – No soy ninguna mala influencia, su alteza, todo es con el consentimiento del príncipe Kun, él me dijo que tiene permitido o no hacer cuando viaja a países fuera del suyo –

– No lo hagas más difícil Yiyi –

– ¿Hay algo que no está saliendo como tú quieres por hacer mi vida compartiendo con un príncipe? – dije enojada – Justifica tus palabras y acciones Taehyun, desde que llegó la familia Zhou actúas como un rey diferente al que te convertiste –

– Yiyi, solo quédate en silencio – pidió frustrado.

– No, no voy a obedecer tus órdenes sin justificar, me tratas como si fuera nadie, una cualquiera desde que te acercaste a la princesa –

– Es un caso diferente –

– ¿Diferente? ¿estar con una persona que te aprecia como eres es diferente a tu caso? no te entiendo Taehyun, me confundes –

– Es mejor que seamos desconocidos – sentí como el aire casi se me estancó, sorprendida de su comentario quedé callada – No vuelvas al castillo, no tienes derecho a acercarte a la realeza Zhou, vuelve a tu casa y olvida nuestra amistad pasajera – aunque me dolía lo que estaba diciendo, no iba a dejar bajar la defensiva.

– Wow Taehyun, ¿te gusta el poder que posees? ¿te gusta controlar a los demás? ¿te gusta tener todo bajo tus manos sabiendo que nadie puede enfrentarte? – al no recibir respuesta de su parte, solté una pequeña risa de decepción – Me decepcionaste Taehyun, uh, lo siento, su alteza – solté un suspiro.

– No tengo por qué sentir ni recibir tu angustia, señorita Kwang – me miró con sus ojos esta vez apagados – Tiene razón – susurró, sin entender a quién se refiere – Solo eres una plebeya que busca acercarse al poder de la nobleza para sentirse poderosa, fingiendo interés y amor hacia mí, solo juegas para darte beneficios y así poder irte a París con dinero de sobra, solo eres una caza fortunas –

Quedó un silencio tenso, no podía creer que él piense eso de mí, sé que alguien terciario le habrá llenado la cabeza de eso, pero no voy a pelear por algo que no vale la pena, ya me demostró que se deja llenar la cabeza por los pensamientos de los demás. Sé que este Taehyun no es el Taehyun que conocí antes de que se vuelva rey, pero él ya es lo suficientemente adulto para darse cuenta de las cosas por sí solo.

– Raro que pienses eso de mí, no vuelvas a decirme qué hacer y no me acercaré ni a la vereda de tu castillo, buscaré mi caballo y me iré a mi hogar – hice una leve reverencia y comencé a caminar hacia el establo, pero sentí como él agarró mi muñeca y me solté enseguida, lo miré enojada rápidamente – Vuelves a tocarme, y te daré una bofetada, no quiero ensuciarte las manos –

Salí corriendo al establo y una vez que llegué ahí, saqué a White del lugar, me subí y comencé a irme de ese castillo, con dirección a mi hogar.

No puedo creer en la persona en la que se convirtió.

is it love? ლ taehyun ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora