⭐ Capítulo 39⭐

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— ¡Feliz cumpleaños, YoonYoon! — Jungkook grito con emociones al entrar a la casa de su amigo, Yoongi hizo una seña para que hablara más bajo, le molestaban los ruidos muy fuertes—. Oh, lo siento, lo olvidé… — Jungkook sonrió con algo de vergüenza, le entregó su bolsa de regalo—. Esto es para tí, de parte de Taehyungie y de mí.

— No quería regalos, sólo quería que vengan — dijo Yoongi, con un leve mohín, no le gustaba la idea de que otros gastaran en él, no creía que fuera necesario, prefería ganar buenos ratos y unas risas, o a lo sumo, que le regalaran comida y compartieran, Hoseok siempre solía hacer eso con él.

Vió el juguete azul de dinosaurio, y sonrió de forma de gomita y llena de alegría, soltó pequeñas risas mientras sus ojitos se llevaban de alegría y abrazaba el peluche, de bastante grande, sería perfecto para dormir con él y abrazarlo.

— Me encanta, Kookie… Muchas gracias, es muy lindo — dijo, con mucha alegría—. Se lo voy a mostrar a Hobi… ¡Hyung, Hyung! Mis amigos me dieron el regalo más lindo del mundo.

— Oh, Yoon… Pero dijiste que yo era tu regalo más lindo del mundo — Hoseok le dedicó un puchero triste.

— Bueno, es el segundo más bonito— corrigió, mientras le mostraba el juguete, Hoseok sonrió con ternura al verlo tan feliz—. Voy a usarla para dormir y voy a dormir muy feliz porque voy a pensar en mi amigo Kookie— explicó, el pelirrojo asintió y peinó un poco el cabello medio rizado del mayor.

— Me alegro que seas feliz mi YoonYoon.

— Soy feliz, muy feliz.

Jungkook estaba muy contento de que el regalo le haya gustado tanto, Taehyung sonrió con ternura al ver a ambos tan emocionados por algo que parecía muy simple, pero que para ellos era especial.

Yoongi era el primer amigo de Jungkook, claro, si no lo contaba a Taehyung, aunque su relación había sido muy diferente a aquello.

También era su primer regalo y primer cena de amigos, para ambos debía ser muy especial.

Taehyung ayudo a Hoseok a terminar de preparar la comida, era carne y verduras al wok, tenían algo de Kimchi y arroz para acompañar, y a pedido de Yoongi, unas tortillas de maíz, que automáticamente convertía todo en comida mexicana según él.

Hoseok no quería explicarle mucho al respecto porque iba a matar su ilusión de comer “comida internacional”.

— ¿Cómo lo están pasando? — preguntó Taehyung, mientras cocinaba las verduras.

— Yoongi está muy feliz, estaba algo nervioso antes de que vinieran… Él no sabía qué se tenía que hacer en un cumpleaños, así que le dije que hiciera lo mismo de siempre y fuera él mismo.

— Qué adorable— comentó el Rubio— ¿Qué le regalaste?

— Yoongi odia los regalos— el pelirrojo negó suavemente—, así que mi regalo es esto, la comida, y los preparativos, eso.

— No está mal.

— Me sorprende mucho que haya aceptado su regalo, le debe gustar mucho, en serio, ¿Lo eligió Jungkook?

— Sip, estuvo molestando todo el día pensando qué comprar, hasta que fuimos a conseguir algo, le dije que no tenía cambio y se quedó callado — dijo Taehyung, suspiró con cansancio de solo recordar todo lo ocurrido—. Y luego… A la salida de la juguetería casi me atropellan, Jungkook me detuvo.

— Dios, Taehyung, ¿Estás bien?— Hoseok lo miró con sincera preocupación.

— Sí, sí, no me pasó nada… — se encogió de hombros—. Solo iba a cruzar sin mirar, estaba con temas de trabajo, y bueno, me agarró antes de que pasara un auto, que destrozó mi celular porque sin querer lo solté.

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