⭐ Capítulo 46⭐

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- Jungkook ya es algo tarde, deberías ir a casa- dijo Hoseok, eran las seis de la tarde, y ya estaba anocheciendo-. Taehyung ya me llamo cuatro veces, debe estar preocupado.

- Pero todavía no tengo nada preparado para la cena - Jungkook hizo un puchero triste.

- Por el mismo comentario no preparaste nada para el almuerzo, solo compraste los anillos y un pastel - dijo Hoseok, cruzándose de brazos.

- Y es pesado - dijo Yoongi, era el encargado de llevar el pastel.

- P-Pero...

- Kookie hizo su mejor esfuerzo, Hobi, aprecialo - Yoongi abrazó al más bajo.

- No, no es eso... Digo que ya es suficiente, ¿Qué más quieres? - Hoseok frotó su rostro con impaciencia.

Jungkook lo pensó un momento, inflado sus mejillas, hasta que asintió.

- Bueno... Vamos a casa - murmuró, mientras tomaba la mano de Yoongi, y este tomaba la de Hoseok, y caminaban de regreso hacia el edificio de departamentos de Jungkook y Taehyung, que estaba a pocos minutos de dónde se encontraban.

Jungkook los había hecho recorrer gran parte de la cuidad buscando un regalo, el Castaño cambiaba de idea cada dos minutos, primero quería llevar un suéter caro, luego cambio de opinión y buscó una sudadera más casual y que pueda usar todos los días, después quiso comprar un peluche de un oso rosa que vio en una juguetería porque según él se parecía a Taehyung, pero luego Hoseok le mencionó que a Kim no le gustaban tanto los peluches como pensaba, entonces se puso mal porque creía que no lo conocía lo suficiente como para hacerle un buen regalo.

Fue luego de muchas horas y muchas vueltas, que Jungkook vio aquella joyería, y algo se iluminó en sus ojitos al ver un par de bonitos anillos, eran de un color entre dorado y rosa, y tenía pequeños detalles tallados, como si fuera una enrredadera mágica sobre su dedito.

Fue la primera compra que hizo sin dudar, porque sabía que le gustaría.

Luego recordó que hacía un año Taehyung le había traído un pastel, y por lo tanto, le gustaban, así que decidió comprar uno también, pero también estuvo largo rato pensando qué sabor, que decoraciones podía elegir, si quería con frutas o con chocolate.

Había sido un día demasiado largo para Hoseok, quién ya tenía suficiente con Yoongi en su vida, pero con Jungkook ambos parecían potenciarse para peor.

Así que estaba aliviado por regresarlo a su casa.

Llegaron frente al edificio para ver a un par de transeúntes mirando hacia arriba, murmurando algo por lo bajo que Hoseok no llegó a escuchar en un principio, las luces de la calle no le dejaron ver lo que miraban, ni Yoon ni Jungkook se habían dado cuenta.

- ¿Va a saltar? - fueron las primeras palabras que entendió, provenientes de una chica que se veía muy asustada.

De inmediato se detuvo, cubrió con su mano la iluminación y pudo ver la figura, sentada en el borde de la terraza del edificio con una tranquilidad aterradora.

- ¿Hobi? - preguntó Jungkook con una voz suave, al verlo tan asustado- ¿Qué pasa? ¿Qué hay?

- ¿Qué hace ese sentado ahí arriba? Se puede caer - comentó Yoongi con completa tranquilidad.

Jungkook miró hacia arriba, vio esa cabellera castaña, algo larga, la contextura del cuerpo de aquel joven, y cuando lo reconoció quiso llorar.

- Es Taehyung... Hobi, es Taehyung- murmuró con ganas de llorar, mientras tomaba el brazo del pelirrojo.

- ¿Qué? Oh no... - Hoseok se apresuró a tomar su teléfono y llamarlo, vieron como el joven sentado en el borde del edificio sacó su celular y atendía- ¡Kim Taehyung! ¿Qué haces? ¡Bajate de ahí ahora mismo! - habló el mayor de los cuatro, completamente serio, sonaba enojado pero estaba temblando del miedo.

Taehyung ni siquiera habló, lo vieron como dejaba el celular a un lado sin gran cuidado, fácil lo podría haber arrojado al vacío y no podría importarle menos, ni siquiera el que apenas tuviera una pocos meses de uso, ni que eran sus amigos preocupados por él, ni siquiera había colgado la llamada.

Jungkook quería llorar, y en un golpe de valor, tomó el celular de Hoseok y salió corriendo hacia el interior del edificio.

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