¿Quien soy realmente? (Newt y tú)

Capítulo 40

Ambos llegaron a un lugar especial que habían encontrado solo para ellos donde antes ya habían colocado una cama y nuevamente comenzaron a besarse y Newt paso su mano por el abdomen de la joven y pronto de deshizo de su blusa y la observó detalladamente, aún que pasaba el tiempo Newt siempre la veía como lo más hermoso que sus ojos veían y con mucho amor como el primer día, poco a poco se iban despojando de sus prendas y TN se recostó en la cama mientras que Newt se colocaba encima de ella sin aplastarla y después comenzó a besar su cuello y de vez en cuando succionaba su piel y después introdujo sus dedos en la intimidad de la joven la cuál soltó un gemido, ambos se sentían como si fuera la primera vez que estaban juntos por qué no recordaban la vez que lo hicieron fuera del laberinto y se sentían muy bien de que al fin nuevamente pudieran unirse de esa manera, TN agarro las mejillas de Newt para besarlo y el comenzó a introducirse en ella lo cual provocó que la joven soltará un gemido algo fuerte y apretaba la sábana que tenían bajo ellos y cerraba los ojos, ambos se sentían completos de poder sentir al otro y poco a poco las embestidas de Newt aumentaban la velocidad y la fuerza, y lo único que se escuchaba eran sus gemidos y el sonido de sus cuerpos chocando, poco después la joven fue la primera en llegar al orgasmo y sus paredes apretaban el miembro de Newt quien poco después también llegó al orgasmo y dejo que todo el semen llenará a TN y después ambos se acostaron en la cama mientras se miraban y sonreían.

Newt se acercó a TN para darle un beso en la frente y abrazarla.

Newt: Sabes que te amo mucho y haré todo lo posible por qué al fin podamos ser felices.

TN: Lo sé, y yo también te amo, estoy segura que es la última pelea y así al fin estaremos bien.

No pasó mucho tiempo para que regresarán al refugio y llegarán al lugar donde todos ya dormían y se acostaron junto a Simon y la primera en caer dormida fue TN mientras Newt salía junto a Sarten y poco después Thomas salió con una mochila en las manos y se dirigió a un carro mientras todo estaba oscuro pero una voz lo detuvo.

Newt: ¿A dónde crees que vas? -enciende una lámpara de fuego-

Thomas: Newt.

Newt: No hagas estupideces, iré contigo -agarra la mochila que tenía Thomas- ven.

Thomas: Está vez no, aún que encontramos a Minho es muy probable que no podamos volver y debes estar con mi hermana por cualquier cosa.

Newt: Necesitas toda la ayuda posible, no voy a dejarte solo y sé que ella estará furiosa, pero sé que quiere estar en un lugar mejor todos juntos así que lo haremos.

Newt abrió la puesta del carro y ahí estaba Sarten y Thomas solo sonrió.

Newt: Empezamos esto juntos así que debemos terminarlo igual.

Thomas: Ok, traigámoslo de vuelta y espero que mi hermana no nos mate por esto.

Ambos se subieron al carro y Sarten comenzó a conducir y comenzaron a alejarse, pero veinte minutos después Brenda y Jorge se dieron cuenta de que no estaban y despertaron a TN.

Brenda: Se fueron.

TN: ¿Qué?, ¿Hace cuánto se fueron?

Brenda: Creemos que hace como 20 minutos o un poco más.

TN: Debemos irnos también.

Jorge: ¿Estás segura? Sabes a lo que te enfrentas querida, es algo peligroso para el niño.

TN: Lo sé, pero ya pasamos mucho y no quiero que les pase nada a esos idiotas.

Brenda: ¿Qué harás cuando los encontremos?

TN: Mataré a mi esposo y a mi hermano por dejarme fuera de esto.

Jorge y Brenda se rieron por su comentario y se alistaron para salir y TN cargo a Simon que aún estaba dormido y los cuatro entraron a un carro junto con algunas armas y comenzaron a dirigirse al lugar que Thomas había dicho.

Mientras tanto en la ciudad le mostraban algunas alucinaciones a Minho y lo primero que vio fue estar acostado en un hermoso lugar muy verde bajo un gran árbol y cuando se levantó pudo notar que estaba nuevamente en el área y eso lo asustó y cuando comenzó a recorrer el lugar parecía que todo el desastre que habían causado los penitentes nunca había pasado ya que todo estaba en orden y limpio y no se escuchaba más ruido que el que hacían los pájaros y después a lo lejos pudo ver tres figuras tallando algo en los muros.

Minho: ¡Oigan!

Cuando esas tres figuras voltearon pudo reconocer que eran Alby, Winston y Chuck y el crujido de una rama lo hizo voltear y pudo ver a un niño corriendo y comenzó a seguirlo.

Minho: Oye, espera, espera.

El niño entro a la cabaña donde los corredores hacían los mapas del laberinto así que Minho lo siguió.

Minho: Oye no te haré daño.

Cuando Minho entro no estaba dentro de la cabaña ahora estaba en el pasillo que indicaba que había salido del laberinto y nuevamente las luces comenzaron a iluminar todo el lugar y detrás de él se escuchó el sonido de las puestas del laberinto abriéndose así que volteo y pudo notar que ahí estaba un penitente así que comenzó a correr mientras el penitente lo perseguía y después el pasillo se convertirá en partes de un laberinto y de repente escucho unas voces.

XX: ¿Cómo estás?

XX: Es la conspiración staf.

No se detuvo y continuó corriendo muy rápido mientras el penitente estaba cada vez más cerca y de repente una fuerte luz ilumino su rostro y la imagen de un doctor apareció frente a él, pero se dio la vuelta e intento correr de nuevo, pero no podía, era como si una fuerza invisible lo detuviera y después esa misma fuerza lo mantuvo sujeto al techo mientras bajo el pasaba el penitente, pero este nunca se fue y se colocó frente a él y le gruñó y Minho comenzó a gritar.

En el laboratorio tenían a Minho de pie en una máquina mientras gritaba y mantenía los ojos abiertos, en su cuerpo tenía conectado varios aparatos y dos pequeñas mangueras que estaban drenando su sangre y la transportaban a otra máquina que extraía un líquido azul y el doctor la observaba y después se dirigió a Minho para pasar una luz por sus ojos y después volteo al cristal donde del otro lado estaban Ava y Teresa observando el proceso.

XX: No es tan efectivo como el laberinto, pero funciona.

Ava: Es prometedor, pero necesitamos una muestra más grande.

XX: Bien, continúen.

Nuevamente los gritos de Minho comenzaron a escucharse mientras la doctora se iba y Teresa solo observaba lo que sucedía y en su rostro se mostraba algo de culpa por el sufrimiento de Minho.