Capítulo 1

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Las nubes inundan el cielo, una fría pero cálida brisa arrasa, los árboles se mueven y la lluvia está por caer. Y la tristeza sigue inundando el alma. Las calles de Barcelona nunca estuvieron tan solas y llenas de tristeza desde que él llegó. James no pudo soportar tal dolor de ser abandonado, de tener a su amada lejos, sin saber dónde fue. La banda fue un gran soporte, pero no era suficiente. Daniel y James, ambos de luto, decidieron recorrer el mundo. Un año en diferente país. Ya visitaron Alemania, Argentina, Colombia, Rusia, Francia y ahora, se encuentran en España. Linda España, llena de tristeza. Daniel ya superó a su amada, aceptó el hecho de no verla nunca más. ¿Pero James? James... ha sido inundado, botado, destrozado. Aún no lo supera, aún no la supera. La música ha sido la salvación, de un momento a otro, las canciones de Dark Souls ya no eran Rock sensual y erótico, pasó a ser tristes melodías llenas de dolor.

James se acomoda en el sofá de cuero, listo para la entrevista del canal local de España. Su mirada es triste, vacía y el verde limón es más pálido. La presentadora, una hermosa rubia con ojos azules le coquetea descaradamente, pero a James no le importa. Él solo quiere a una. La presentadora mueve su melena y se muerde los labios.

-¡Tenemos el agradable honor de tener con vosotros a James Miller! - Habla la presentadora.- A ver, que gustazo tenerte aquí, James. ¡Bienvenido!

-Gracias a ustedes por la invitación.

-Vale, empezando por lo primero, ¡Qué buen músico eres! Estaba escuchando las canciones de la banda, ¡Y vaya que son geniales! Pero de pronto, escuchando las canciones más recientes, percibí un bajón. Letras y ritmos deprimentes. ¿A qué se debe eso?

-Experiencias de la vida, supongo. Ya sabes, no todo lo bueno dura.

-Tus letras expresan un amor hacia alguien.

-Lo sé, así es.

-¿Puedes contarnos el por qué del cambio?

-¿Es en serio? ¿Me invitaron para hablar sobre mi vida privada?

-Lamentó husmear, pero esto influye en vuestra música. Y hay un enorme bajón en las letras, aunque son muy buenas. ¿De quién te enamoraste, James?

-No diré nombres.

-No los digas, está bien.

-Mis canciones son para ella.

-¿Qué pasó con ella?

-No lo sé.

-¿Desde cuándo no la ves?

-¡A la mierda, no tengo porqué hablar sobre mi vida privada! - Explota James, saltando del sofá y se va.

-¡Pero estamos al aire...!

A James no le importó, él salió echo una furia. No es que no pudiera hablar del tema, es que no puede soportar semejante dolor al recordar. James sale del edificio, sube a su auto y conduce por las calles, con lágrimas amenazando por salir. Se detiene en un semáforo.

-¿Qué me has echo, Arabella? - Dice, mientras las lágrimas se encuentran en sus ojos.- ¿Por qué no puedo olvidarte?

James trata de retener las lágrimas, aunque le es muy imposible, pero lo logra. Nadie jamás en su vida le había hecho tanto daño. Jamás había sufrido así por alguien, por tanto tiempo, 6 jodidos años. El semáforo cambia a verde y James no se mueve, está tan concentrado en nada. Los autos empiezan a sonar la bocina, James sale del trance y sigue su rumbo. Aunque, no hay un rumbo fijo. James termina aparcando a un lado de la carretera, donde apaga el motor y se recuesta, cansado, sobre el volante. La lluvia al fin empieza a caer y a bañar el auto de James.

-No puedo olvidarte...- Susurra para sí mismo.

No importa qué haga, James no supera a Arabella, muchas veces a tenido la intención de buscarla, pero no sabe ni por dónde empezar, no tiene ni la más mínima idea de dónde está, de un día para otro, ella desapareció de la faz de la tierra. Daniel a tratado de ayudarle, para que salga a delante, pero cada intento es en vano. James tiene 6 años sin tocar a una mujer, sin besar, sin sentir. Con la única mujer que hizo el amor, fue con Arabella. Los sentimientos de James de apoco, se han ido apagando, desgastando, muriendo rápidamente. Ni siquiera se tiene amor a él mismo; las cosas se han puesto muy difíciles para él, aunque sean fáciles. Cada cosa que hace, las hace sin interés, todo le da igual. James se siente muerto. Jamás había sentido lo que era tener un corazón roto y ahora lo sabe y de la peor manera. James no suele llorar, pero a veces, todas sus emociones se acumulan y explotan; no permite que nadie, ni Daniel, le vea llorar. Con el tiempo, James se convirtió en un hombre cansado, sin motivación y sin ganas de vivir. Los días siempre habían pasado, todo ya no podía ir de mal en peor, porque ya no había nada peor que eso. Estoy tan jodido, piensa James. Cada chica que se le acercaba, la alejaba al instante, no permitía que nadie se le acercará. A menos que fuese ella. Pero ella nunca volvió.

Ya no había nada que curara ese dolor. Ni drogas ni alcohol. Tan solo le quedó respirar. Como pudo, entre lluvias, regresó a su casa. Una casa con un hermoso jardín, con muchas margaritas. Y esas margaritas, solo le recordaban a ella, en la azotea, semidesnudos, acostados sobre ellas. La lluvia cada vez se hace más fuerte, los árboles bailan con la brisa, la tierra se moja y James solo se desploma sobre la cama, con la ventanas abiertas de par en par, haciendo que la brisa helada entrase a la habitación y bañara a James. El cielo de un azul marino oscuro, con un hermoso detalle de truenos y relámpagos que entran por la ventana. Las cortinas se balancean, dándole un toque magnífico a la habitación oscura. El subir y bajar del pecho de James se hizo rutina. Los brazos del chico se encuentran estirados sobre su cabeza, sintiendo como su cuerpo abraza al frío. La vida se había convertido en una rutina, una aburrida.

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¡Hola! ¡Ya empezamos otra vez! Espero que les guste este capítulo, la sinopsis y el prólogo, disfruten. Pronto subiré el 2 capítulo. Que tengan un buen día.

Les quiere, K.

Whisky & RonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora