Casate conmigo

Desastre

NOTA: Hola de nuevo. Gracias por sus comentarios y por el apoyo. Sé que todos queremos que esto se solucione rápido y que Lena y Kara se den una cogida marca diablo que haga que una de las dos no pueda caminar en un día completo. Que se declaren su amor y se den duro contra el muro, picante contra el estante, sin pena en la arena, despacio en el espacio y violento contra el asiento. 

Ja, épico ¿no?

(La verdad, soy medio maleta para escribir esas partes).

Pero, esto es SUPERCORP y ¿qué sería del supercorp sin el drama? Así que les voy a pedir un poco de paciencia y les rogare que no me odien.

Saludos.

Desastre

Alex salió con calma, dejando a Lena completamente atónita.

Tocaron a la puerta, pero Lena no respondió. Estaba demasiado concentrada en sus propios pensamientos. Tenía demasiadas cosas en la cabeza. Y el pánico por lo que pasaría en los próximos minutos la tenía anclada al piso.

Tal vez si hablaba con Kara y le explicaba. 

Tal vez si le pedía que dejaran todo y se fueran juntas.

¡Sí! ¡Eso podían hacerlo! 

Irse y dejar que la bomba explotará. Dejar qué la hermana de Kara hiciera lo que quisiera. Ellas podían irse para estar juntas. Ser felices juntas. Sin presiones y sin la carga social qué venía con su apellido. Podían alejarse de la mentira y viviera una hermosa fantasía juntas.

Su corazón comenzó a palpitar como un trueno. Palpitaba con tanta violencia que sintió que estallaría dentro de su pecho. Tenía un plan. Tomaría a Kara y se la llevaría lejos. Era lo mejor que pedían hacer.

Tocaron nuevamente con insistencia.

— ¡Necesito cinco minutos! — gritó mientras ideaba cada detalle de su partida. Lo qué tendrían qué hacer. Las cosas qué iban a necesitar. Lo qué le diría a Kara para convencerla.

Pero la persona que estaba afuera parecía tener otros planes porque siguió tocando.

Furiosa, salió para gritarle que la dejara en paz y, así por lo menos desquitar su frustración con alguien.

Sin embargo, en cuanto vio la cara de Andrea tras la puerta, se quedó con las palabras atoradas en la garganta.

Andrea no esperó por una invitación para entrar. Solo empujo un poco a Lena para abrirse paso hasta el centro de la habitación. Llena de pánico, Lena cerró la puerta no sin antes mirar a todos lados en el pasillo para asegurarse qué nadie la hubiera visto.

¡Genial! Lo que le faltaba, pensó de inmediato.

— ¡¿Andrea qué haces aquí?! — preguntó en cuanto cerró la puerta.

— Necesito hablar contigo.

— ¡¿Ahora?! ¡No! ¡No puedes estar aquí! —intentó tomarla del brazo para llevarla de regreso a la salida, pero Andrea se soltó dando un par de paso hacia atrás.

— ¡Tengo que decirlo!

— ¡¿Qué?! — Lena miró el reloj en la pared. Los minutos se le estaban acabando — ¡No tengo tiempo para esto! 

— ¡Tienes que escucharme!

-- ¡No es el momento!

Lena se tocó el puente de la nariz con frustración ¿Por qué la había dejado entrar? enserio, ¿por qué parecía que todo en ese día estaba destinado a salirle mal?

— Andrea...

— ¡Me lo debes! — su ex novia se plantó con determinación frente a ella — Me lo debes, Lena.