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DANTE

Estábamos en el avión a punto de aterrizar en Miami si aquí iba a ser nuestra luna de miel.

—Estas nerviosa bonita?— pregunto

—Un poco— mi mano va a su pierna y me mira.

—La pasaremos bien no te preocupes— acaricio su pierna intentando tranquilizarla pero se que lo que le preocupa es estar lejos de Lolo.

—Porfavor abrochar sus cinturones que ya vamos a llegar—habla la azafata mientras me sonríe coqueta.

Ella ruedo los ojos mientras se abrocha el cinturón y suelto una risita divertido y la miro.

—Que?—

—Estas celosa—

—Claro que no— deja de mirarme mientras esperamos que aterricemos.

Al hacerlo y que nos abran la puerta ella es la primera en abandonar el avión, Voy detrás suyo y apenas llegamos a la finalización de las escaleras subimos a la camioneta que nos está esperando.

—Acabamos de casarnos, Dante te pido un mínimo respeto hacia mi, te recuerdo que soy tu esposa— veo como presiona fuertemente los dientes demostrando lo enojada que estaba por mis actos.

—Bien, lo siento— el resto del camino nos la pasamos en silencio y solo miramos por la ventana de el auto, al sentir que nos detenemos ella me mira —Baja— rueda los ojos y baja viendo la gran casa estaba de ella.

—Baja mi maleta— le ordena a uno de mis hombres que venía en una de las camionetas que nos seguían, entra a la casa sin esperar a nadie y suelto un suspiro.

—No es necesario que porque estés enojada conmigo trates así a los pobres muchachos Liv—

—Aja si— sigue viendo la casa y se detiene ante la gran piscina que hay, sin pensarlo dos veces se deshace del vestido quedando en ropa interior de encaje blanco, muerdo mi labio inspeccionando su cuerpo pero dejo de hacerlo cuando da un salto sin pensarlo pero creo que se dejo llevar por la furia y olvido que no sabe nadar.

Intenta salir pero al fallar en el intento me deshago de mi ropa rápidamente y me tiro para poder ayudarla, agarro su cintura y nos llevó a un lugar con poco agua.

—¡¿En que estabas pensando?! Pudiste haber muerto Olivia— se mantiene aferrada a mi cuerpo con sus piernas alrededor de mi cintura y sus brazos rodeando mi cuello.

—Perdón— susurra mientras todavía se recuperaba y yo me relaja.

—Vamos arriba— salgo de la piscina y se aferra más a mi, empiezo a subir las escaleras y me detengo frente a la puerta de nuestra habitación, al abrirla ella se despega de mi cuerpo y mira la habitación, esta es simple toda negra absolutamente todo negro.

—Me bajas?— la dejo en el piso y continua inspeccionando la habitación disfrutando de la gran vista que nos brinda hacia la cuidad ya que la habitación no tenía cortinas y todo era de vidrio —Es linda—

Se giro para mirarmey desde que la había dejado en el piso tenia mi miraba puesta en ella, la miraba embobado y parece que se dio cuenta como estaba vestida ya que con sus manos intento taparse un poco.

—Ire a bañarme— intento pasar por mi lado para ir al baño pero la agarro del brazo y sin esperarlo la beso, el beso había empezado siendo suave pero de pronto todo cambió el beso era posesivo, sus piernas estaban otra vez alrededor de mi cintura y mis manos en su trasero.

Nos dirijomos al baño y cuando logramos entrar a la ducha continuabamos besándonos. La deje nuevamente en el piso y la diferencia de altura volvió a ser evidente.

Tú, Yo y ¿Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora