Me serví mi tercera taza de café antes de volver al sofá. Luego de todo lo que había sucedido, no había conciliado el sueño, lo evitaba lo mas que podía. Necesitaba sacar de mi cabeza las palabras que la abuela de Beck había dicho, me rehusaba a buscarle una explicación a lo que había sucedido ayer. En su lugar, decidí que me distraeria, ignorar mis problemas no parecía una mala solución. Había estado toda la noche hasta que amaneció, dibujando.
Kal había insistido mucho en venir a Terra Sancta, aunque estabamos a través de una llamada el supo que algo no andaba bien. Aunque quería explicarle todo lo que estaba pasando, no pude hacerlo. Al final, logré convencerlo de que no se preocupará, de todos modos el viaje terminaría hoy.
—¿Lena? —Volteé viendo a un adormilado Corban bajar las escaleras y acercarse hasta mi. —¿Qué haces despierta tan temprano?
—No pude dormir mucho anoche.
—¿Estas bien? —Preguntó.
—Totalmente bien.
Me estaba acostumbrando a mentirles en ese sentido, aunque sabía que no eran idiotas y captaban que no lo estaba. Corban me dedico una sonrisa quitándome el café de las manos.
—¿Vamos a dar un paseo? —Asentí con la cabeza mientras cerraba el cuaderno con mis dibujos.
—Me debes un café.
Era muy temprano, tanto que la mayoría de los habitantes de Terra Sancta, aún dormían pacíficamente en sus casas. Corban y yo caminamos en silencio por el lugar, no detuvimos cerca del cementerio, miraba hacía la lejanía el lugar por el que había estado corriendo aterrada hace un par de horas.
—Siento que han pasado semanas desde que no hablamos —Comenté.
—Siempre estas con Blake.
Sonreí volteando a ver su sonrisa de burla.
—Y tu con Kalia.
La sonrisa se desvaneció, su rostro se torno apenado.
—¿Ella te ha dicho algo...? —Junté las cejas, sin entender a que se refería. —A estado rara estos días.
—Si, en realidad no hablamos mucho sobre ti, a ella le gusta guardar sus emociones hasta que le explotan en la cara. —Soltó una risa leve, estando de acuerdo conmigo.
—Si, es cierto.
—¿Y qué es lo que pasa con ustedes? Ella mencionó que ustedes aún no han...
Hice una mueca evitando decir la palabra, Corban sonrió por mi incomodidad y asintió, probandome que entendía.
—Es complicado. Quiero decir, obviamente deseo estar con ella de esa manera, pero estoy aterrado de lastimarla. —Un atisbo de tristeza se marco en su voz. —No todos tenemos el autocontrol de tu novio.
Blake, recordé lo que había sucedido el dia de la cita doble. Miré al frente evitando que notará si me sonrojaba.
—¿Has hablado de eso con él?
—No, siento que me vería como un idiota explicándole porque tengo miedo de tener sexo con mi novia cuando el puede contigo, considerando tu sangre...
A medida que decía las palabras se notaba el arrepentimiento, no quería herir mis sentimientos aunque era obvio que lo que decía era cierto.
—Deberías hablarlo, si hay alguien que va a entenderlo perfectamente es él.
Corban se giró caminando hasta una superficie de cemento cerca de lo que parecía un invernadero. Se sentó esperando que lo acompañara.
—No lo se. Nosotros no hablamos de esas cosas. Blake es muy reservado en cuanto a sus emociones, en ese sentido se parece mucho a Kal.
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Eternos Sagrados
FantasíaEsta historia es para las adictas de los casos perdidos. Un comienzo en una ciudad que no conoces, con personas que se conocen de toda la vida puede ser un conflicto para Alena Vasilevsky, en especial cuando las cosas se tornan extrañas por los suc...