Tonto Alfa ☘ ChanIn

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—¿Entonces hoy tengo una sesión de fotos con ese chico? —habló Jeongin tapando con maquillaje la marca que en su cuello había.

—Sí, cariño, luego tenemos una cena con los Bang, Seo y los Hwang. Espero que tú y Changbin sepan controlar lo que sea que tengan —dijo su madre haciendo que se diera la vuelta, asustado, ¿su madre sabía?—. Lo sé desde hace mucho tiempo, cariño, un día los encontré besándose y siempre que volvías de tus salidas con tu "amigo" podía ver algún chupón.

—Lo lamento, mamá, de verdad lo lamento. Sé que he roto una regla de las que ustedes me han puesto, pero me fue imposible no enamorarme de él —Jeongin suspiró recordando la regla que su padre le había puesto: "No te enamorarás de nadie que no sea quien nosotros elegimos."

—Solamente espero que lo suyo acabe pronto, ahora estás comprometido y él se casara con su omega dentro de dos meses. Es hora de soltar, hijo —la omega se acercó a su hijo para poder acariciar su mejilla—. Espero que puedas llevarte bien con Chan y no peleen, por lo que su madre me dijo, es un egocéntrico y sé cuánto odias a las personas así.

—Está bien, mamá, haré mi mejor intento, ¿sí? No quiero hacerlos enojar —Jeongin sonrió recordando otra regla: "Nunca desobedezcas a tus padres o habrá un castigo, Yang."

—Ese es mi pequeño. Ahora baja, el auto para llevarte al colegio está esperando, el presidente de último año no puede llegar tarde jamás.

Luego de una despedida más, Jeongin salió de su hogar, subiendo a su automóvil mientras tomaba su supresor diario para esconder su olor. Odiaba ser reconocido como omega, por lo que normalmente tomaba aquella pastilla.

Mientras el auto avanzaba, el menor se perdió en sus pensamientos, recordando cuando cumplió diez años y las reglas fueron impuestas. La N.º 1 es a la que más miedo le tenía: "Siempre debes cuidar tu imagen, Jeongin, es por eso que no debes desobedecernos en nada, tendremos el control de tu vida." Desde entonces todo había sido igual, sus padres decidían con quién debía hablar, si trabajaría como modelo, si ciertas fotos salían a la revista. Sus padres controlaban todo y él solamente seguía las órdenes que le daban, era un muñeco.

Salió de sus pensamientos al llegar al colegio, un colegio privado donde había solamente personas de buena posición social, mayormente alfas en aquel lugar, era su último año en aquel colegio antes de entrar a la universidad para estudiar lo que sus padres decidieran que estudiaría. Dejó sus pensamientos de lado y se concentró en fingir aquella hermosa sonrisa, saludando a profesores, directivos y a sus compañeros.

De repente paró en seco recordando con quién tendría la cena ese día. Si Seo está ahí, significa que también su prometido, quiso llorar con tan solo pensarlo, pero solamente entró a su salón, encontrando a aquel chico de tiernas mejillas que estaba comprometido con Changbin.

—Hey, hola, Lix —el menor se sentó al lado del chico, manteniendo esa bella sonrisa.

—Hola, In —el chico le saludó con una sonrisa mientras seguía tecleando algo en el celular—. Hoy es la cena con tu familia, ¿cierto? Changbin me invitó para ir juntos. ¿Te puedo contar un secreto? —murmuró haciendo que Jeongin asintiera, a pesar de que Jeongin saliera con su novio a escondidas, ellos eran buenos amigos. Sus padres le dijeron que debía ser su amigo—. Hace unos días fue mi celo y Changbin me marcó —sonrió emocionado mostrando su cuello.

Jeongin se quedó en blanco, Changbin le dijo que no iba a marcar a Félix hasta que estuvieran casados, se sintió traicionado. Solamente pudo murmurar un "me alegra mucho, Lix, ojalá sean felices" para luego hacer cualquier cosa. Esa noche terminaría lo que sea que tenía con Changbin.

—No quiero tener una sesión de fotos con un chiquillo que solo tiene cuatro años de experiencia. ¡Hará que todo salga mal! No me importa si es mi prometido o lo que sea —bufó Chan viendo a su madre, había llegado a su empresa hacía unos quince minutos para avisarle que su prometido estaba en camino y poder hablarle de él.

—Basta, Chan, pareces un niño haciendo berrinche —habló la omega ya enojada mientras arreglaba el cabello de su hijo—. Él debe estar siendo arreglado ahora mismo, así que irás ahí, posarás junto a él y luego irán a la cena, espero que puedan conocerse bien.

—¿Por lo menos es lindo? —murmuró el alfa mientras dejaba que su madre terminara de arreglarlo—. Puedo ser cortés con él si es lindo, si no lo es, olvídate que seré bueno.

—En algo de su colegio salió como el segundo omega más lindo de TODO el colegio, además de que es tu competencia en los modelos más lindos entre las empresas. Si fuera tú me sentiría muy feliz de poder salir con ese chico, es el omega que todos desean tener —respondió su madre con una sonrisa en su rostro, terminando de acomodar el cabello de su hijo—. Listo, Chan, puedes ir a la sala que se te asignó.

Chan asintió caminando hacia la sala donde le sacarían las fotos, al entrar pudo ver claramente como esta estaba ambientada como si de un hogar se tratase. Suspiró sabiendo qué tipo de fotos se vendrían.

—¿Tú debes ser Bang Chan? —un chico un poco más bajo que él le habló, pelo plateado, ojos como la galaxia, literalmente, y la marca en su cuello que indicaba que era un cambia formas—. Soy Yang Jeongin y soy tu prometido, eso creo —Chan lo observó durante unos segundos para luego sonreír.

—Un gusto, Jeongin —de manera cortés agarró la mano del más pequeño, llevándola hacia su rostro para dejar un beso en el dorso esta—. Sí, yo soy Bang Chan y espero poder llevarme bien contigo.

—Espero lo mismo, espero poder conocerte, aunque sea un poco antes de asistir a la cena de hoy.

El chiquillo sonrió una última vez antes de ir hacia el centro del set dónde empezarían con las fotos. Chan estaba seguro de que estar comprometido con ese chiquillo sería una experiencia divertida.