— ¡Amor!- gritó Lu desesperada al verlo delgado y demacrado, la sangre seca que se había pegado en su piel aún estaba impresa desde aquel día.
Ninguna palabra resonó de él, su mirada se levantó en un instante en que olió su perfume, su vista y sus ojos estaban dilatados y negros como la oscuridad. Débil trató de levantarse, ya que se encontraba tirado y desplazado por el suelo de rocas sucias mal gastadas. Con una cara sin igual, la que nunca en su mirada se había visto, la chica se desplomó quedando sentada en el suelo al ver tan crueldad con el hombre que mas amaba, él no dejaba de mirarla, intentaba llamarlo una y otra vez pero no respondía.
— Syn... ¿te encuentras bien?- levantó sus piernas para quedar arrodillada y esperar su reacción, levantó ambas manos para señalarle que todo estaría bien...
— Ha-m-bre...- dijo con el tono más bajo y débil que un hombre puede sacudir de sus cuerdas vocales, este no aguantó y con una de sus rodillas se paró para poder caminar, se sostenía del marco de la puerta que yacía abierta.
— Ten cuidado - le advirtió — ¡ven!..- intentó ayudar a sostenerse pero Syn con unos cuantos movimientos la tomó de las manos para acercarla a él. — ¿Syn qué es lo que estás haciendo?, ¡me lastimas!- volvió a gritarle pero el silencio que se encontraba en ese extenso lugar hizo que su voz retumbara por todo el vacío.
— Ham...br...- no terminó de decir la palabra de auxilio que este se le encimó con sus diente afilados y su cara desprevenida a su cuerpo débil por todo el viaje pasado. Un mal paso y una piedra tras sus piernas hizo que ambos cayeran al suelo.
— ¡Suéltame Syn!- esta trataba de salir de las manos de aquel que quería probar su carne ya que su hambre era mayor que la conciencia. — ¡JANEE! ¡AUXILIO!-gritaba desenfrenadamente empujándolo, Synyster no reaccionaba de quien se trataba, de a quien estaba queriendo tratar atacar, bruscamente la tomó por el cuello apretándoselo, pero al intentar escapar Lu tomó con sus últimas fuerzas su pecho para dar un gran impulso hacia él y este callera hacia atrás, y con la otra potencia que la sostenía de pie para escapar y comenzar a correr. — ¡JANE!- seguía insistiendo pidiendo la ayuda de su hermana.
— ¡Ven cariño!, solo quiero ... quier... probarte!- aclamaba Synyster siguiéndola por el extenso pasillo de las tinieblas, su voz estaba extraña, realmente el susto que le provenía a la chica al escuchar como gruñía de manera exagerada, como si fuera una bestia salvaje, justamente muy parecido aquellos demonios sueltos por la ciudad, ¿se estaría convirtiendo en uno de ellos?.
— ¡Déjame!,¡VETE! - volvió a insistir pero al mirar hacia atrás, la seguía persiguiendo, su cara estaba completamente poseída, sus cejas arqueadas con maldad y su boca que mostraba los dientes como un perro sarnoso a punto de un festín.
— ¡Aaaaaaghhhhhhhhhhhh!- un grito con maldad salió de la boca de Synyster, su velocidad incrementó un gran potencial.
— ¡Bastaa!- seguía gritando desesperada y llorando de la desesperación que la muerte estaba muy cerca de ella intentando devorarla viva.
Con unos cuantos pasos, ella tomó una de las sillas que estaba avecinados a ella al correr con una tal velocidad. La tomó con ambas manos para lanzársela para que por unos minutos ella pueda esconderse del sujeto, pero al retroceder su mirada, el esquivaba las cosas de una manera increíble, tomo una posición imprudente para poder desplomarse contra la pared y caminar en ella, así se movía rápido e infrecuente. Repentinamente otro ser anormal apareció frente a sus ojos atajándola pero con una ligera sacudida lo esquivo, quedando este otro demonio frente a los ojos de Synyster el cual necesitaba desquitar tantos nervios agobiantes que lo perseguían.
Lo tomó con ambas manos y con descontrol lo tomó contra el suelo para comérselo vivo. Lu no paró ni un segundo, corrió y corrió hasta buscar algún lugar que no pueda encontrarla y atacarla, pues si... su antigua habitación, la cual con fuerza cerró la puerta grande y pesada.
— ¡dios mioo!- dijo entre suspiros, con sus palpitaciones aceleradas y una mano en su corazón intentando parar ese miedo que se penetraba en su ser.
— ¡maldita sea!- se escuchó un grito a lo largo del pasillo pero no estaba muy lejos, si no que más cerca de lo que pensaba.
Los pasos empezaron a sonar ya que la madera vieja permitía que este sonara por cada pisada que afrontaba. Mientras tanto Lu tapaba su boca con ambas manos para no hacer ruido y no la descubriera, los ojos rodeaban la puerta y de espalda a ella ni un pelo movía, intentaba cerrar los ojos luego de ruidos extraño pasaran tras ella, como si él estaría oliendo el lugar, pero luego de unos segundos de suspenso este se retiró del camino donde estaba, y así fue escuchándose irse lentamente. Al parecer el demonio de Synyster no había percatado el aroma de Lu ya que estaba sangrado por los mismo demonios por eso pudo huir, abrió la puerta lentamente luego de un par de minutos y salió por el camino que había venido para buscar a Jane que seguramente se encontraba en el cuarto de Shadows.
— Hermana ¿Estás aquí?- preguntó Lu luego de una gran batalla, llorando y agitada de tanto correr y caminar perseguido por su mismo amor.
— ¿Qué sucedió?- ella se sorprendió con el estado de su hermana.
— Synyster esta desequilibrado, intenta comerme....él... él... estaba....distinto...- bajó la vista intentando recordar su mirada inquietante. La chica no paraba de llorar desenfrenadamente, estaba inquieta y asustada.
— ¡Tranquila hermana!- Jane la tomó por los hombros y la abrazó para dejarla junto a ella. — ¿sabes?, Matthew también intentó lastimarme- le dijo en el oído aturdida.
— ¿Qué?- ahora ella dejó de tomarla de los brazos para observarla atenta y aterrorizada.
— Si, me defendió de un dominio que me intentaba atacar, pero al despertar él intentaba comerme y me tomó por el cuello, y sonrió y gritó exaltado y yo le dije que lo amaba, y me soltó y se fue-
— Esto esta desquiciante, ¡no podemos quedarnos aquí hermana! – advirtió desesperada mirando hacia todos lados.
— ¡Nooo!, no podemos irnos, de alguna forma ellos tienen que volver Lu- pero solo quería huir de ahí , la tomaba por el brazo para salir de nuevo de la habitación pero cuando intentaron muy cerca de la puerta estaba de nuevo Synyster con esa cara aterrorizante que las miraba ambas con pudor.
— ¡Cierra la puerta!- exclamó con un grito de desespero, ambas con la fuerza que les quedaban obstruyeron de nuevo la misma, y lo primero que pensaron eran acomodar encima de esta uno de los muebles que se encontraba en la habitación.
— Lu, ¡ábreme!- gritaba Syn golpeando la puerta con ambas manos, parecía él, pero ya no confiaban ni en su sombra, estaba aterrorizadas abrasadas en el medio de la oscuridad.
— ¡Ahh mamá,! ¡por favor ayúdanos!- ambas muchachas rezaban por su vida, intentando taparse los oídos mientras que una a la otra se mantenían.
— ¡chicaaas...!, soy yo Synysterrr- gritaba, pero luego de unos minutos su voz se distorsionó y parecía diabólica, unos gritos de varias cosas sobrenaturales era la música que las perturbaba, pero luego de unos segundos los golpes de la puerta pararon, pero no lo sonidos, como una batalla fenomenal se presentaba a las fueras, golpes, gritos, voces, y un revuelto de cosas que ninguna de ellas entendía aun.