-¡Taehyung! - el Castaño saltó hacia él y lo recibió con un abrazo, de inmediato una gran sonrisa llenó el rostro del Rubio.
- Hola de nuevo, Jungkookie, ¿Me extrañaste? - preguntó el Rubio, con una sonrisa enorme y llena de ternura por aquel abrazo, Jungkook solía recibirlo así cuando se iba por largo rato.
-Mhm - respondió, cerca de su oído.
Desde hacía algo más de un año, desde que Jungkook había recibido el alta y vivía en el departamento que compartían, Taehyung había conseguido trabajar desde casa, pero cada tanto tenía reuniones a las que tenía que asistir, como la de aquél día.
Debía admitir que tenía miedo de dejar a Jungkook solo, muchísimo.
Las primeras veces que se había quedado sólo, se quedaba encerrado en su cuarto, con todas las luces encendidas, hecho una bolita en el cuarto, y tuvo unos cuantos ataques de llanto.
Pero Taehyung lo había acostumbrado a que al regresar, tendría un caramelo, un chocolate, o algo dulce, algo positivo y rico que le recordaba que volvería por él, y estaría todo más que bien.
- Te traje tu chocolate favorito- murmuró, separándose del abrazo, dándole un chocolate con trozos de frutilla, la envoltura era de un lindo tono rosa.
Jungkook sonrió ampliamente, tan bonito, tan lindo, y no esperó ni un momento para abrir el chocolate y comenzar a comerlo.
- Taehyung, encontré unas fotos viejas mientras no estabas.
El Rubio alzó las cejas, sintió un escalofrío recorrerlo.
Jungkook era muy curioso, cosa que no lo ayudaba a protegerlo.
- ¿Qué fotos?
- Estas- alzó un par de fotos Polaroid, dónde estaban ellos dos, de inmediato Taehyung las tomó y fue hacia su cuarto para guardarlas.
- Jungkook, ¿Qué te ha dicho de revisar las cosas sin permiso? - dijo, enojado, mientras buscaba la caja donde las tenía bien guardadas, y las dejaba allí sin cuidado.
Ver cosas del pasado nunca le había hecho bien a Jungkook, no quería que tuviera otra ataque, no quería que se lastimara, que sufriera de nuevo.
Se suponía que Jungkook estaba a salvo, no podía volver a ponerlo en peligro por algo así.
Aún recordaba cuando Jungkook apenas reaccionaba, y el médico le había recomendado llevar fotos y videos de él en sus mejores momentos, todo para que Jungkook tuviera uno de sus peores ataques de pánico, y tuvieran que sedarlo para que no lastimara a nadie, ni siquiera a si mismo.
- Pero-
- Jungkook, no puedes revisar eso, y menos cuando yo no estoy, ¿Entiendes?
Taehyung sonó más enojado de lo que en verdad estaba, Jungkook dió un pequeño saltito y un mohín se marcó en su rostro, sus ojitos se movieron nerviosos entre el rostro del Rubio frente a él y el suelo, jugó con sus dedos, y asintió sin decir palabra.
- Hey... Lo siento- Taehyung se arrepintió de verlo así.
Los primeros meses de aquella nueva vida, Jungkook no le había hablado, y había tomado muchísimo esfuerzo para que confiara en él de nuevo; por eso sabía que debía valorarlo.
Él era especial para Jungkook, y lo sabía, no tenía que arruinarlo.
Sus manos acariciaron sus mejillas y su cabello, Jungkook asintió para indicar que estaba bien.
- ¿Qué ibas a decir, lindo?
- Que... Estamos bonitos en esas fotos.
Taehyung sonrió de forma tonta.
- Sip, tú siempre estás muy lindo, Jungkook.
- Tú... Tú también, Taehyung - dijo, con timidez, derritiendo el corazón de Taehyung.
- Oh, gracias - sonrió ampliamente por el cumplido, Jungkook se ruborizó al verlo.
Taehyung a veces tenía que controlar sus ganas de besarlo, que abrazarlo tanto como quería, de demostrar todo lo que lo amaba.
Porque lo amaba, aún siento una persona distinta, aún habiendo muerto y renacido, aún luego de meses de llanto, y dos años de lucha contra lo que había tenido que vivir... Lo amaba, de no hacerlo se hubiera ido hacia mucho, de eso estaba seguro.
- Creo que somos muy lindos juntos, Jungkook- murmuró, un pequeño piropo, una pequeña declaración, esperando que los resultados no sean tan malos.
No sabía cuál era el límite de lo que Jungkook podría soportar, de su amor, de él mismo, sin tener un recuerdo malo.
Por eso tenía tanto miedo cada vez que le decía alguna frase que solía decir en su vida pasada.
Taehyung se sentía como si caminara sobre un lago congelado, nunca sabría si un paso más haría que hielo se rompiera y él cayera al agua helada.
- Yo también- murmuró por lo bajo el Castaño, y sonrió de forma hermosa.
Jungkook lo tenía perdidamente enamorado, por más que aquel chico frente a él no era el que lo había enamorado en primer lugar.
Taehyung estaba seguro, que se enamoraría de Jungkook en todas las vidas que tuviera.
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Memories
FanfictionJungkook vive con Tarhyung quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas. Taehyung vive con Jungkook, su novio, que luego de ser secuestrado y ab...