T r e i n t a y c i n c o

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Dazai

—¡Maldito idiota! —esquive la patada de Chuuya— si te atreves a ponerle un dedo encima te juro que-
—Ah~ Chuuya yo jamás haría algo que ella no quisiera, Fumiko-Chan es igual de fuerte que tú y podría noquearme si quisiera.
—Eres un idiota, sigue siendo una chica.

Chuuya siempre había sido muy cuidadoso con Fumiko, aunque al principio no se llevaban tan bien luego él empezó a ser más protector sobre ella. Además, él fue el primero en oponerse a mi plan de usarla cuando estábamos en la Port Mafia pero Mori-san mandaba y en ese momento usarla era muy beneficioso para la organización.

—Lo sé—dije— ahora terminemos con esto de una vez, Q es un peligro.
—Oi Dazai —me giré y vi a Chuuya con el ceño fruncido y los brazos cruzados— Fumiko es fuerte y puede protegerse sola, pero sigue siendo algo ingenua en este tipo de cuestiones. Tú eres un asqueroso mujeriego vagabundo, así que si de verdad te importa un poco, no la confundas más. Cuídala o déjala ir.

¿Confundirla?

Sonreí

—Ah~ Chuuya-kun has madurado tanto, lastima no se note en tu estatura. —dije y esquive un puñetazo.
—¡Maldito Dazai! Espera y verás.
—No te preocupes, Chuuya. Estoy seguro que Fumiko tomará la decisión correcta.
—¿Hum?
—Ahora carga al mocoso.

(...)

Fumiko

—¡Busquen bien, la asesina debe estar por acá! ¡Tengan cuidado es una de las asesinas más eficaz de la Port Mafia!

Vaya halago y solo llevan buscándome un día, muero de hambre.

No puedo matarlo, que fastidio.

¿Hum?

Concentrate, Fumiko. No puedes actuar como lo harías en la Port mafia, no puedes simplemente deshacerte de lo que te estorbe.

Debería ir a la agencia, aunque podrían estar ahí... tampoco puedo ir muy lejos, no saqué dinero ni nada, robaré. Rayos, no. ¡No puedo hacer nada ilegal! Tal vez si le pido a alguien...con esta cara seguro me denuncien. Bueno tal vez pueda manejar un poco su mente para que... tampoco debo causarle traumas innecesarios a la gente. Bien, solo me ocultaré y ya...

Debería ir a saludarlo, hace mucho que no lo hago. De todas formas no creo que busquen ahí.

(...)

—Lamento haber tardado tanto, Oda-san.

Esta es la segunda vez que vengo, no podía exponerme a qué alguien me viera aquí cuando huía de la Port Mafia. Aunque no es que tuviéramos una relación muy cercana como Dazai, Ango y él, pero debido a que el me mandó a esa casa a cuidar a esos niños es que sentí calidez por primera vez. Aunque Kouyou-neesan piense que fue Dazai-san el que me enseñó la "luz" en realidad fue el favor de Oda-san. Si no hubiera conocido a esos niños, si Oda-san y ellos no hubieran muerto, posiblemente yo seguiría en la Port Mafia y seguro Dazai-san también, Kyouka seguiría siendo una asesina, ya que Dazai no hubiera conocido a Atsushi y no se hubiera unido a la agencia de detectives.

Pero todo es diferente.

—¿Él es diferente? —dije en un susurro— supongo que solo tú lo podrías saber, Oda-san. Eras él que mejor lo podía leer.

Suspiré, estaba bastante tranquila a pesar de ser buscada por las fuerzas especiales, ese lugar era bastante pacifico.

—Lamento hablar sobre esto de la nada—dije— yo no puedo entenderlo del todo, ni obligarlo a hablar sinceramente, pero eso es lo de menos ahora. De todas formas, ni yo estoy segura de haber cambiado tanto tampoco. —hice una reverencia y me levanté— lamento perturbar tu paz, ya me voy. La próxima vez traeré algo.
—Fumiko-chan.
—Dazai-san ¿Cómo me encontraste?
—Mi corazón siempre te encontrará —dijo con drama— deberíamos irnos, esto aún no termina.
—La policía
—Ya está hecho —dijo colocando su mano en su barbilla y guiñando el ojo— Ango cooperó.
—No creo que de manera voluntaria.

El se rió y yo seguí sus pasos, por un momento el volteo a ver la lápida de Oda-san y sonrió, luego seguimos caminando. Supongo que Dazai lo dedujo, el que esté aquí, eso me recuerda a...

—¿Cómo está Yumeno?
—Chuuya se lo llevó, el monstruo está a salvo.
—Ya veo ¿Cómo está Chuuya?
—Pues muy enojado —rió — con lo de que vivimos juntos.
—Ah...
—Fumiko-chan, lo que dije sobre salir y vivir juntos —sonrió y dio una mirada compasiva— ¿podrías olvidarlo?

¿Qué?

Lo Que Nunca Pensé Tener  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora