⭐ Capítulo 28⭐

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—Taehyung— Jungkook estiró una de sus manitos hacia él, el Rubio la tomó, el menor enfocó sus lindos ojitos en su rostro— ¿Namjoon vendrá?

— Sí, está viniendo, Jungkook.

— ¿Por qué? ¿Es malo? ¿Voy a morir? — preguntó, con algo de miedo, su todo era parecido a aquel tono infantil, de niño, que tenía a veces.

— No, lindo, claro que no— Taehyung se acercó a él para acariciar su cabello, mirando su rostro, estaba ruborizado, seguramente por algo de fiebre—. Estarás bien, Jungkook, el doctor vendrá a ayudarnos.

— Mhm.

Dejó un leve beso sobre su frente, Jungkook se escondió en su cuello, pegándose a él.

Taehyung no quería invadir mucho su espacio, porque eso no ayudaba cuando tenía ansiedad y se ahogaba en el pánico, pero Jungkook solía abrazarlo para calmarse, porque con él estaba seguro.

Habrán pasado veinte minutos así, abrazados, hasta que tocaron la puerta, y el Rubio tuvo que separarse para ir abrirle al doctor, por más que Namjoon se notaba cansado, aún así le sonrió y fue a ver a Jungkook, acostado en el dormitorio que compartían.

Taehyung se quedó en el umbral de la puerta, esperando por si Jungkook necesitaba algo de su compañía.

Namjoon revisó todo lo que pudo, le hizo unas cuantas preguntas, y cuando terminó fue a hablar con Taehyung en privado a la sala.

— Creo que hay que llevarlo a un hospital— dijo Namjoon directamente, y Taehyung se asustó, al ver el pánico en sus ojos —. Teniendo en cuenta sus antecedentes... Puede que la tensión le de algunos problemas, como una inflamación cerebral.

>> Él está bastante estable, está bien, pero tiene los síntomas y las posibilidades: su contusión y sus problemas neurológicos... No quiero darte un pronóstico perfecto y que mañana estemos lamentando lo peor, Taehyung.

El Rubio asintió, tenía leves lágrimas en sus ojitos, no pudo decir nada.

— Llamaremos al hospital y voy a arreglar para que él quedé en observación, podrás acompañarlo — añadió.

— Si, es lo mejor... A Jungkook no le gustaría que lo dejara solo.

— Bien, prepara lo que necesites — el moreno sonrió de forma amable, antes de palmear el hombro del Rubio, dejándolo ir.

Taehyung fue al cuarto a buscar el bolso más grande que tenía, para guardar una muda de ropa para él y otra para Jungkook, llevó sus lápices de colores, sus cuadernos para pintar y unas cuantas hojas para dibujar, también llevó la leche de platano que había comprado ese día, junto con un par de galletas y una botella de agua.

Jungkook solía ponerse nervioso con los hospitales, y lo había malcriado un poco, dándole galletas y dulces para que se sintiera mejor, así que toda comida que pudiera llevar lo ayudaría.

— Jungkookie, lindo— lo llamó con cariño, estaba acurrucado con u lindo puchero, casi parecía dormido de ni ser por aquella mueca molesta, el Castaño lo miró con el ceño algo fruncido, el dolor de cabeza seguía allí —. Vamos a ir al hospital, allí van a ayudarte con tu dolor de cabeza hasta que estés bien, yo estaré contigo todo el tiempo, ¿Si?

— Pero...

— Nada de peros, mi amor — Taehyung dejó un beso en su frente —. Sabes que es por tu bien, y yo estaré contigo cada segundo, volveremos a casa lo más pronto posible, pero necesitamos que estés en el hospital, bebé.

Jungkook respondió con un sonido quejoso e infantil.

— Vamos, ¿Por mi? — Taehyung le dedicó un mohín y unos ojitos de perrito, Jungkook espió abriendo un ojo debajo de aquel adorable ceño fruncido.

No podía decirle que no a Taehyung, porque lo quería mucho, porque era demasiado lindo, más con esa carita de cachorrito triste, y claro... Porque era su novio, no podía decirle que no a la persona que más quería en el mundo.

Así que finalmente Jungkook asintió, murmuró un par de cosas que Taehyung apenas entendió, se intentó consolar con la idea de que sólo tenía sueño, que el dolor de cabeza lo estaba molestando sólo un poco, que nada malo le pasaría, y esperaron un buen rato hasta que la ambulancia llegó a la entrada del edificio.

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