Habían pasado algunos días como si tuvieran prisa, como sí el miedo invadiera hasta el mas mínimo polvo que se acumulaba en aquella jaula sin escapatoria, las manos de él golpeaban suavemente las mejillas de aquella mujer él creía sincera y de corazón puro...
— ¿dime que he hecho yo, para que me trates de esta manera?
— ¡¡YA TE LO DIJE!! – retumbo el castillo ante su imponente voz
— ¡¡PERO ES QUE LO QUE ME DICES NO LO RECUERDO!! – sus poderosas manos la tomaron por el cuello
— Aquí no se me grita, y menos tu – la soltó de inmediato... — me lastimó el haber comprobado...que estabas con Zacky, sabiendo tu, que te dije que no quería que te le acercaras
— Y así lo hice – dijo ella con enormes lágrimas en sus hermosos y cansados ojos — ¿no me crees?
— No puedo hacerlo después de que ya lo comprobé, no deberías ni siquiera estar aquí...
— Matt... - su corazón estaba destruido por los suelos...
— ¡¡te dije que no me llamaras así!! ¡¡LARGATE DE AQUÍ!!
Sus delicados pasos se movían fuera de la habitación...los golpes y gritos de Matt la habían dejado exhausta...y se quedo en un profundo sueño, en aquella habitación donde ambas hermanas compartían de una sola cama...sus lágrimas cayeron aun estando dormida...
Las miradas de un vacío hombre exaltado, estaban perdidas en una vista sin remedio, le daba pesar que ella se alejara tanto, pero había sido una traidora sin nombre, una seductora mujer que dejaba manipular los sentimientos muertos de un hombre no común. Se levantó de aquel recinto sangriento...y caminó por los pasillos de un silencioso castillo, ni la más minima esencia se escuchaba en aquel lugar tan solitario...al mirar al frente, lo observó tirado en el piso, con marcas en su espalda y en su pecho, las paredes ensangrentadas formaban letras y frases de dolor, amor y odio...
— Levántate Gates, ¿O es que prefieres quedarte humillado en el suelo?
— No deberías estar aquí...
— Siempre me dices lo mismo, deberías levantarte, yo no estoy abrumado como tu
— Si lo estas, si me entere de lo que paso...esa mujer es venenosa
— Valla que lo es...
— Tú y yo no hablamos de la misma mujer, ¡¡DEJAME SOLO, SHADOWS!! ¿vienes a presumirme que tú no sientes mal que una mujer te haya engañado? – las manos de Matt se colocaron en el cuello de Gates levantándolo del suelo demasiado para que sus pies no tocaran el piso
— Tú no me vas a hablar de mis sentimientos, maldito engendro destruido, mira como estas quedando por una chica que no vale la pena
— ¿Y tú? – dijo Gates con dificultad, tomando el brazo de Matt — tu interior esta mas hecho mierda...que antes de...conocerla
— Tu estas demente y no sabes lo que dices, no me conviene tenerte aquí – dijo este con una media sonrisa que inspiraba miedo
— ¿A dónde me vas a llevar?
Matt no dijo nada mas, y ambos desaparecieron de aquella habitación destruida y llena de recuerdos, apareciendo en lo más profundo del castillo, en una habitación blindada a todo aquel poder que quisiera sacar lo que se encontraba dentro, nadie podría sacar de ese lugar a Gates, a menos de que Matt quisiera...