Memories

⭐ Capítulo 44⭐

Taehyung no supo cuándo las salidas con Yoongi y Hoseok se volvieron tan diarias, se veían casi todos los días, Yoongi incluso se quedaba a dormir en su departamento y él tenía que ir a lo que hacía muchos meses atrás era el cuarto de Jungkook, y dormir en aquella cama de esa pequeña habitación improvisada, que ahora volvían a usar para guardar ropa y cosas que no usaban.

Mientras, Jungkook y su amigo se quedaban hasta altas horas de la noche hablando y comiendo dulces que Hoseok siempre les regalaba.

En un principio el pelirrojo estaba algo sobreprotector con Yoon, pero era normal después de pasar tanto tiempo cuidando de él, Taehyung lo comprendía, por lo que tardó unas cuantas semanas en dejar que él se quedara a dormir en casa ajena, pero sabía que Yoongi había mejorado muchísimo, a demás que confiaba en Jungkook y Taehyung completamente, no había tenido ninguna crisis en un largo tiempo y sabían perfectamente como tratarlo.

Taehyung debía admitir que le molestaba bastante no poder tener unos días a solas para estar con Jungkook.

Sabía que era un exagerado, y no quería quedar como un novio tóxico ni nada, pero había pasado de tener a Jungkook solo para él, todos los días, por años... A que ahora el Castaño lo dejara por cualquier invitación que Yoongi le hiciera.

- Es difícil dejarlos ir después de estar tanto tiempo solos, Taehyungie - le dijo Hoseok una noche, ellos estaban terminando de lavar los platos de la cena que acababan de compartir -. Sé que puede resultar pesado a veces, sabes que si estás cansado de tener tantas reuniones y salidas podemos cancelarlo, también hace mal a mí bolsillo ir tantas veces a McDonald's.

Hoseok soltó una de sus ligeras y fáciles carcajadas, Taehyung no podía reír tan fácilmente pero lo admiraba.

- Sí, lo sé... Pero él es feliz, y además, hace berrinche si no lo dejo y no tengo mucha paciencia últimamente- admitió.

A veces sentía que estaba distanciandose de Jungkook, pero a veces notaba que Jungkook estaba igual que siempre, que lo abrazaba y besaba mucho, que dormía a su lado todas las noches (salvo cuando invitaba a Yoon, aunque eran solo unas tres o cuatro noches al mes), el menor le decía que lo amaba todos los días, y siempre que salían tomaba su mano y se tomaba su tiempo para darle atención y mimos, por más que estuviera haciendo otra cosa, le gustaba que Taehyung se quedara a su lado para hacerle mimos en el cabello y sonreírle, como un agradecimiento por estar siempre allí con él.

Últimamente Taehyung no sentía tanto cariño de su parte, aunque ninguna muestra de afecto había desaparecido, se sentía vacío, como si faltara algo, quizás más privacidad con Jungkook, más tiempo a solas... O quizás cumplir las promesas que Jungkook le había dicho pero nunca hecho.

Hasta ahora, no habían ido al parque juntos, para tener una cita con helado, y tampoco habían ido a McDonald's, todas las salidas que tenían eran junto a Hoseok y Yoongi, y a Taehyung le disgustaban ambos, pero al estar todos juntos solo veía lo buenos que eran, y lo feliz que notaba a Jungkook, y se repetía a si mismo que no tenía que ser tan egoísta.

Se acercaba su aniversario de novios otra vez, hacia un año había decorado un pastel con un Jungkook más bebé y berrinchudo, que no sabía qué estaban festejando pero que de todas formas le había dicho "Feliz aniversario", haciéndolo llorar, y ahora estaba con él, con su novio, que ya tenía amigos y podía salir a la calle y hablar con otras personas, era un Jungkook más grande pero igual de adorable, y lo quería tanto.

Quería pasar un buen día de aniversario con él, ser solo de ellos dos, ir al parque a comer helado y al McDonald's a probar todo el menú con Jungkook (en parte, envidiaba que Jungkook pudiera probar todas esas cosas ricas por segunda primera vez), y siempre juntos, hacer todo lo que prometieron hacer en aquella fecha especial para él.

Así que juntando sus energías, fue día antes a una tienda para comprar un regalo especial para su novio, y así tener todo listo, y en la mañana del día de su aniversario, se despertó con una sonrisa, sólo para encontrar la cama que compartían, vacía.