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Cuerpos mal olientes en el suelo, derramaban una sangre roja oscura...su aroma era tan penetrante que la chica tosía de una manera exagerada, para Gates era normal y natural...la tomó con cuidado a su lado poniéndose de cuclillas cerca de aquellos dos cuerpos, de los cuales solo uno se movía con cuidado, meciendo el otro cuerpo inerte...

— ¿Jane? – dijo ella a medio llorar – hermana...despierta...

— Se durmió... - la cara de Matt se levantó a mirar a los otros dos cuerpos que estaban frente a él, pero después miraron a otro lado...como si algo viniera — Lu...quédense aquí...

— Pero... - dijo ella asustada, observando cómo Matt colocaba con cuidado a Jane en la mesa donde se escondía

— Aquí tienen lo necesario...Gates...vámonos

— ¡¡¿Pero a donde van?!! – dijo ella asustada y tomando fuertemente el brazo desnudo de Synyster

— No te preocupes, amor...volveremos...por ustedes – rodeo su mentón con la mano marcada y sucia...una lágrima de ella hizo la diferencia en su aturdida alma — te amo – susurró en su oído...los ojos de la chica se quedaron abiertos por completo al verlo sonreír de una manera cariñosa...Matt dijo adiós

Una nube negra de incienso pesado, apareció de manera repentina asiendo desaparecer aquellos cuerpos tan perfectos, una imagen quedó en ella para poder así irse con una tierna sonrisa...Lu lloró repentinamente, ambas estaban solas en aquel castillo infernal, donde la carne, huesos y almas enfermas no se dejaban nada a la imaginación...Lu tapó su nariz para mirar a su hermana dormida en la mesa...lo primero que se le vino a la mente, fue tomar un pequeño vaso con agua...limpió sus manos aun con sus ojos en llanto...y metió un dedo en el agua helada del vaso...pasando la yema de este por los labios resecos de su hermana cansada. Aunque en el corazón de ella se le caía el remordimiento, y estaba vacía al sentir que se habían ido de nuevo...

— Que soledad siento...despierta, hermosa flor...para mirarte a los ojos y llenes de vida mi enfermo corazón – Jane al escuchar las tristes palabras de su hermana

— No...no...llores... - Lu soltó en llanto de nuevo, tristes lágrimas amargas corrían por sus sucias mejillas cayendo así al rostro de su hermana

— Perdón, pero no puedo evitar sentir melancolía y soledad...vamos, toma agua...- Jane dio algunos tragos grandes al vaso, dejando vacío el vaso

Ambas hermanas se quedaron sentadas en aquella mesa, cansadas, tristes, solas y llenas de mugre, comenzaron a ingerir algo de alimento, el cual caía pesado en su estomago, pero al menos resistían un poco mas...

Que silencio, que luminosidad de unas almas reviviendo, rebosando en alegría...unas manos fuertes y grandes desgarrando cuerpos muertos en vida, para poder así destruirlos...sus bocas mordían y descarnaban esos fétidos cuerpos sin nombre y sin sentimiento alguno más que destruir y desaparecer de la faz de la tierra. Cansancio en sus espaldas y en sus piernas al correr con rapidez por las calles vacías, por los edificios llenos de luces, unas prendidas otras no...jadeaban cuando se detenían a observar lo que habían dejado atrás...un llanto incontenible de su corazón lo hizo caer de rodillas al suelo ensangrentado...

— No puedo dejarla sola, no puedo...no puedo porque la amo tanto...es mi perdición...es mi maldición y mi cruz – dijo Matt tomándose el rostro con las manos llenas de sangre y sudor

— Matt...creo que tenemos algo en común...y no podemos dejarlas solas...al menos en ese castillo ya no queda nada...solo están ellas

— Bien...entonces vámonos...

Ambos cuerpos corpulentos, ensangrentados, cansados y llenos de sudor liquido, llegaron al teatro...y al estar dentro...antes de llegar al espejo...un par de ojos indomables y llenos de ira y venganza los miraban desde lo lejos...ambos miraron a la misma dirección...

— Tú me quitaste algo que es mío – dijo una voz enloquecida en la oscuridad

— ¿Quién eres? – preguntó Gates desafiante

— Él demonio que va a matarte – esos ojos y esa presencia desaparecieron así como todo lo que había en ese lugar...

El aire los invadió en sus interiores, en sus corazones renovados un poco limpios y que observaban las cosas de diferente manera...unas siluetas que se desvanecían como el polvo en el aire embruto, apareciendo así deprisa en los callejones de aquel castillo destruido...ambos corrieron a la recamara donde habían estado ellas por última vez...

Sus cuerpos esbeltos, esqueléticos y frágiles yacían en la mesa dura de mármol helado por el clima que las rodeaba...ambas abrazadas para emanarse un poco de calor...se mostraban frente a frente en una posición fetal...a ambos se les cayó el corazón al suelo, destruyéndose en millones de pedazos...sus brazos enormes y fuertes la cargaron como un pañuelo en el aire tibio, llevándosela a otra recamara sin decir más...en esa misma habitación él la miraba de una manera cariñosa y esperanzada...cuando ella abrió sus ojos...

— ¿Syn? ¡¡Estas aquí!! Regresaste – sus bracitos lo rodearon de una manera cariñosa

— No podía dejarte sola ¿O sí? – sus ojos resplandecían en la oscuridad

— Tengo sueño...

— Pues vamos a dormir...pero antes...te propongo algo...no queda nada de mi habitación...pero ¿Qué tal si nos vamos a dar un baño en otra de las recamaras?

Ella lo miró y a pesar de inmensa oscuridad que invadía aquella habitación en sus mejillas sucias se enmarcaban unas mejillas rosadas, por la pena este sonrió de una manera paciente...la cargó caminando despacio por aquellos pasillos invadidos de paz...dejándola de pie en la habitación nueva...comenzó a quitar prenda por prenda con cuidado, no costó mucho trabajo pues lo que portaba estaba más rasgado que su corazón...él y ella quedaron desnudos en una delicada tina de porcelana...respirando un sentimiento que volvía a renacer en su interior...

— Jamás voy a dejarte – susurró en su oído reconfortado

Sus cuerpos yacían en otra habitación...él que todo lo poseía por primera vez se sintió aturdido de no lastimar aquel cuerpo lleno de sentimientos y cansancio...ella aun seguía dormida, pero su tono de piel era distinto, tomaba algo mas rozado que lo eventual...al dejarla desnuda en una hermosa tina con agua tibia, se quitó la ropa él también acomodándose detrás de ella para cuidarla y bañarla bien...pronto abrió sus ojos...y sintió dos manos acariciar su vientre...no había palabras para descifrar la mirada que se encontraba en sus ojos rojos...su resplandeciente sonrisa se dejó ver frágil y cansada...el roce de unos labios en su cuello fue lo que hizo que ella dejara escapar un suspiro interminable...

— Yo voy a cuidar de ti...

— Pero si ya lo hiciste...

— Te amo...corazón mío...

Las caricias no cesaron esa noche, donde ambas parejas implementaban a su cotidiana vida un nuevo sentimiento...lleno de amor y paz por unos instantes, aunque en el corazón de Gates retumbaban aquellos ojos que lo miraron por última vez, antes de encontrarse con otro par de ojos más hermosos que le sonreía de gloria.

City of EvilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora