T r e i n t a y u n o

626 71 3
                                    


—Estoy bien, Yosano-san.

No es la primera vez que ella me cura pero las otras veces estaba inconsciente. Además, ella luce extrañamente emocionada por curarme.

—Fumiko-Chan eres demasiado tierna. —dijo sonriendo— pero se que eres bastante fuerte también.
—¿Me torturarás? —ella rió y yo me resigné— de todas formas debo recuperar mi resistencia.
—Será un placer ayudar.

Bien, ahora se porqué le temen tanto.

Es una sádica, tiene una vibra algo diferente. Hasta encajaría bien en la Port Mafia, me pregunto si Mori sabría de ella. Eso es un hecho, un poder tan útil y poderoso no pasaría desapercibido por él. Acaso...

—El ángel de la muerte —dije en un susurró que ella escuchó— ¿Yosano Akiko-san?
—Pensé que ya lo sabías, nos conocimos antes.
—¿Enserio?
—Eras muy pequeña, Mori te había encontrado recién, quería usarte en la guerra pero no estabas lista. Casi pierdes la cordura.
—No lo recuerdo.
—Es mejor así—dijo sonriendo— lamento no haber hecho más antes.
—Mori no mi persona favorita pero sin sus métodos brutales no creo haber sido capaz de utilizar mi habilidad ni sobrevivir tanto... o ¿Tal vez si?

Ella pareció sorprendida y luego suspiró cansada mientras se rascaba la nuca. Tal vez dije algo estúpido, a veces suena como si no lo odiara, lo odio pero a la vez estoy extrañamente agradecida por ello. Sin su ayuda, por la razón que fuera, hubiera muerto en ese asqueroso callejón, sería comida de ratas y jamás hubiera llegado a este punto.

—Si resististe hasta ahora fue por ti, no por ese hombre.
—No lo niego, pero toda circunstancia cambia el curso de lo que somos o podemos llegar a ser. Si fuera por mi yo de ese entonces la verdad no tenía nada porque vivir.
—Entiendo, la Port Mafia te volvió resistente, todos los demás lloran y gritan horriblemente cuando los curo, tú apenas emitiste sonidos. Eres extraña, Fumiko-Chan.
—Digo lo mismo, Yosano-san, la alegría en su cara a la hora de torturar es contradictoria, pero me alegra que sea libre ahora.
—Libre... ¿sera o no?

Kunikida ingresa a la sala algo exaltado, la gente afuera estaba atacándose entre sí y tenían la marca de una mano pequeña en ellos. Si este era el plan... ¿Destruir todo?

—Es Q —dije observando por la ventana— ¿Donde está Dazai?
—No lo sé. ¿Quién es Q? —preguntó Kunikida preocupado—debes detener esto.
—No podemos sin el muñeco.—dije y se escuchó un estruendo y gritos cerca.
—Vamos a la sala, tenemos que tener un plan.

Corrimos al lugar seguro dentro de la agencia. Todos estábamos ahí excepto el presidente y Dazai. Seguro él ya lo sabía, tal vez ideó un plan antes. Kyouka y Atsushi siguen atrapados, pero si las cosas siguen así toda la ciudad será destruida.

—Es un poder mental, cualquiera que lastime a Q obtiene una marca que se activa cuando el muñeco se rompe. Entras en una locura extrema y...
—¿El Niño de la estación? —preguntó Naomi
—¿Niño?
—Kunikida-san, la única solución es que el muñeco llegue a las manos de Dazai.
—Entonces trataremos de salvar a la mayor cantidad de gente. —respondió— No veré a gente morir frente a mi.

Kunikida, Tanizaki, Kenji y yo salimos. Yosano se quedaría para ayudar a los heridos que lleváramos, Rampo, Haruno y Naomi no tenían poderes por lo que permanecerían ahí para ayudar.

—Las plantas—dije— no pisen las plantas ni los árboles.
—¿De que hablas?
—Q no podía haber marcado a tanta gente solo caminando por la ciudad, Guild lo necesitaba y ellos tienen un usuario de habilidad que se conecta con las plantas. ¿Recuerdan?
—¿Las conectan al niño?
—Eso creo, no habría otra manera.

Nos separamos. Los poderes mentales son lo peor, es irónico porque yo poseo una habilidad mental, pero jamas podría usarla a esta magnitud, mi cuerpo no lo soportaría... Q sigue siendo humano, en algún momento fallará, si la Port Mafia no lo recupera, así Dazai encuentre el muñeco, Guild podría activarlo otra vez.

Es Guild contra Yokohama, es algo complicado pero tal vez si la agencia colabora con la Port Mafia... Dazai odiaría eso.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora