Organizar una boda

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- ¿De verdad estás bien? -preguntó Lena revisándole la mejilla enrojecida, en cuanto las puertas se cerraron.

Kara asintió. Aun en shock, mientras su cerebro trataba de encontrarle sentido a lo que había pasado.

- Perdona a mi madre - siguió Lena - Es una mujer demasiado impulsiva. Y la mayoría de las veces no mide el alcance de sus palabras.

- Igual que tú- le escupió Kara - ¿Qué fue todo eso? - exigió saber.

Lena soltó por fin la mano de Kara y dejó salir todo el aire de sus pulmones.

- No lo sé. Estaba enojada, y dejé que...

- ¡Les dijiste que nos casaremos en un mes! - gritó la rubia, siendo consiente por fin de lo que había pasado - ¡¿Estás loca?! ¡¿Te das cuenta del problema en el que nos has metido?!

- Por favor, Kara- pidió Lena, dejándose caer pesadamente sobre el sofá - No grites, ¿Quieres? Solo... dame un minuto para entender lo que acaba de pasar, e idear un plan para librarnos de mi estupidez.

- ¡No me casare contigo!

Un gesto de dolor apareció en el rostro de la ojiverde ante las palabras de Kara

- ¡No puedo!

- ¿Por qué no? - añadió Lena en voz baja.

°°°

Lena y Kara hablaron durante horas, hasta que al final llegaron a la conclusión de que la única forma de librarse de toda aquella confusión, era tan simple como decir la verdad para arreglar las cosas antes de que todo llegara más lejos.

Aunque por un momento parecia que Lena insinuaba que podían hacerlo.

Y no porque de verdad quisiera casarse con ella, pensó Kara; sino porque no quería que su madre tuviera la satisfacción de tener la razón.

°°°

Al día siguiente, las dos chicas subían en el elevador de la empresa en silencio hacia la oficina del director, el padre de Lena, con quien hablarían primero de la situación. La joven heredera se veía cabizbaja y sumergida en sus pensamientos.

- Todo saldrá bien- le dijo Kara para tratar de levantarle el ánimo.

Comprendía que no se sintiera de lo mejor, ya que en el último fin de semana había roto la relación con su novia, le había pedido matrimonio ficticiamente desatando toda aquella confusión; así que como la amiga que era, debía de tratar de hacerla sentir mejor.

Sin embargo, Lena sonrió forzadamente, y eso la lastimo.

Caminaron en silencio hasta la oficina de su padre, y cuando la secretaria abrió la puerta, las dos se sorprendieron de ver allí no solo al padre de Lena, sino también a su madre y a otro sujeto que no tenían idea de quien era.

La señora Luthor se acercó a su hija para saludarla con un abrazo y un beso, que Lena no correspondió. Después trató de acercarse a Kara, pero Lena se interpuso protegiéndola con su cuerpo.

Su madre solo sonrió.

- ¿Qué es todo esto, madre?

- Bueno, ya que estas tan decidida a casarte con esta jovencita, y después de hablarlo mucho con tu padre, he decidido hacerme cargo de los preparativos de la boda.

- Eso no será necesario...

- Por supuesto que lo es. Ninguna hija mía tendrá una boda de cuarta. Aunque me lo han puesto muy difícil. Tengo solo un mes para organizarlo todo. Pero por suerte, James nos hizo un espacio en su apretada agenda, y él se hará cargo de todo.

- Pero yo...- Lena trató de hablar, pero su madre de nuevo no se lo permitió.

- No está a discusión, Lena.

- Papá...

- Dale ese gusto a tu madre. Fue muy difícil para ella aceptarlo y ahora solo quiere demostrar sus buenas intenciones.

- A menos que...- dijo Lilian clavando la mirada en Kara que seguía detrás de Lena. Luego miró a su hija y sonrió - Estés dispuesta a aceptar que todo esto es una mentira y que solo es un capricho tuyo.

Lena apretó con fuerza los puños conteniendo su ira al ver la mirada y la sonrisa maliciosa de su madre.

- Por mi está bien. Si quieres hacerte cargo de esas cosas, hazlo- terminó diciendo. No iba a darle la satisfacción de humillarlas.

- ¡Excelente! - Lilian aplaudió - James- el hombre se acercó a ellas - Ella es mi hija Lena y su prometida, Kara.

- Es un placer conocerlas.

James saludó a Lena, y su madre aprovecho para acercarse por fin a Kara y abrazarla.

- Espero que estés preparada, querida- le susurró al oído mientras la abrazaba - Porque no voy a permitir que te salgas con la tuya. Mi hija hace esto solo por un capricho, y tarde o temprano se va a dar cuenta del enorme error que está cometiendo- la mujer se separó de ella con una enorme sonrisa, y le dio un beso en la mejilla.

°°°

- ¡¿Que estás haciendo?!- preguntó Kara una vez que estuvieron en su oficina.

Lena se sentó en su escritorio y se llevó las manos a las sienes para masajearse cerrando los ojos, por el fuerte dolor de cabeza

- ¡Dijiste que les dirías la verdad!

- ¡Lo sé! ¡Pero ella me saca de quicio! ¡Me provoca! ¡Me está retando!

- Lo lamento, pero yo no tengo nada que ver con tus conflictos entre tu madre y tú. No puedes involucrarme en esto...

- No te estoy involucrando...

- ¡Nos vamos a casar en un mes! - gritó Kara perdiendo el control.

- No nos vamos a casar- respondió Lena - Kara, ella no tiene intenciones de organizar una boda. Solo está retándome. Esta jugando. Pero al final será ella la que pierda.

- Pero...

- Por favor. Solo... solo ayúdame y sígueme la corriente.

- No voy a casarme contigo- sentenció la rubia intentando dejárselo muy claro.

Lena se puso de pie y acercó a ella para tomarla de las manos, sonriendo.

- Lo sé - Kara no pudo apartar la mirada de sus hermosos ojos verdes - ¿Por qué lo harías?

Casate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora