Pasaron algunos días y todos nos encontrábamos mejor, aunque nos parecía raro y nostálgico ver la tienda del señor Park cerrada. Todas las mañanas pasaba por ahí con mi padre después del desayuno cuando salíamos a comprar para cocinar el almuerzo.
En estos días no ví a Taehyun, me daba un poco de vergüenza verlo, aparte, me enteré que su mayordomo lo castigó por su descuido de imagen como el rey de la ciudad, me dió gracia y pena a la vez, pero creo que es lo correcto para una buena disciplina para alguien de la realeza.
Mientras estaba cocinando estofado de verduras con carne de cerdo, la puerta fue tocada, sabía quién era y no tenía el valor de abrirle, mi papá lo notó y fue a hacerlo.
- ¿Cómo están las cosas en el castillo? - preguntó.
- Un poco alborotado, algunos sirvientes discutieron con otros y no tienen ganas de trabajar en la tarea que se les asignó, pero se pudo solucionar, les dí el día libre -
- Que considerado - respondió mi padre con un tono de orgullo y sorpresa a la vez.
- Hola Yiyi - dijo Tae, haciendo que mis pelos se ericen.
- Ho-hola Tae, ¿cómo has estado? - respondí sin darme vuelta con un tono nervioso - Ya está lista la comida, pongan la mesa por favor -
- Ya lo hago yo - se adelantó mi padre.
- ¿Puedo probar? - el contrario se acercó y pude sentir como mi cuerpo apenas podía sentirse parado con todos los nervios que tenía en ese momento, asentí temblorosamente y el cucharón cargué un poco de caldo y le acerqué a su boca, sin mirarlo.
- Mmmh, está ríquisimo, tienes buenas manos culinarias - esas palabras me hizo sonrojar de inmediato - ¿Estás bien? -
- Obvio - respondí nerviosamente y agarré inmediatamente un plato para comenzar a servir.
Una vez sentados, me dí cuenta que había un silencio bastante incómodo, me temblaba la mano con solo tener la idea de que tenía que sacar algún tema de conversación.
- Yiyi - miré inmediatamente a Tae con cierto asombro, no me esperaba que él rompa el silencio - ¿Quieres salir a tomar aire después? - con cierta sorpresa asentí levemente con la cabeza.
De seguro notó que me pasa algo.
. . .
Estábamos caminando por el borde del río en silencio, viendo como ya no había nieve y el agua ya no estaba solidificada me hizo sentir que me perdí de muchas cosas durante mi ausencia en esta hermosa y pacífica ciudad.
- Sé lo que hice, Yiyi - empezó el contrario, deteniendo el caminar de ambos, él miraba hacia el suelo, se lo notaba avergonzado - Nuevamente perdón, no quería que te enteres de esa manera sobre mis sentimientos, fue desubicado de mi parte haberte puesto en esa situación incómoda, lo que dije anoche era cierto, nada fue falso - lo miré con ternura y agarré sus manos.
- ¿Crees que aceptaría salir a pasear contigo si eso me hubiera molestado en serio? - dije burlonamente, logrando una mirada de sorpresa de su parte - Es verdad que me ha sorprendido esa actitud tuya, pero no me disgustó, me pareció tierno, sé que no hubo malas intenciones en tus actos ni palabras, por eso no es necesario que me digas perdón, está todo bien entre nosotros -
- ¿Y por qué no hablabas conmigo en tu casa? - preguntó con ojos tímidos.
- No sabía si te acordabas o solo ignorabas el hecho - reí levemente - Aparte, tenía miedo de tocar el tema en frente de mi padre, no sabría como reaccionaría -