Episodio 05

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Sus sentidos percibieron un aroma que comenzaba a serle más agradable de lo normal.

Besó aquella parte y sintió una textura diferente. Besó de nuevo, para esta vez lamer.

Y sintió como el cuerpo bajo suyo se removió.

Entonces apretó más su cintura y bajó sus manos un poco más. Sintió su trasero moldeable y lo amasó como quiso. A su antojo.

El menor comenzó a removerse. Sin despegarse del adulto, se hundió en el espacio de su cuello.

Es cuando ambas erecciones se encuentran que Yeonjun jadea por la sensación nunca antes experimentada. Y Soobin despierta.

—Niño.

—¿Ye-Yeonjun-hyung?

—Tengo que irme.

El pelinegro está confundido.

—Suéltame.

No entiende porqué le dice aquello. Pero cuando se da cuenta, sus piernas y brazos están literalmente enrollando al mayor.

—No lo estoy sosteniendo...

—Lo haces.

Sus manos están también alrededor de su torso. En realidad, ambos están abrazados entre sí. Como dos piezas de un rompecabezas.

—Perdón.

Y a pesar de haberlo soltado, su cliente no lo ha soltado a él.

—Hyung.—y suelta su cintura. Ambos sienten estar vacíos.

Por el frío, obviamente.

—Te recomiendo que no aceptes a ningún cliente más después de mí.—pudo haber sonado posesivo.—Cuando vuelva quiero que estés como nuevo.—Pudo.

—De todas maneras no creo poder atender a alguno más...—responde.

—Ya veo. —Soobin asiente. Luego de unos segundos, vuelve a hablar.—Perdón.

—No se preocupe. Es mi trabajo después de todo, hyung.—y lo ve con unos ojos que le proporcionan calma.

—De todas maneras.—mira a los ojos al pelinegro por algunos segundos.

Se levanta de su lugar, sentándose en el colchón.

Y cuando está a punto de girar para colocarse sus prendas, Soobin lo detiene.

Lo detiene con un beso suave en los labios. Yeonjun lo recibe de inmediato. Jadeando por el agradable aliento mañanero del niño.

Algunos chasquidos más y Soobin se separa.

—Gracias por adquirir mi servicio. Vuelva pronto.—le da una sonrisa de hoyuelos.

Y el mayor coloca una media sonrisa. Para finalmente, girarse, dándole la espalda.

Se viste con normalidad y es cuando oye su teléfono celular de último modelo que timbra en el bolsillo de su pantalón.

—¡Yeonjun! Por Dios, recién contestas. Estaba tan preocupada... ¿Dónde estás? ¿Por qué no contestabas mis mensajes?

Soobin está vistiéndose cuando oye la voz femenina detrás del celular. Mira de reojo, curioso. Notando así que Yeonjun se levanta para tener mayor privacidad.

Concluye al instante que es su novia. Pero notando la edad del hombre, es más seguro de que sea su esposa.

Y por algún motivo eso le provoca culpa.

—Llegando a casa te explico.

—¿Ni siquiera un buenos días? Al menos dime dónde estás, Yeonjun-ah.

❦| Si te elijo a ti... ©yeonbin ¡ཿ྇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora