- ¿Podrías caminar un poco mas lento? - Supliqué a Kalia.
Resultaba que mi presunta amiga me había levantado a las 8 a.m. para ir de compras, tratando de distraer mi mente sobre estar siendo cuidada las 24 horas del día. Muy en mi interior me rehusaba a creer que Kalia Brown no fuera un ser sobrenatural con lo rápido que caminaba en tacones, note su cabeza rubia alejarse cada vez más entre las personas.
- ¡Buenos días! ¿Una prueba gratis? - Una niña pequeña de aproximadamente 10 años me asusto con su entusiasmo.
Sostenía una bandeja plateada con galletas de diferentes tipos y formas, estrellas, corazones y animales de colores. Le sonreí y tome una con forma de perro.
- ¡Oh por dios! Estan riquísimas - La niña salto en su lugar y se alejó a tomar una caja gris con rosa de la mesa donde parecía vender.
- Son 5 dolares - Exclamó sediendome la caja. La sonrisa se me borro.
- ¡¿5 dolares por una caja de galletas?! - La niña frente a mi puso los ojos en blanco e insistió en que la agarra.
- ¡¿Lena?! - Los gritos de Kalia buscándome me distrajeron de mi enojo.
Le pagué a la niña sus dichosos 5 dolares antes de alejarme de ella y correr hacía Kalia.
- Compre galletas para Carter - señale la caja con un dibujo de perro.
- Que graciosa eres - No había una pizca de gracia en su voz - No vuelvas a alejarte así, me asuste de que algo te hubiera pasado.
- Estoy bien, Kalia - Seguimos caminando mientras observábamos la ropa expuesta en las vidrieras de las tiendas - Odio que me cuiden de esa manera.
- Blake solo quiere saber que estas bien - Puse los ojos en blanco - Hablo en serio, no tienes una idea de como pueden ser los vampiros como Josefine o Argus.
Kalia me había tomado el brazo para que nos quedemos a ver frente a una tienda con ropa deportiva, susurraba lo que decía para que nadie escuchará.
- Ellos cazan a sus presas, no tiene una pizca de respeto por la vida humana, solo toman lo que quieren y se van - Frunci el ceño cuando mi mente vislumbro la imagen de la pelirroja en el bosque - Si ellos quieren algo de ti, no van a descansar hasta que lo tengan.
- ¿O hasta que los Adler los detengan? - Pregunté.
- No es tan sencillo, Lena - Su rostro se torno preocupado - Si Blake o cualquiera de ellos van en contra de Josefine antes de que te hagan algo, los que estarían rompiendo los tratados serían los Adler, y eso tiene consecuencias.
- ¿Qué tipo de consecuencias? - la interroge.
Kalia nego con su cabeza, intentando olvidar lo que fuera que penso. Parecía ser tan malo que ni siquiera quería decirmelo. Ahora me preguntaba si en realidad me estaban ayudando o solo los estaba metiendo en problemas.
- Olvidémonos de todo esto - Me dio una señal para que sigamos caminando - ¿Tienes hambre?
Decidimos que desayunar algo sería lo mas apropiado si seguiríamos caminando en busca de ropa para Kalia, esa chica tenía demasiada ropa, muy poca paciencia y era muy indecisa.
- ¿Cuándo te llamo Blake? - Pregunté, la confusión de Kalia se reflejo en sus cejas fruncidas - El dijo que te llamo, para "cuidarme" hoy.
- Fue ayer en la madrugada, el idiota me despertó, estaba susurrando así que supongo que tu deberías haber estado dormida - Explicó.
La mesera trajo nuestra orden y se lo agradecimos antes de que se alejará. Bebí un poco del licuado frente a mi mientras Kalia mordía su tostada con mas delicadeza que la reina de Inglaterra.
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Eternos Sagrados
FantasyEsta historia es para las adictas de los casos perdidos. Un comienzo en una ciudad que no conoces, con personas que se conocen de toda la vida puede ser un conflicto para Alena Vasilevsky, en especial cuando las cosas se tornan extrañas por los suc...