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Una vez dentro, la besé con desesperación, como había extrañado sus labios y sus caricias, me correspondió de la misma forma, estaba tan ansiosa como yo y sin mucho preámbulo ni desnudarnos por completo nos entregamos ahí, a oscuras, besándonos para callar los gemidos y con la adrenalina hasta el cielo porque era algo arriesgado, cualquiera podría abrir esa puerta y descubrirnos.

—¿Me extrañaste? — Preguntó con un hilo de voz.

—No tienes idea cuánto. — Respondí en su oído.

—Muéstrate qué tanto. — Me encantaba que repitiera lo que antes yo le había dicho y aceleré mis movimientos disfrutando más del roce de nuestros sexos.

—Te extrañé tanto t/n. — Al fin podía decirle por su nombre.

—Repítelo. — Pidió como si no hubiera dado crédito a lo que escuchó.

—Te eché muchísimo de menos t/n.... — Sentí sus labios sobre mi cuello y como su cuerpo vibraba llegando al orgasmo.

—Yo también te eché de menos...Aidan. — Musitó con la voz entrecortada.

Escuchar mi nombre salir de sus labios fue el detonante exacto para que terminara yo también, no éramos más un par de desconocidos y ella estaba dispuesta a seguir con esto, era lo que yo quería saber. Le propuse que nos escapáramos, pero no aceptó, me explicó que estaba trabajando, yo había olvidado ese pequeño detalle así que no me quedó más remedio que aceptar.

—Yo salgo primero, ¿Vale? — Dijo terminando de arreglarse el vestido.

—¿Por qué? Entramos juntos. —

—Y sólo espero que nadie nos haya visto, entiende por favor, estoy trabajando. —

—Está bien, sal tú primero. — Acepté rodando los ojos.

Me quedé recargado sobre el umbral de la puerta viendo como se alejaba, me tenía loco y no encontraba la razón, no era sólo por el sexo, ¿O sí? Lo único que me importaba era que nuestros encuentros no se terminaran. Después fui al baño para arreglarme bien la ropa y regresé a mi lugar, ella ya estaba en el suyo y yo me senté, Juliet tuvo el buen tino de recargarse en mi hombro y t/n se dio la vuelta molesta.

Cuando el desfile se acabó, Juliet fue a hablar con Diana, así que yo aproveché para buscar a t/n y me acerqué a la mesa de los bocadillos donde se encontraba. Le hice unas afirmaciones poco decentes, para ser sincero, pero me fascinaba ver el efecto que tenía sobre ella, confirmar que no le era indiferente, que mi presencia la ponía nerviosa, lo cual me llenaba de un enorme gozo.

En eso, Presley se acercó sorprendida de vernos hablar y cuando preguntó si nos conocíamos le dije que sí, pero le mentí de dónde, porque ignoraba que yo perteneciera a ese club extraño y para mi buena suerte se acordó de aquella chica que me regalaba chocolates en la universidad y que, por cierto, jamás le había aclarado que era lesbiana y por eso no hubo nada entre ella y yo. Lo mejor fue que t/n me siguió la mentira y debido a eso Presley tuvo la brillante idea de invitarla a su boda, claro que sin evitar quemarme recordando a la chica con la que había ido a la de Jaxon, pero yo no sabía que con unas copas de más perdería la decencia, iba conmigo en la universidad y siempre había sido muy tranquila y recatada, al menos estando sobria, por eso la había llevado conmigo.

T/n tenía una extraña expresión en su cara, que no me quedaba claro si era por la historia de la stripper o por la repentina invitación de Presley, quien le insistió cuando vio que se rehusaba, en ese momento agradecí que mi hermana fuera tan empecinada para algunas cosas, después dijo que buscaría a Dylan y se alejó. Le hice otro comentario seductor a t/n que me miró desconcertada, en verdad no se esperaba que mi hermana la invitara a su boda y estaba intranquila porque le mentimos sobre dónde y cuándo nos habíamos conocido, entonces le expliqué cómo era Presley y que no le veía mayor problema a ir a la boda.

𝐌𝐢 𝐀𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐.𝓖.) [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora