Eternos Sagrados

Capítulo n°5 "efímera epifanía"

Abri la regadera para que el agua comenzara a salir, era la sexta vez que me duchaba en dos días. No sabía si era el sentimiento de tener la sangre de la mujer del bosque aun en mi cuerpo, o una excusa para mantenerme despierta, y no tener que volver a soñar con sus ojos. A lo largo del fin de semana, había dormido al rededor de 40 minutos, cada vez que cerraba los ojos me levantaba con una pesadilla diferente, el nivel de horror se intensificaba mientras mas tiempo lograba dormir, así que deje de hacerlo. 

Era primera hora en la mañana del lunes, mi madre que se había estado conmigo todo el fin de semana, no había hecho preguntas sobre que me estaba pasando, aparecía a calmarte luego de despertarme de cada pesadilla y fingía no notar las ojeras que se habían formado debajo de mis ojos. Sabía que había faltado a algunos de sus turnos en el hospital en estos dos días, luego de un larga charla asegurándole que estaba bien, le dije que volviera a trabajar. 

- Volveré mañana en la tarde, tal vez llegué para almorzar - Suspire bajándome del auto, luego de haber escuchado su pequeño discurso varias veces desde que salimos de la casa - Si no te sientes bien, llámame y vendré por ti.

- Estoy bien mamá, solo fue un mal fin de semana - Me acerqué a plantarte un beso en la mejilla -  Te quiero - Me alejé del auto escuchado como se despedía antes de partir.

Claro que no estaba bien, me estaba volviendo loca. Durante todo el tiempo que estuve despierta, lo único que podía hacer era concentrarme en pensar en lo que había pasado en el bosque. Mi mente repaso los hechos una y otra vez en mi cabeza, y las preguntas sin aparente respuesta sen repetían sin fin. ¿Qué era lo que le había pasado a la chica en el bosque? ¿El hombre era quien le había desgarrado la garganta? ¿Cómo llegaron ahí? ¿Por qué Blake pudo levantarlo centímetros del suelo tan fácilmente? ¿Había pasado en realidad o había alucinado ver los ojos de Blake cambiar de color? ¿Cómo es que Blake no tenía ni un rasguño luego de que lo apuñalaron? Y los mas importante, ¿Por qué el hombre en el bosque sabía quién era Blake Adler?

Estaba caminando sin ver a ningún lado, desconectada de lo que sucedía fuera de mi mente, hasta que sentí unos brazos rodear mi cuello, abrazándome.

- Me alegra tanto que estés bien, pensé que Blake iba a matarte y dejarte en el bosque, y todo sería mi culpa por obligarte a ir LBC - Kalia seguía sosteniéndome fuerte, sentía que me quedaba sin aire por como me apretaba.

- No voy a estar viva por mucho tiempo más si no me dejas respirar, Kalia - Ella me soltó y se alejó apenada - Ya te dije que no paso nada, me dejo en mi casa porque quería dormir en mi cama, es todo.

- Claro... - Kalia entrecerró los ojos mirándome acusadoramente - ¡Oh, allá viene Carter! Lena, hay algo que tienes que saber - me giré para ver a Carter caminar hacía nosotras saludándonos con el brazo levantado - Carter estaba tan ebrio el viernes, que no recuerda nada de lo que paso, y yo me abstuve de contarle que fue Corban Adler quien condujo nuestro auto hasta aquí - Kalia había dicho todo en menos de 3 segundos, no pude responder porque habló de nuevo cuando Carter estuvo junto a nosotras - Hola, hermanito, hoy te ves muy bien.

- Estas mas rara de lo usual - Carter miraba a Kalia acusadoramente - En fin, Lena, tu bolso - Carter me entrego mi bolso donde tenía mis cosas de la escuela, lo había dejado en casa de los Brown el día que salimos - ¿Te encuentras bien? - Carter me miro con el ceño fruncido - Estas más pálida que lo normal.

Kalia le atinó un golpe en el brazo, Carter solo un insulto hacía ella, yendo a frotar la zona afectada.

- Fue su primera resaca, no la juzgues, idiota - Carter soltó un pequeño "lo siento" en mímica.

Caminamos hasta nuestros casilleros mientras hablábamos de lo bien que lo habíamos pasado, no parecía tener conflicto en que ellos creyeran que estaba bien, aunque Carter ocasionalmente soltaba miradas intranquilas hacía mi. Llegué a mi casillero y me despedí de ellos, nos veríamos de nuevo para el almuerzo, suspire tomando los libros que iba a necesitar para la siguiente clase.