Lo Que Nunca Pensé Tener

C i n c o

—Mi nombre no importa, puedes llamarme Kazuomi.
—¿Qué deseas?

Obviamente este sujeto tiene que ver con la Port Mafia, nadie sabe mi verdadero nombre excepto ellos. Vaya, aún quieren asesinarme.

—Solo deseo cumplir mi trabajo. —sonrió — es cierto que me hubiera gustado salir contigo antes, pero trabajo es trabajo. Creo que lo sabes perfectamente.
—Sí, te entiendo. Así que me asesinarás?
—Bueno han pasado cuatro años, no creo que pienses que solo te mataré, tengo una orden especial.

Entonces planea torturar y todo eso. Bien, si él es de la Port Mafia sabe como funciona mi habilidad, así que... Me da igual.

—Escucha Kazuomi-san, no he matado a alguien en cuatro años. No quiero hacerlo, así que por favor vete.
—Pero que engreída, he escuchado de ti, muy impresionante y brutal pero ahora quieres vivir como una jovencita común. Que desperdicio, pudiste ser una jefa en la Port Mafia. Aunque bien por mí, podré divertirme contigo.
—Adelante.

Se puso unos audífonos y saco dos armas, ni siquiera sabe cuál es mi punto débil, debe ser un novato con aspiraciones grandes. Deje que se divirtiera un momento disparándome mientras yo evadía todas sus balas, no quería matarlo, debía encontrar una manera de salir de aquí, de repente habían muchos Kazuomis-san en el callejón. Así que se puede multiplicar, me han subestimado.

Sé cuál es el verdadero así que me dirigí a el y justo cuando el creyó que yo había perdido pues una bala me llegó al corazón. Lo atravesé con la habilidad que nadie sabe que tengo, ni yo sé que es esto.

—Te lo dije. —la bala salió de mi cuerpo— La Port Mafia te mandó como un sacrificio, una carnada para obtener lo que querían.
—¿Qu-Qué? —dijo el mientras salía sangre de su boca
—Que volviera a matar —me acerqué al cuerpo de él, están sufriendo— tranquilo, cumpliste tu misión.

Mori y todos ahí conocen mi habilidad y lo fuerte que puedo ser, pero mandaron a una sola persona con una habilidad normal. Mori no quería matarme, él quería que yo lo hiciera para demostrarme que solo sirvo para eso.

Kazuomi o cómo quiera que se llame murió, sus ojos sin vida me llevaron al pasado y lo entendí. Había caído en la trampa.

Esta habilidad era parecida a la de Akutagawa, es solo una parte de aquella vez que ese tipo logró lastimar mi pierna, aún se ve asqueroso pero si que sirve, al menos por unos segundos. No quería matarlo pero no tenía opción, parece que jamás lograré dejar atrás a la Port Mafia. Me imagino si mandan a asesinarme a Chuuya, creo que ahí si podría morir.

—Vaya, que emocionante. Has crecido bien, Fumiko-chan.

Esa voz. Giré mi cuerpo para ver al dueño.

—Es bueno verte, te extrañé.

—Dazai-san...