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OLIVIA

Una semana después...

Una semana.

Una semana apartada de mi bebé.

Una semana en las cuales no salimos a ningún lado a excepción de bajar a desayunar, almorzar o cenar, en ningún momento pusimos un pie fuera de la casa ya que por parte de ninguno de los dos había ganas.

Creo que saben perfectamente que es lo que estuvimos haciendo para no salir, exacto disfrutando de la compañía de el otro, viendo películas, comiendo varias cosas, haciendo cosas "de pareja" si es así como se lo puede llamar.

En estos momentos nos encontrábamos aterrizando en Italia nuevamente, habíamos llegado a casa y no puedo estar más feliz, voy a volver a ver a Lolo. En estos días Kai me dijo que estuvo muy inquieto y que le costaba demasiado conciliar el sueño.

Al bajar de el avión nos subimos a las camioneta que nos estaba esperando para llevarnos a nuestra casa, al llegar veo varios autos fuera de esta y frunzo el ceño en busca de alguna respuesta.

—Que pasa?— pregunto había Dante y este está más serio de lo normal —Dante?—

Él baja de la camioneta apresurado y lo sigo, al entrar a la casa veo a una mujer bastante enojada discutiendo con la mamá de Dante.

Alice— Dante dice el nombre de la mujer, la cual al escucharlo se da la vuelta y corre hacia el para abrazarlo por unos segundos y por último terminar besándolo.

Mis ojos se llenan de lagrimas inconscientemente y mis piernas flaquean un poco, no caigo al piso ya que Malena alcanza a agarrarme y me abraza un poco.

—Dante, mi amor, no sabes cuanto te extrañe— mis ojos viajan de Dante a la mujer esperando una explicación pero esta no llega nunca asi que solo aclaro mi garganta y seco las lágrimas que no me di cuenta que salieron.

—Donde, donde esta Lolo?— pregunto sin quitar mi mirada de la pareja que esta delante mio, al parecer Dante se da cuenta nuevamente de mi presencia y me mira.

—Esta en casa de tu papá— asiento y a duras penas aparto mi mirada de Dante el cual al ver que empiezo a moverme para la puerta trata de alcanzarme pero no llega ya que cierro la puerta en su cara y avanzo a paso rápido hacia la camioneta que todavía está con el chófer.

—Llévame a la casa de mi papá porfavor— el chófer asiente ya sabiendo la dirección de esta y las lagrimas vuelven a caer.

Fui una estúpida, una total estúpida por creer que él no tenía a alguien más en su vida, todo fue muy rápido y yo, yo crei que verdaderamente íbamos a poder ser felices ambos, pero no es así, el estaba con alguien más y yo solo soy su esposa por compromiso y obligación.

No puedo creer que caí y creí en todo lo que él me dijo, me prometío que íbamos a tener una familia juntos y que íbamos a superar todo nuestro pasado pero juntos.

Y resulta que todo ABSOLUTAMENTE TODO es mentira, me mintió.

Logro ver que llegamos a la casa de mi papá así que rápidamente limpio mis lágrimas y trato de que no sea tan evidente que estuve llorando, me bajo y antes de entrar simulo tener una gran sonrisa en mi cara.
Logro escuchar los llantos de Lolo y algo se remueve dentro de mi.

—Ya escuche a ese gordito— digo mientras avanzo por la sala y Lolo al escuchar mi voz me voltea a ver —Acá estoy, veni mi amor— lo cargo y el me abraza.

—Mamii—

—Hola mí amor, como esta el bebé de mamá?—

—Mien— deja un beso en mi mejilla y hago lo mismo con él —None taba mami?—

Tú, Yo y ¿Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora