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Le respondí con una gran sonrisa, no pude decirle nada más, me emocionaba la idea de pertenecer a esa familia, era como siempre había deseado tener una. Presley anunció que en una hora iniciaría el ensayo, así que apenas teníamos tiempo para arreglarnos.

Aidan me tomó de la mano y subimos las escaleras hasta el tercer piso, la última habitación era la suya. Tenía las paredes blancas, la enorme cama estaba pegada a la pared del lado izquierdo, al frente estaba el tocador y al lado había un par у de puertitas que supuse eran el armario, del lado que entramos había un mueble con un moderno aparato de sonido, varios libros y cds, y otra puerta que debía ser el baño, lo más bonito era el gran ventanal así que me asomé y luego salí al balcón, el mar en todo su esplendor lucía tranquilo. Aidan me abrazó por atrás.

—¿Te gusta? —

—Mucho, la vista es preciosa. —

—Y contigo aquí lo es mucho más. — Con su mano movió mi cabeza para poder besarme en los labios. — Como tenemos poco tiempo es buena idea bañarnos juntos. —

—Precisamente porque tenemos poco tiempo, no es buena idea, ya te conozco, así que mejor nos bañamos separados. —

—Prometo portarme bien. —

—Eso dijiste la otra vez y llegué tarde a mi trabajo, así que hoy no me arriesgaré. — Le di un ligero beso en los labios y me separé.

Me di una rápida ducha y salí envuelta en una toalla, Aidan tenia puesto solo su bóxer y me miro pícaramente, pero yo moví negativamente la cabeza, él cambió su mirada a súplica y yo miré hacia el techo, pero aún así me abrazó.

—Aidan, basta, por favor. — Dije mientras me besaba el cuello. — Tenemos que estar listos en treinta y cinco minutos. — Repliqué mientras mi temperatura se elevaba.

—Es suficiente tiempo, podemos hacerlo rápido como en el avión. — Respondió metiendo su mano por debajo de la toalla para masajear mi glúteo.

—No, tengo que arreglarme bien, quiero verme linda. — Refuté quitando su mano.

—Ya eres linda, no necesitas hacerte mucho. — Dijo acariciando mi mejilla. — Corazón, por favor, un mes de abstinencia fue mucho tiempo, estoy muy ansioso por ti. —

—Yo también Aidan, pero no podemos dejar que el fuego nos nuble la razón, no podemos hacer esperar a tu familia, además, recuerda que dormiremos juntos. —

—Corrección compartiremos la cama, pero ni creas que te voy a dejar dormir y menos si me dejas con las ganas ahora. —

—Está bien, no dormiremos en la noche, pero ahora tenemos un compromiso que cumplir, por favor, piensa en Presley... además, ¿No vamos a ensayar la canción? —

—Está bien, sólo porque cantarás conmigo me meteré a duchar en este instante. —

—Y de preferencia con agua helada. —

—Que cruel eres conmigo, pero en la noche me desquitar. —

Moví la cabeza sonriendo mientras sacaba mi ropa de la maleta, me puse la interior y encima un sencillo vestido beige de tirantes que me llegaba a la rodilla, unas plataformas del mismo color y después cepillé mi cabello, empezaba a maquillarme cuando Aidan salió del baño y se me quedó viendo.

—¿Qué? ¿Hoy tampoco podía usar un vestido de este color? —

—No es eso, levántate por favor. — Dijo extendiéndome sus manos, yo las tomé y me levanté mirándolo extrañada, me hizo darme una vuelta. — Wow, te ves hermosa. —

—Pero, aún no me maquillo. —

—No lo necesitas, ya eres hermosa. —

—Adulador. —

𝐌𝐢 𝐀𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐.𝓖.) [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora