V e i n t i n u e v e

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—Así trabajan en la Port Mafia ¿verdad?

Me detuve un momento y miré a algún punto frente a mi, sonreí un poco por lo estúpida que sonaría si negara eso. Kunikida me miraba serio y arrugando el entrecejo, después de todo aún estaba fresca la imagen en la que le clavaba un cuchillo, tal vez no fui yo pero era mi cuerpo. Tanizaki también se veía un poco incómodo con la situación, ellos no pelean ha matar. Yo si.

—Si —dije caminando— el fin justifica los medios.
—Pues en la agencia no trabajamos así.
—Kunikida-san, Fumiko-san nos salvó además si fuera por Naomi yo haría cualquier cosa.—Tanizaki me miró con una sonrisa— gracias.
—De nada. —dije— Lo siento si no te gusta como uso mi habilidad, Kunikida-san, pero un poco más y hubiéramos muerto triturados por el tipo de los tentáculos, además que Haruno y Naomi-San no hubieran llegado al tren. Era más rápido para mi matarlo, pero lo dejé vivo por órdenes tuyas y de Fukuzawa-san.

El se quedó callado y suspiró mientras soltó un suave y bajo "Entiendo"
No había pasado mucho tiempo con ellos, no los conocía del todo y se que me falta adaptarme, pero es difícil. Además, se que Kunikida-san no es malo y tiene otros ideales de lo Justo y correcto, todos saben de mi pasado, aunque sepan que Dazai también fue de la port mafia a mi es a la que ven más como una asesina despiadada y no lo puedo negar.

Después de eso fui a la agencia de detectives, Dazai me había dicho que me quede con Atsushi pues aún estaba un poco inquieto por lo qué pasó con Q.

—Fumiko-san
—Atsushi ¿Estas bien?
—Si, yo... ¿Alguna vez estuvo bajo la influencia de esa habilidad?
—Si —puedo recordar los gritos de los niños— pero pude controlarlo. Toda habilidad tiene sus puntos débiles.
—¿Cómo lo hizo?
—Mi habilidad es de control mental como la de Q, pero a diferencia de él yo la siento como la siente la persona que es influenciada por ella. —Atsushi tiene una expresión de asombro— Desde pequeña fui entrenada para soportar cosas horribles, después de todo solo podía crear escenarios que haya visto antes. Debía ser fuerte mentalmente, pero yo también tengo un límite.

Atsushi bajo la cabeza y cerró los puños, el también había experimentado cosas horribles por lo que Dazai me contó, la mayoría lo ha hecho, sin embargo, mi entrenamiento fue sistemático y lo tomé como una forma de protección a futuro, no como algo por lo que deba sentirme afligida. Aunque pensándolo ahora fue una verdadera tortura, pero valió la pena. Sin eso, yo ya estaría muerta.

—Fumiko —era Kouyou— niño.
—Kouyou-ne... Kouyou-San —Ella rió— ¿no deberías estar en la Port Mafia?
—Me quedaré hasta Kyouka esté a salvo. Dazai hizo un trato conmigo, la ayudará con la división sobrenatural.
—¿Ango-san?
—Si, Kyouka y tu, son asesinas buscadas —miré a Atsushi quien lucia preocupado— ¿lo habías olvidado?
—No.
—Ahora planeas vivir una vida en la luz, olvidándote quien eres en realidad. Kyouka quiere lo mismo, así que cuídala niño tigre y cuídate —me miró con cierta nostalgia y esbozó una ligera sonrisa— Fumiko-chan.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora