Acaba de terminar el primer exámen y siente realmente que le ha ido pésimo.
—¿Cuándo volverán tus padres?
—No lo sé. Y espero que nunca.—Beomgyu quería soltar una carcajada al ver a su amigo tan concentrado apuntando y repasando cuatro libros a la vez. Mientras que él lo veía con un batido en sus manos.
—Esa no es la manera de estudiar.
Soobin no le hace caso.
—Los americanos vendrán después de los exámenes... Ya quiero que vengan. Al menos veré si hay un gringo que quiera ser mi amigo.
—¿Tan ansioso estás por cambiarme?
Beomgyu rie.
—Podrás ser un hormonal de mierda pero aún así eres mi amigo desde la infancia. Y te tengo mucho aprecio.
Soobin al fin levanta la mirada. Y hace una mueca. No sabe si es una sonrisa o alguna otra faceta pero le sonríe cortamente.
—Yo igual...
El de hebras largas suspira.
—¿Sabes?... Estuve pensando sobre tus problemas. Y te puedo ayudar a superar con tu adicción.
—¿Qué? —paró de escribir para mirarlo otra vez.
—Sí, con tu adicción. Al sexo.
Soobin lo mira asustado. Voltea a todos lados para asegurarse de que no hay nadie que lo haya oído y entonces habla.
—¿Yo? ¿Adicto al sexo? Estás loco, Beomgyu.
—Bueno. Tienes todos los síntomas. Y no me importa si lo niegas. Tienes que enfocarte en otra cosa, Soo.
El pelinegro bufa para después continuar con su labor de estudiar.
—Puedes hacer algún deporte. Entrar a un club. Hacer algo extracurricular. Dibujar, pintar, bailar, cantar, hacer skateboarding, no lo sé, hay muchas cosas en las que puedes invertir tu tiempo. No todo es sexo, y lo sabes. —habla esta vez más serio. Y Soobin solo niega a todo.
—No necesito nada de eso. No soy un maniático al sexo. No todo el tiempo quiero hacerlo. —arruga el entrecejo.
—Eso dices tú. Pero desde mi perspectiva no puedes aguantar ni un solo día—esta vez baja la voz—sin poder tocarte el pene.
Soobin aprieta los labios y su rostro está rojo.
—Beomgyu, ¿qué dices?
—Verdades.—sonríe.—Pero esto es un proceso. Verás que pronto encontraremos algo que te guste. Algo que te distraiga de penes y condones.
El mayor tan solo hace una mueca disgustada.
—Es ridículo.
—Digas lo que digas estaré firme con mi decisión.
Soobin rueda los ojos y continúa con su labor. Claro hasta que cierta persona aparece, y la seguridad, y cara de superioridad de Beomgyu desaparecen.
—Hey, hola. —Taehyun se sienta al lado de su pelinegro amigo. Y solo asiente a modo de saludo hacia Beomgyu quien aparta la mirada una vez lo saluda.
—Tae, hola. —Soobin continua y el menor no evita soltar una pequeña risita.
—Sobre...—le comenta con cautela.
—No quiero hablar sobre eso...
—Entiendo. Solo quería decirte que... Ya sabes que esas perras se inventan cualquier cosa porque están tan aburridas rascándose el culo que no tienen otra cosa más que hacer.—lo anima.
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❦| Si te elijo a ti... ©yeonbin ¡ཿ྇
FanficSi lo hubieran visto en un lugar como ése, muy de seguro la noticia se correría con rapidez. Llegaría a los oídos de quienes ama, estaría arruinado. No puede permitirse algo así por un error como aquél. Pero... Si fue un error, ¿Por qué no dejaba d...