8: Nos lo merecemos

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Toco el piano en mi habitación, tengo los  cascos puestos y me  dejo llevar por la melodía, no tardo en entonar las primeras  frases.

Si pudiera despertar y no pensarte lo haría.

Si pudiera decir que ya te olvidé, lo diría.

Si pudiera ser más fuerte que tú, la noche no dolería.

Las letras de Tini de la canción de carne y hueso salían de mi boca mientras tocaba el cover que había hecho a piano.

Jugando a ser fuerte.

Para convencerme que ya me olvidé de ti.

Siempre me habían dicho que cantaba bien, era consciente de que a la gente le encantaba escucharme  cantar y tocar el piano. Pensé muchas veces en estudiar la carrera de estudios superiores a la del conservatorio, pero mi corazón pertenecía a la medicina.

Para  convencerme que ya me olvide de ti

Pero solo soy de carne y hueso

Y te sigo amando hasta los huesos

Y me estoy muriendo, estoy muriendo.

Toco un par de canciones más alegres, mi madre entra en la habitación con dos tazas de te, me da una y se sienta a mi lado mientras cierro el piano y lo desenchufo.

- Ha sido genial volverte a escuchar cantar- me da una caricia en el pelo, despeinándomelo.

-¡Mama!- me quejo recolocándome el pelo, pero con una sonrisa.

- Mañana viene tu hermana- me dice, abro mis ojos como platos. - la  idea es pasar el día las tres juntas.- asiento emocionada, luego me acuerdo de que mañana era día de partido.

- Mañana juega el Barça en casa- hago  un puchero, pone los ojos en blanco.

- Está bien, hasta que empiece el partido por lo menos- me tiro a abrazarla y a decirle lo mucho que la quiero. - Venga estudia.- me dice señalándome el plan de estudio que me había puesto para hoy.

- Hoy voy a pasar la tarde con Pablo- le aviso, ella asiente.

Me remuevo inquieta en el escritorio, me intento concentrar en el temario pero mi cabeza no para de pensar en Pablo y en su mensaje de hoy por la mañana.

Quería compensarte lo egoísta que he sido y pasar toda la tarde que tengo libre juntos.

Tu y yo solos, nos lo merecemos.

Me había emocionado con los mensajes ya que Pablo tenía muy pocos días libres y los solía invertir en quedar con todos sus amigos o yendo a Sevilla para ver a su familia.

Me apetecía muchísimo estar a solas con él, sentía que Pablo era bastante más distinto que con personas alrededor.

[...]

Después de comer y recoger la cocina mientras mi madre iba a descansar, corri al armario para ver que me ponía. Llevaba en pijama todo el día por lo que opté por ducharme también.

Me  pongo una camisa  de lino abierta, por debajo llevo  un top negro de licra y unos pantalones cortos vaqueros anchos, no me despido de mi madre ya que está durmiendo en el sofá.

Cojo las llaves del coche y no tardo en arrancar hasta la ubicación de Pablo, quien salía de una campaña publicitaria.

- Hola - me saluda entrando en el coche, le sonrío feliz y emocionada por la tarde de hoy, pongo la dirección que me da, es a la playa.

Charm | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora