Cuando Soobin se había quedado dormido en la parte trasera de su auto, no pudo evitar sonreír por lo agotado que estaba en esos momentos.
Sus labios hinchados y rojos, sus pestañas resaltaban pues estaban húmedas, causa de haber llorado. Y sabe que del placer.
Sus piernas ni las podía cerrar bien, estaban entre abiertas por la actividad antes hecha. Y su cuerpo se aferraba al saco que minutos antes le había dado.
A mitad de camino se estaciona en un market, para comenzar a buscar su teléfono.
Él tiene el número de la recepcionista, entonces le marca. Pues ella debe tener registrado en sus carpetas la dirección del menor.
Después de todo Yeonjun era un caballero. Nunca dejaría a su pareja sexual de esa manera sabiendo su estado, y sabiendo que en verdad el menor tenía restos de helado por todo su cuerpo, quería dejarlo en la puerta de su casa.
Una vez dejó de timbrar, habló.
—Hola, buenas tardes. Soy Choi Yeonjun, ¿recuerda que...?
—¡Oh, señor Choi! Es un gusto volver a oírlo. Ya sabemos lo que desea. Pero desafortunadamente Soobin ya está separado para toda la semana. Muchos clientes lo solicitan a él. Me temo que...
—¿Está separado dice?—murmura con la voz grave. Su mandíbula está tensa y su mano aprieta la palanca de cambios.
—Hm. Lo lamento mucho, pero si desea podemos separarlo para usted la siguiente semana.
—No. Está bien. ¿Desde qué hora atienden?
—Desde las cinco de la tarde hasta las once y media de la noche. Lo estaremos esperando, señor Choi. ¡Siempre hay otras opciones!
Él corta la llamada y no puede creerlo. Traga saliva con dureza. Y ni siquiera quiere voltear a ver al menor.
Se siente traicionado.
Después de todo Soobin en realidad era eso. Una prostituta. ¿Por qué se sorprendía? ¿Por qué le enojaba tanto que su agujero haya sido usado por otros hombres también?
La verdad es que no le importaba que sus anteriores amantes hubieran tenido otras parejas sexuales.
Y era mentira que nunca usaba condón. En realidad en la secundaria y universidad siempre tenía cajas de preservativos. Y sólo con algunas cuantas mujeres no usaba. Claro asegurándose de que tomaban pastillas.
De no ser así, tal vez Yeonjun hasta hubiera tenido miles de enfermedades de transmisión sexual.
Fue sólo una excusa, porque una de las razones por las que Yeji se enamoró de él, fue porque era posesivo.
Con marcas y chupetones. Yeonjun marcaba lo que creía era suyo.
Y ver a Soobin desde el primer momento despertó esa parte de él que era celosa.
Aunque si lo veíamos por otro lado, era demasiado tóxico. Llevándolo a mentirle. Diciendo que no usaba condón.
Pero eso no quitaba de ninguna forma el sólo hecho de haber sido desobedecido. Soobin nunca se salió de su trabajo.
Ja, y pobre de él. Pensó realmente que lo había dejado en abstinencia. Cuando en realidad follaba con otros hombres a sus espaldas. Ganando dinero extra.
Como la prostituta barata que es desde un inicio.
Pero no dijo nada. Durante todo el trayecto estuvo pensando. Y evitando en voltear a verlo dormir. Con la mandíbula tensa y una mirada seria.
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❦| Si te elijo a ti... ©yeonbin ¡ཿ྇
FanfictionSi lo hubieran visto en un lugar como ése, muy de seguro la noticia se correría con rapidez. Llegaría a los oídos de quienes ama, estaría arruinado. No puede permitirse algo así por un error como aquél. Pero... Si fue un error, ¿Por qué no dejaba d...