Si lo hubieran visto en un lugar como ése, muy de seguro la noticia se correría con rapidez. Llegaría a los oídos de quienes ama, estaría arruinado. No puede permitirse algo así por un error como aquél.
Pero... Si fue un error, ¿Por qué no dejaba d...
—Choi Soobin, hoy no trabaja. Él recién comienza la siguiente semana. Pero como le dije el otro día...
—No quiero solicitarlo. Vine para que me ofrezcan a otra persona. —la chica abre los labios y asiente con rapidez.
La que lo atiende no es Jessie. Es otra chica, de seguro una nueva por la manera inexperta en la que lo recibe.
Pero lo extraño es que a ella le habían dicho que este cliente, que estaba frente suyo siempre solicitaba a uno, de manera fija. Aunque luego le diría a su jefa que no fue así, y que por el error el cliente se había frustrado.
—Aquí tenemos a las trabajadoras.—saca la gran libreta. Y entonces él ojea con rapidez alguna persona que logre llamar su atención.
Es cuando su vista cae en una chica de facciones suaves y aspecto tierno.
Él inevitablemente se siente levemente atraído por la figura femenina y entonces la apunta con su dedo.
—La quiero a ella.—la muchacha asiente, tomando la libreta y tecleando en su ordenador.
—Está disponible. Para hoy a las siete de la noche. ¿Está de acuerdo?
—Sí. Volveré entonces. —dice para dejar el fajo de billetes en la mesa y darse la vuelta. Haciendo que su elegante saco se mueva y su perfume varonil se esparza por el ambiente.
La novata suspira mientras lo ve irse con esos aires de elegancia.
Pensó que la chica debía de ser afortunada por haber sido escogida por tal hombre atractivo.
Ella de inmediato llamo a la muchacha y le avisó que tendría un cliente más en su horario.
Mientras miraba el fajo con una sonrisa. ¿Así de fácil era, o acaso a ese cliente le sobraba el dinero? Escuchó que gracias a uno de los clientes frecuentes es que esa semana estaban remodelando una habitación.
Y pronto se implementarían tubos para poder realizar los famosos bailes eróticos. Gracias a ese gran capital entrante es que se da esto, y definitivamente Eunchae ama su nuevo trabajo por ello.
Porque a ella también le encanta el dinero fácil.
Como a muchos que trabajaban en aquel lugar.
Como a Soobin, por ejemplo.
Aunque habían algunas que trabajaban ahí por necesidad, la mayoría en realidad. Pero otros por diversión como Karina. Otros para distraerse mientras generaban dinero, como Taehyun. Y algunos que sólo querían tener sexo mientras que eso les otorgaba experiencia y sobretodo, dinero.
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—¿Y bien, Eunchae-unnie? ¿Me dirás quién me solicitó ya? Te recuerdo que te dije que negaras a Park Yo...
—No, de ninguna manera, noona. La señorita Jessie me informó de eso. Pero... Ya que insiste tanto, se lo diré. —dice en una sonrisa.—Aunque quería que fuera secreto. Porque este cliente en especial es demasiado atractivo.
Lia abre los labios en grande. Mientras se cubre la boca con sus finos dedos.
—¿Realmente? ¿Alguien atractivo?... ¿Podrá ser mi próximo sugar daddy?
Eunchae ríe para después decir.
—Tal vez. Parecía alguien de dinero. —comenta con una sonrisa. —Ya bueno. Te digo su apodo.—ojea la página de información y luego mira a la chica delante suyo que está expectante, casi mordiéndose las uñas.—Se apoda "Daniel"
Lia suelta un chillido mientras salta en su lugar. Con una sonrisa de oreja a oreja que Eunchae no podía entender, no hasta ahora.
—¡Unnie, te amo! ¡Me conseguiste al hombre más deseado de este prostíbulo! —desde su lugar abraza a la peli negra quien sonríe aún sin entender sus palabras.
—¿El hombre más deseado...?
—¡Sí! El mismo que nos dio tanto dinero que por él estamos haciendo remodelaciones. El mismo que pensé que era gay y que no tendría una oportunidad. ¿Pero cómo me eligió a mí? ¡Eunchae, cuéntamelo todo! —toma sus hombros y los sacude con fuerza, sus labios aún están estirados por una sonrisa enorme. Sus ojos brillan.
—Pues... Él... sólo vino y me pidió la libreta. De ahí, te vio y te eligió.
—Oh, por Dios. Eso significa que le parecí bonita. —chilla otra vez mientras se hace aire con sus manos. Sonriendo a la nada. —También significa que Soobin-ah no lo hace bien como antes. Como supuse, algún día dejará de ser el empleado del mes. —se ve las uñas y dice con un tono de superioridad.—En verdad no puedo creer que yo sea la elegida. —Eunchae suelta una pequeña risa por la emoción de la chica.
—Bueno, ¿entonces supongo que borro el nombre de Soobin-oppa de la lista del Señor Daniel?
—Sí, sí, sí. El Señor Daniel debe de estar cansado de Soobin. Aunque a nadie le agrada en realidad. Solo a Tae-oppa.
—¿Y por qué a nadie le agrada Soobin-oppa si es el que más ingresos ha generado? —pregunta intrigada.
—Porque cuando su cliente venía aquí por él, Soobin se la pasaba alardeando el premio gordo que consiguió. Diciendo que lo hacía de maravilla y tenía dinero. Mucho dinero.—habla de brazos cruzados y con un puchero infantil. —Pero ahora quiero ver su cara cuando sepa que su cliente me ha solicitado a mí. —se señala con una sonrisa.
Eunchae hace una "o" con sus labios, mientras asiente. Comprendiendo.
—Entonces lo quito de la lista.
Lia asiente, mientras ve como borra el nombre de Soobin en la lista del cliente. Eso porque Jessie le había dictado especialmente que el señor Daniel siempre elegiría a Soobin. Pero ahora no fue así.
—No puedo esperar a maquillarme y ponerme la mejor lencería que tengo para impresionar al señor Daniel. Estoy segura de que yo haré que se vuelva 100% heterosexual. Porque escuché por ahí que es un hetero-curioso. —susurra ésto último. La novata la mira con sorpresa.
—¿Hetero-curioso? Oí de esos tipos de clientes. Y la mayoría terminaron siendo gays. —cuenta. Lia frunce el ceño.
—Ya veras que yo haré que se vuelva heterosexual. No por nada estoy en el top 10.
—¿Qué número? —Lia balbucea nerviosa para después decir.
—Ocho.
—Oh.
—Pero imagínate. De cuarenta empleados, yo soy la octava... —dice.
