— Al Día Siguiente —
Taehyun volvía de hacer unos mandados que le pidió el señor Park, llevaba dos vasos de café en sus manos, estas estaban aliviadas por el calor que emitía el objeto. Hoy era un día muy frío en la capital.
Al llegar a la tienda, dejó los vasos sobre la mesada y el mayor le agradeció, quedaron charlando un rato hasta que el cliente de ayer volvió, pero esta vez con su hija.
– Oh, señor Kwang, que gusto verlo – dijo el señor Park acercándose a saludar con un apretón de manos al cliente.
– El gusto es mío Park, veo que tienes un empleado, me atendió muy amablemente ayer – comentó.
– Oh, si, se llama Kang Taehyun – aclaró.
– ¿Kang Taehyun? Es similar a mi apellido, ¿no crees? – rió suavemente y el mencionado se puso un poco tímido.
– Un gusto verlo nuevamente por la tienda, señor – hizo una reverencia.
– No seas tan formal por favor, te presento a mi hija, Kwang ________ –
Taehyun movió su vista a la chica que estaba cruzada de brazos detrás del señor, y se sorprendió al ver a la chica grosera del tren.
– No puede ser – exclamó en un susurro la menor.
– ¿Se conocen? – preguntó el señor Park.
– De vista, nos cruzamos en el mismo tren que venía hacía aquí – respondió educadamente el chico.
Un silencio se apoderó de la tienda, era un poco tenso pero el humor de los mayores hacía como si nada malo estuviera pasando.
– El siguiente fin de semana se hará el desfile previo a navidad, vengo a buscar el vestido que ví ayer con el joven Kang para que mi querida hija se pruebe –
– Será el último desfile que participaré, ya que empezaré mis estudios en París –
– Tienes un buen futuro por delante jovencita, no la desaproveches – animó el dueño de la tienda.
– Iré a buscar el vestido – dijo Taehyun y fue a buscarlo, una vez encontrado se lo llevó a ________ con una sonrisa de amabilidad, fingida, obviamente.
Mientras ella se vestía, el señor Kwang no paraba de observar detenidamente a Taehyun, estaba sorprendido por la similitud que tiene con un amigo. Y se le ocurrió una idea.
– ¿Por qué no participas del desfile? – preguntó con una sonrisa.
– ¿Yo? – dijo el menor sorprendido – No soy lo que buscan, en serio –
– No es cuestión de buscar algo en sí, todos tienen un aspecto en particular que los hace únicos –
– ¿Cree que tengo algo único? – preguntó confundido.
– Por supuesto, pero solo se sabrá si desfila, yo pagaré tu inscripción –
– No es necesario de verdad – insistió Taehyun un poco nervioso.
– Prometo que será una sola vez, solo tienes que caminar en una pasarela, el señor Park puede enseñarte, él fue un exitoso modelo antes de ser diseñador y poner esta tienda –
El menor miró a su jefe mientras pensaba qué hacer en esta situación, algo que era seguro es que si se negaba, la insistencia sería aún más grande y él... perdería la paciencia. Soltó un suspiro para calmar los nervios y miró al señor con una pequeña sonrisa.
– Participaré, gracias por la oportunidad señor Kwang – hizo una reverencia y el mencionado estaba ansioso por verlo en la pasarela.
– Perfecto, ve buscando un digno traje – Taehyun asintió ante su orden y miró hacia un costado, observando a ________ con el vestido ya puesto, increíblemente le pareció atractiva, pero desvió la mirada de inmediato seriamente.
Los mayores también quedaron impresionados por lo bien que lucía el atuendo en la menor, dando aplausos de forma repentina.
– Lo compraré, ve a vestirte hija mía –
Un rato más tarde, el señor Kwang y su hija se retiraron de la tienda, era la hora del almuerzo por lo que el dueño cerró momentáneamente la atención al público.
– ¿Puedo elegir el traje? – preguntó educadamente Taehyun.
– Por esta vez no jovencito, desde que llegaste aquí ya tengo el traje perfecto para ti –
El señor Park fue a buscar el conjunto y el menor no paraba de morderse el labio inferior, estaba nervioso, nunca hizo algo para el público, ni siquiera para el orfanato.
Desvió su mirada a la pila de cajas, solo la punta del cuadro se veía, tenía muchas ganas de preguntar, pero decidió dejarlo para otra ocasión.
– Aquí está, ve a probarlo, yo terminaré de perfeccionarlo cuando lo tengas puesto y te ayudaré a aprender a desfilar –
El contrario asintió y agarró la percha que sostenía el conjunto, entró a uno de los vestidores para así comenzar a vestirse. Una vez hecho, se asomó al espejo y se sorprendió lo bien que quedaban los colores azul, dorado y blanco, aunque las botas le incomodaban un poco, le gustaba lo que tenía puesto.
Salió del vestidor y el rostro del señor Park se puso pálido repentinamente, sus ojos y boca estaban totalmente abiertos de sorpresa, por lo que Taehyun se preocupó y se acercó.
– Park, ¿está todo bien? –
– Es impresionante – susurró y el menor estaba confundido.
– ¿Qué cosa? – el mayor se despertó de su estado de shock y sonrió nerviosamente.
– Te queda espectacular, me recuerdas a mí de joven – ambos rieron y empezaron con la práctica. De repente, el señor Park era muy exigente, corregía hasta el más mínimo detalle de su postura.
Después de media hora, optaron por almorzar y seguir trabajando, compraron ramen de un puesto que estaba más o menos al frente de la tienda y comieron en la puerta.
• • •
Taehyun estaba nuevamente en su habitación, se veía en su pequeño espejo del baño su rostro, el cual se cuestionaba si tenía algo único para dar y asombrar al público. Nunca escuchó sobre ese desfile, no lo vió en periódicos ni por casualidad. Supuso que era un evento privado o algo así.
Se asomó a la ventana como la anterior noche y observó a una chica fumando sentada en la vereda del frente, hacia un frío insoportable, ¿cómo podía aguantarlo?
Por curiosidad, salió del hotel y reconoció a la chica, era la hija del señor Kwang, no recordaba su nombre ni mucho menos estaba interesado, por lo que prosiguió en volver a entrar.