Prólogo

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La casa era un desastre. La vida se había vuelto un total y desenfrenado desastre. Había vidrios rotos en el suelo, ropa por todos lados, sillas volcadas, hasta el televisor estaba echo añicos. James mira extrañado todo el lugar, que es un completo caos.

-¿Arabella? - Dice James, rodeando un mueble tirado.

Pero nadie contestaba. No había señales de vida en este lugar, todo era caos y desorden. James busca en la cocina, mirando agua y vidrio en el suelo; confuso, sale del lugar, su corazón empieza a asustarse, latir tan fuerte hasta sentirlo en la sienes. Su paso era lento, temeroso, cuando entró a la habitación de Bella. También había un caos ahí, el guarda ropas estaba casi volcado... sin ropa. Los sentidos de James se activaron, su respiración se descontroló, salió disparado a buscarla en el baño, pero tampoco estaba. Nadie estaba. Su mirada de volvió loca, indecisa, sin saber qué hacer o qué mirar. Hasta que su mirada cayó en una nota que se encontraba en la cama:

No puedo, lo siento. No me busquen. Yo lo haré. Papás, los amo. James, gracias por dejarme sola cuando más te necesité. Señor y señora Lewis, estoy sufriendo tanto o más que ustedes. Por favor, no me busquen. Juro que me mantendré en contacto, papás. James, tú tampoco me busques, lo siento, gracias por los buenos momentos... adiós.

-Bella.

La página entre las manos de James, tembló. Y su corazón se partió en dos, sino es que en más pedazos. James no asimilaba las cosas... ¿Arabella...? Arabella se había ido. Y se fue, sin el apoyo de James. Sin poder evitarlo, James, después de años sin haberlo echo, lloró. Lloró como el adolescente asustado y temeroso que era, lloró igual o más que cuando sus padres, sus ancianos, murieron. James cae de rodillas, con la nota en manos, se acurruca en sí mismo, para luego romper con rabia la nota, sus manos tiemblan, todo su cuerpo tiembla. Tanto es el dolor, tanta es la rabia, que James se encuentra hasta rojo, con todas sus venas a punto de explotar. Tanta es la presión, que un grito ronco y desgarrador, sale de la boca de James.

-Lo siento tanto, lo siento mi amor, siento haberte dejado, lo siento... - James llora.- Pero no me abandones... por favor... te amo, Arabella...

Whisky & RonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora