Capítulo n°8 "un agorero ósculo"

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Blake no hablaba, manejo en silencio lo que me provoca nervios. No sabía que preguntar, que decirle. Mirarlo conducir me recordaba cuando él me llevo a mi casa, porque estaba preocupado por mi ¿En realidad todo eso era cierto? Tal vez era otra de sus mentiras, parte de algún secreto que no querría contarme, hasta ahora.

- ¿Vas a hablar en algún momento o ahora eres mudo como Kal? - Giro su cabeza hacía mi con un sonrisa de lado.

- ¿Por qué crees que Kal es mudo? - Su pregunta parecía con genuina curiosidad, sabía que intentaba cambiar de tema.

- Jamás habla, hoy se sentó junto a mi 2 horas mientras miraba el pasto, y en ningún momento dijo ni una sola palabra - Estaba omitiendo el detalle sobre que me encontró llorando.

- ¿Se sentó junto a ti? - Su expresión seguía divertida.

- Si, fue agradable - Blake puso los ojos en blanco volviendo la vista hacía la carretera.

- Kal no es agradable con nadie - Entonces por qué se había quedado conmigo todo ese rato.

- Estas evitando el tema, sabes que tendremos que hablar de eso en algún momento ¿no? - El soltó el aire rendido.

- ¿Qué quieres saber? - Su mano hizo presión en el volante y acomodó su cuerpo en su asiento.

- No es justo que preguntes, no entiendo nada de lo que esta pasando y lo sabes - El auto giro fuera de la ruta, siguiendo un camino en la tierra marcado por los autos que parecían haber pasado por ahi antes.

Blake estacionó el auto frente a un montón de arboles, ya no se veía la carretera y por un segundo sentí miedo. Se bajo del auto caminando entre los árboles, sin esperarme. Suspiré pensando en que tal vez iba a ser el último respiro que daba, baje del auto siguiéndolo entre la maleza.

- ¿A dónde me llevas? - No se giro hacía mi cuando hablo.

- Vivir en una casa con una familia como la mía es caótico, hace un par de meses encontré este lugar - Al final de los árboles un extenso lago de agua cristalina se extendió frente a nosotros - Es donde vengo cuando no quiero que nadie me moleste, mi lugar secreto - Dijo caminando de espaldas mientras me miraba con una sonrisa.

- Pareces tener mucho secretos - Ataqué pasando junto a él para ver el lago mas de cerca.

- Para ser sincero, es verdad - Sentí su presencia cuando llego junto a mi, también contemplanto el agua frente a nosotros - Supongo que tienes sospechas, de que es lo que pasa...- hizo una pausa breve -...lo que somos.

- ¿Criaturas sobrenaturales? - Una sonrisa de incredulidad se poso en mi casa - Jamás creí decir eso en voz alta.

- ¿Qué tipos de criaturas, Alena? - Blake volteó su cuerpo hacía mi con una mirada intensa, el no lo encontraba gracioso.

- Repasé en mi cabeza esa pregunta todos estos días, pero no puedo creerlo si no me lo dices - Volví mi cuerpo para quedar cara a cara con él, su rostro se veía aflijido, era obvio que no quería tener esta conversación.

- Vampiros - La verdad que no quería saber golpeó mi rostro sin tacto alguno - No me tengas miedo, por favor.

Su voz sonaba suplicamente, relajé mis músculos cerrando mis ojos por un segundo para procesar lo que me estaba diciendo.

- ¿Tus hermanos? - Blake inmediatamente asintió. Pensé en Corban y cómo un ser tan vivaz podía ser algo tan desagradable.

Respiré profundo sentandome en el cesped humedo debajo de mi, Blake imitó mi movimiento, pero con su cuerpo en dirección a donde yo estaba.

Eternos SagradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora