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El aire helado de un mundo que no podía ser penetrado por cualquier vaga alma, se colaba por las piernas de aquellas chicas que no podían ni siquiera pegar el ojo para dormir unos instantes, cuando el ruido se iba regresaba con más intensidad, a veces los golpes eran tales que se escuchaban resonar en la enorme puerta de madera...y ellas por el susto, lograban desgarrar sus gargantas cansadas un pequeño grito que delataba su terror y miedo. Esos dos pares de ojos cristalinos observaron la puerta moverse y quedarse quieta por algunas horas y algunos días, ya que el movimiento afuera no dejaba de darse...ambas estaban en si tomar el camino correcto y salir de ahí, pero por otro lado ese sentimiento de angustia de dejarlos solos de nuevo era un terror más grande de lo que estaban viviendo en esos instantes...

- No podemos quedarnos aquí nada mas - dijo Jane tomando de las manos a su hermana

- ¿Qué opciones tienes, entonces? ¿salir haber que nos pasa? No hermana...yo no me muevo de aquí

- Pero mira... ¿no escuchaste la voz de Gates? Era distinta

- ¡¡¿Y eso qué?!! Intento matarme D:

- ¡¡También lo hizo Matt con migo y no estoy huyendo!! Reacciona hermana por favor...esto no es de dejarse al olvido, no podemos irnos y ya...esto que comenzamos debe terminar...- Jane se quedó pensando después de haberle gritado a Lu, la cual no dejaba de llorar en su regazo - debemos encontrar la forma de comer algo...

- La cocina no queda muy lejos...

- Entonces tenemos que trabajar en equipo... ¿me entiendes?

- ¿Ahora qué clase de idea suicida tienes en tu pequeña cabeza, hermana? - dijo Lu limpiándose las lágrimas...harían lo que fuera por retener algo en el estomago y tener un poco de energías, ya que el agua no les faltaba...

- Bien, lo que debemos hacer es que una distraiga a los demonios y la otra corra a la cocina, y a una señal la otra deberá llegar a la cocina...

- No se diga mas, yo lo hago muy bien...no sabía que corriera tan rápido - dijo Lu acomodándose la ropa que tenía puesta

- ¿Estás segura? - preguntó Jane tomándola por los hombros

- Hermana, esto ya no es decisión de decir sí o no...es afirmación todo el tiempo y no podemos morir de hambre...estoy contigo y vamos a lograrlo, ¿de acuerdo? - le regaló una inspiradora sonrisa, que dejó a Jane más tranquila

- Bueno...es tiempo entonces...

Ambos cuerpos delgados, a punto de romperse, esperaron el momento en que el escándalo de afuera se tranquilizara, así sucedió y las dos hermanas salieron de la impenetrable habitación del señor Shadows, el cual aun seguía ausente después de aquel incidente del que se culpaba por querer dañar a la mujer que le cambio todo.

- ¡¡AHORA!! - gritó Jane

- Suerte, hermana - dijo Lu complacida...como si algo en los planes no fueran como Jane había dicho...pero siguió su camino a la cocina, corriendo como jamás lo había hecho - aquí estoy malditos bastardos

Sus piernas quedaron quietas en el medio de un pasillo abierto, destruido por todo lo que había pasado con anterioridad. Si, había miedo...pero lo hacía porque no quería morir como una cobarde, la verdad es que no sabía si se encontraría con Gates, pero ya no le importaba, si su hermana lograba consumir alimento, eso es lo único que le importaba...ella estaría bien, y su Lu dejaba de existir, sería feliz y con la victoria que rebosaría en su apachurrado corazón...

- ¡¡LU, ENCONTRE ALGO!! - gritó Jane desde la cocina, esta con una sonrisa corrió por el pasillo perseguida por demonios locos y hambrientos...

Su sonrisa afloraba en un manto de esperanza, pero un fuerte golpe de costado, la hizo soltar todo el aire que estaba consumiendo para sus frágiles pulmones, un cuerpo delgado pero que demostraba su pecho desnudo y bien formado, empujó a la chica a una habitación y la metió cerrando la puerta con brusquedad, un sonido escalofriante chocó contra la puerta de madera, y el cuerpo varonil de aquel demonio cubrió el esbelto cuerpo de Lu, protegiéndola de cualquier escombro que cayera...

Que distracción tan decepcionarte, su cuerpo necesitaba algo más que un simple sorbete de sangre y almas que no valían la pena, pero estaba satisfecho, cuerpos pútridos en el camino por donde él colocaba cada uno de sus pasos cubiertos por unas botas de cuero fino...su templanza había bajado hasta lo más profundo del centro de la tierra donde estaba parado, un lugar donde el aire no era tranquilo y alocaba su gabardina larga. Cerró los ojos mirando al cielo gris y al levantar los brazos una brisa, como un pequeño torbellino, rodeo aquel cuerpo perfecto y excitante, apretándolo para así desaparecer de la escena...

Que perfume tan embriagante, que delicadeza de sus pasos al moverse de allá para acá...su sonrisa afloraba al verla de nuevo, pero tenía miedo de acercársele y que ella lo repudiara, pero así es el precio que se debe pagar por los errores cometidos. Su cuerpo se estiraba para arriba tratando de alcanzar unas latas que contenían cualquier especie de comida nutritiva para ella o para ellas...pero Lu no estaba, eso...eso lo sacó de sus carriles, pero siguió observando como una película que quería ver, como esa sensación que había muerto y ahora trataba de salir a la superficie para tomar oxigeno puro...uno de sus torpes pies empujaron una lata vacía lo que llamó la atención de la chica...una bella flor percudida, pero que a pesar de eso...no dejaba de perder ese brillo que hipnotizaba sus ojos rojos...

- ¿Quién está ahí? - dijo su perturbada voz apretando esas latas a su pecho lastimado, parecía la misma persona, pero en diferente papel...su cuerpo no era el de antes y este se maldecía por eso

- Soy yo... - Matt salió de la oscuridad de un mueble alto, donde se guardaba cualquier plato, vaso o taza, que estaban cubiertos por el polvo del olvido...

- ¿Qué quieres? - dijo ella asustada, soltando todas las latas al suelo, lo que produjo un sonido fuerte, alguno que otro demonio quería interferir en aquel encuentro diferente, pero al ver Matt que se aparecía uno de ellos, levantaba la mano y con una mueca de desagrado hacía desaparecer aquel cuerpo hambriento

- ¿Por qué te comportas así? - preguntó él caminando un poco más deprisa hacia ella

- ¡¡ALEJATE DE MI, SHAD!!

- Pero solo quiero...

No lo dejó terminar y la chica salió de la cocina rápidamente, Matt la siguió sin problemas, pero Jane corría por todos lados, hasta meterse a una habitación donde Matt quedó frente a la puerta, muy cerca y seguía oliendo esa fragancia...ella temblaba bajo una mesa que era enorme y cuarteada, pero el fondo de esta era infinito, por lo que Matt no la alcanzaría...se escuchó el crujir de la puerta abrirse

- Preciosa...sal de ahí

- ¡¡NO!! Aléjate de mí - se acurrucó en sus piernas sucias y cerró los ojos como si aquella acción la salvara de lo sucedido y de sus brazos que la encarcelaban de cualquier libertad

- ¡¡Si no sales de ese lugar tendré que sacarte por la fuerza!!

- ¡¡Si vas a hacerlo, hazlo ya!!

- No es lo que quise decir...amor...sal de ahí

- Si, para luego que salga me comas como aquella vez, no creas que ya se me olvidó

- ¡¡¿Entonces por qué demonios sigues aquí?!!

- ¡¡PORQUE TE AMO, IDIOTA!!

Un silencio incomodo se presentó en aquella habitación sin remedio, Matt se quedó parado observando al frente, analizando aquella palabra, regresó a observar la mesa, y Jane aun no salió de aquel escondite rudimentario, y Matt agachó la mirada alejándose de aquella habitación...las lágrimas de una carita ensangrentada, sucia y cansada, caían en el piso de aquel salón...quería perderse entre sus brazos y pedirle perdón por todo lo que había pasado, pedirle que la amara, pedirle que la despertara de toda aquella pesadilla...que estaba encarnándose a la realidad.

City of EvilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora