12

0 0 0
                                    

Un rayo de sol daba contra mi cara y eso me estaba molestando desde hace rato, decidí despertarme de una vez hoy tenia muchas cosas que hacer entre ellas estaban principalmente hablar con Dante, aclarar nuestras cosas y si eso no terminaba bien me mudaria con mi hijo a una casa solos.

Tengo un trabajo en el cual me pagan muy bien, mi "fama" me ayudo a llegar a algún lado y para que eso no se acabe necesito que todo siga con calma, necesito que no haya ningún escándalo que pueda perjudicarme y ayer había recibido un mensaje de que mi relación con Dante había salido a la luz.

Mi representante me había dicho que toda la prensa ya sabía que me había casado con Dante y estaban buscando la manera de averiguar sobre mi relación aunque les parece raro que nunca haya salido nada a la luz pero bueno espero que eso no perjudique mi carrera no cuando me esta yendo tan bien.

Me levante de la cama con cuidado ya que en esta estaban durmiendo Mateo y Lolo, anoche el mayor se había negado a dejarle sola debido a que todavía estaba mal y que cuando llego a mi habitación para darme las buenas noches me encontró llorando. Asi que decidió quedarme a hacerme compañía.

Me acerque a el baño para poder lavarme la cara y despavilarme un poco, apenas termine de hacer mis cosas salí y me fui para la cocina en esta no había nadie ya que todos están en el living durmiendo, todos se habían quedado a dormir para también estar si necesitaba algo.

Fui para este a ver si alguno estaba despierto y si todos lo estaban nada más que cada uno estaba en su teléfono.

—Buenos días mis amores— voy directamente a el sillón donde estaba Thiago, me acuesto a su lado y el me abraza por la cintura.

—Buenos días Liv, como dormiste?— pregunto Agus y le sonrio.

—Bien, los hombres más importantes en mi vida estuvieron conmigo, y se lo agradezco tanto chicos— todos me regalaron una linda sonrisa y yo se las devolví —Los amo—

—Y nosotros a ti— contestaron al unísono.

—Pero es hora de hacer el desayuno porque creo que todos tenemos cosas que hacer— hablo intentado levantarme pero Thiago no me deja.

—En realidad, todos liberamos lo que teniamos que hacer para pasar otro día más contigo— una sonrisa aun más alegre apareció en mi rostro luego de escuchar las palabras de Toto.

—Ayy los amoo— todos se acercan a mi para poder abrazarnos en grupo y dejo besos en las mejillas de cada uno —Son lo mejor que me paso en la vida, ustedes y mis hijos son lo más lindo que puedo haber tenido—

—Y tú eres muy importante para nosotros Liv, y no queremos verte triste si? Te queremos ver feliz y con esa sonrisa y presencia que tanto ilumina la vida de todos— abrazo aun más fuerte a Toto luego de escuchar sus palabras.

—Bien, vamos a preparar el desayuno— sin separarme de Toto este me carga en su espalda y vamos todos a la cocina.

—Yo corto la fruta— digo cuando Toto me deja sobre una de las sillas de la isla.

Una vez que busco esta y empiezo a pelarlas, veo como por la entrada de la cocina entran Mateo y Lolo muy dormidos pero Mateo carga a mi bebé.

—Aww, mis chiquititos bonitos— los miro a los dos con ternura y estos se acercan a mi, beso la cabeza de Mateo y este me entrega a Lolo —Hola bebé de mamá—

—Wueno día mami— besa mi mejilla y le devuelvo el beso —Mami, teta— acomodo bien a Lolo para poder darle pecho sin que sea muy evidente ya que tengo a puros hombres alrededor mío y puede ser incómodo para ellos, continuo picando la fruta para que podamos desayunar.

Tú, Yo y ¿Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora