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Volvió a colocarse sobre mí y desabrochó mi blusa en tanto lamía mi cuello y yo también desabrochaba su camisa, él terminó por quitársela y después besó mis senos haciendo que mi respiración se elevara y mi cuerpo estuviera ya listo para recibirlo. Abrió mis piernas y se introdujo de un tirón, mordiéndome el labio inferior en tanto yo sujetaba con fuerza su espalda, entraba y salía de mí sin parar, lamió mi oído y gemía en ella, yo tenía los ojos cerrados y jadeaba también, lo había echado tanto de menos, incrementó la velocidad de sus movimientos y sus gemidos se hicieron más audibles, mezclándose con los míos, hasta que un fuerte grito escapó de mis labios cuando sentí que ambos llegamos al orgasmo. Aidan me besó apasionado y después me dio un beso en la nariz y puso su frente sobre la mía.

—Te amo. — Dijo mirándome con los ojos llorosos por el placer.

—Yo también te amo y te extrañé mucho. —

Se enderezó y se subió el bóxer y el pantalón, yo me levanté, me puse la ropa interior y la blusa. Después fui a la cocina por la cena, ya estaba lista la mesa, así que le serví, me serví yo y me senté frente a él. Me estuvo hablando sobre su viaje y de repente, me vinieron las palabras de Sadie a la mente y empecé a reflexionar que era lo que habíamos extrañado el uno del otro, lo primero que hicimos al vernos fue tener relaciones, ¿Sería eso lo único que habíamos echado de menos? Dejé de escuchar lo que me decía y en cambio recordé las últimas conversaciones con Sadie, sobre conocerse el uno al otro y el equilibrio que debía haber entre el amor y la pasión.

—¿En qué piensas? — Preguntó al notar que estaba ausente.

—En nosotros. —

—¿Ah, sí? ¿Y se puede saber exactamente en qué? — Dijo acariciando mi pierna con su pie.

—Aidan, ¿Qué fue lo que en realidad extrañaste de no estar conmigo? —

—Todo, tu sonrisa, despertar contigo, tus besos, tus caricias, tus miradas, tus cantos mientras te bañas, ¿A qué viene esa pregunta, t/n? ¿Qué pasó en estos días que estuvimos separados? — Exclamó desconcertado.

—He estado pensando en la situación de mi amiga Sadie y analizando nuestra relación. —

—No entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra. —

—Aidan. — Titubeé. — Sadie conoció a su ex, en un bar, esa noche se fueron juntos, después se siguieron viendo y a los seis meses se casaron y tras cinco años de matrimonio se dieron cuenta que no se conocían, que sólo estaban juntos por el sexo. —

—¿A dónde quieres llegar contándome eso? —

—No quiero que nos pase lo mismo Aidan, en realidad nos conocemos poco, ni siquiera sé cuál es tu color favorito, no hemos ido al cine juntos. —

—Mi color favorito es el verde y no hemos ido al cine, pero fuimos a pasar las fiestas decembrinas con mi familia y si quieres saber más cosas sobre mí, sólo pregúntame. —

—¿Pensabas algún día contarme lo de tu primera novia? —

—Quizá, pero, ¿Cómo sabes tú eso? —

—Presley me lo contó, pero no te enfades con ella, yo le pregunté porque tenía una foto de ustedes en su habitación de la casa de Miami. —

—¿Ah, sí? ¿Y qué más te contó? —

—En qué estado caíste y cómo te ayudo Juliet a superarlo. Aidan el punto es, ¿Qué es lo que nos mantiene unidos? ¿Es amor o sólo sexo? —

—¿Cómo puedes preguntarme eso? Te he dicho que te amo, te lo he demostrado y no sólo acostándome contigo, te he llevado con mi familia, ¿Cómo puedes dudar si es amor? — Respondió totalmente sorprendido.

𝐌𝐢 𝐀𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐.𝓖.) [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora