—Que harás ahora? Él sigue en tu casa?— escucho la voz de Thiago y lo miro dejando de lado mi plato de comida, otra vez las náuseas se habían echo presentes y apesar de que está era mi comida favorita me revolvía el estómago.
Luego de la conversación con los chicos, Toto nos dijo que podíamos comer con ellos y luego ver películas y por supuesto que Thiago ni iba a quedarse atrás menos ahora que quiere hacer valer lo que dijo Dante. A cada rato intentaba robarme un beso y yo hacia lo posible por estar lejos de él, no iba a ser igual que Dante.
—Pues, planeaba visitar a mi papá, hace dos días no nos vemos y le prometí llevarle a Lolo— mi hijo al ser mencionado deja de lado su comida y sonrie —Y este gordito quiere ver a si abuelo cierto?— beso sus mejillas y se rie.
—Shii, leloo—
—Pero, si quieren para que no pasen la noche solos pueden quedarse con nosotros, no es cierto amor?— habla Valeria mientras mira a Toto.
—Pues si Liv, sabes que esta es tu casa para cuando quieras quedarte aquí—
—Si, y se los agradezco pero no puedo venir a invadirlos, menos cuando iban a pasar el día juntos y yo llegué con mis problemas— los miro a ambos.
—No, tranquila, como dijo Toto, puedes venir a quedarte cuando quieras, tú y Lolo son bienvenidos—
—Gracias encerio, pero como les decía, voy a visitar a mi papá y veré si me puedo quedar con ellos por lo menos por hoy—
Todos asienten a mi respuesta y decido que es hora de irme ya que papá debe de estar volviendo de su trabajo, solo espero no encontrarme a nadie que no sea de mi agrado hoy no es mi día y no quiero tratar mal a nadie que no se lo merezca.
—Me retiro, muchas gracias por la comida les agradezco que me hayan dejado quedar acá aunque sean unas horas— beso la mejilla de cada uno y por último quedo con Thiago el cual intenta volver a besarme pero corro rápidamente la cara y lo miro mal —Nos vemos, gracias—
Cargo a Lolo en brazos y salimos de la casa, una vez que lo subo a la camioneta y coloco bien su cinturón subo yo y arranco directamente a la casa de mi papá.
Justo ahora tendría que estar volviendo de trabajar, si se que nunca les conté de que trabaja, pero creo que es algo evidente.
Mi papá es el jefe de una de las tantas mafias rusas, así como lo escuchan el gran Amadeo Di Santi, es dueño de una gran mafia rusa creada por mi bisabuelo y seguida por gran generación de los Di Santi, actualmente esta solo en manos de mi papá ya que mi abuelo solo tuvo un hijo.
Esa mafia pasaría a ser parte de mi hermano o mía, dependiendo quien sea el que tome el mando el otro deberá ser una gran parte pero solo uno será el jefe de todo eso, desde chiquita papá me había enseño las cosas esenciales que debería saber. Actualmente se el manejo de casi toda la mafia, se disparar, se pelear, se las cosas básicas.
En la gran mafia Di Santi actualmente estaría siendo yo la única mujer que este dispuesta y tenga posibilidades de quedar al mando, por todos los hombres que tanto mi abuelo y mi papá tienen en la mafia soy respetada como debe ser, soy llamada la princesa Di Santi, nunca entendí el porqué de ese apodo, pero siempre entendí cual es y cual será mi futuro en el mundo.
Apenas estacionó en la puerta de la casa de mi papá noto mucho movimiento en la casa, alcanzo a ver varios hombres rodeando la mansión pero ninguno son hombres de mi papá, algo no está bien.
Alcanzo a ver a mi hermano que viene con cuidado hacia mi camioneta y rápidamente le abro la puerta para que pueda subir.
—Que pasa?—
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Tú, Yo y ¿Él?
Teen FictionMi vida había cambiado el día que supe que tú vendrías a este mundo, todo giro al rededor de ti y cuando te vi por primera vez supe que estamos solo Tú y Yo contra el mundo, pero no todo termina siendo como lo planeé. -Eres mi puta perdición- -Somos...