Si lo hubieran visto en un lugar como ése, muy de seguro la noticia se correría con rapidez. Llegaría a los oídos de quienes ama, estaría arruinado. No puede permitirse algo así por un error como aquél.
Pero... Si fue un error, ¿Por qué no dejaba d...
Cuando volvió, rápidamente Beomgyu y Kai lo llenaron de preguntas.
—¿Qué hicieron allá adentro y porque demoraron tanto? —pregunta Beomgyu.
—Hyung está rojo.—señala Kai.
—Claro. De seguro no perdió el tiempo.—suspira.—Además, una vez te fuiste con él, las chicas comenzaron a seguirte hasta la enfermería. Y no estabas ahí, ¿a dónde te fuiste?
—Entonces funcionó. A parte de perras eran chismosas...—resopla.
—No en frente del niño. —le cubre las orejas al menor quien ríe.
—De hecho nosotros tratamos de que no fueran hacia allá porque Beomgyu-hyung sabía que algo no andaba bien.
—De nada, Soobin. Puedes agradecermelo contándome porqué se fueron.
Soobin suspira para después medio sonreír.
—Nada. Solo le decía algunas cosas... Y él terminó invitándome a salir.
—¿En serio? —pregunta el de cabellos largos. Soobin asiente.
—¿Entonces ustedes son novios?—pregunta el menor de los tres y Soobin entre abre los labios para negar.
—No es así... En realidad, él es casado.
Kai finge desmayarse y se cae en el césped con un brazo en su frente.
—Amor prohibido... Y él es casado. Soobin-hyung, eres un destructor de hogares.
Beomgyu carcajea y el mayor se avergüenza.
—No lo digas de esa forma...
—Te aniquilara el solo hecho de que tiene hijos.
Hueningkai abre tanto los ojos que literalmente podrían salirse de sus cuencas.
—Eso es más serio...
—Beomgyu.—lo fulmina con la mirada y entonces solo la mención de ello...
Tal vez lo hace sentirse un poco culpable.
—Eres un metiche, Beomgyu.
—¿Qué?
—Me voy. Los veo luego.
Kai coloca una mueca triste. Sin embargo, Beomgyu niega.
—A veces se pone así, no te preocupes.
—Eso del amor prohibido es demasiado romántico... Pero si su novio tiene hijos, ya no es lindo.—Beomgyu ríe.
—Sin embargo, a Soobin no le importa.
—¿Desde cuando están juntos?
—Hace meses. De hecho, recientemente están viéndose con frecuencia. Antes habían semanas que incluso no se veían.
—¿Tanto tiempo? ¿Aún así él no se ha divorciado?
—No. Yo creo indudablemente que eso es lo que le calienta a Soobin.—Beomgyu niega con la cabeza, en desaprobación.
Hueningkai se avergüenza y suspira.
—Debe ser... Incluso siento que lo hicieron ahí dentro.
—En realidad lo hicieron ahí. No hay dudas.
—No quiero imaginar eso...
—Imagínate. Yo tuve que soportar cada uno de los relatos que Soobin me contaba para desahogarse.
Kai soltó un chillido cubriéndose los ojos. Negando con un sonrojo notable.
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