Quackity
Me lleva la chingada, si leyó el mensaje.Ahh, qué nervios.
Spreen está aquí, parado justo frente a mí. Dios mio, y además me está coqueteando.
No sé como contestarle, aparte me es imposible seguirle el rollo con la puerta abierta. Cierto, ya nos traen cortitos, si algún streamer lo ve por aquí de seguro se van a armar tremendos chismes que probablemente acaben en twitter.
Odio que se metan en mi vida privada y ahora spreen entra en esa sección. Dejé de lado todo lo que estaba pensando y el como me estaba sintiendo, lo primero es nuestra privacidad.
— Cállate el hocico cabrón, te pueden escuchar —le dije bajito y lo jalé hacia adentro, me asomé a ver el pasillo, afortunadamente está vacío.
Escuché su risa detrás de mí. Me giré lentamente, asimilando el hecho de que yo solito me acababa de meter en la boca del lobo al encerrarme con él.
Vi que me estaba mirando de arriba hacia abajo sin ningún descaro. Siento que mi cuerpo se tensa mientras más me mira. De repente hacemos contacto visual, yo desvío los ojos inmediatamente hacia la cama, no como indirecta, más bien porque está justo detrás. Es que no puedo mirarlo a los ojos, mi mente está llena de aquellos mensajes turbios que le llegué a mandar.
— Vení quackity —después de los pocos segundos de silencio incómodo spreen fue el primero en hablar— se nota que estás re nervioso boludo.
Me aguanté las ganas de contestarle mal. No era necesario recalcar lo obvio. Agh, quiero decirle que me estoy echando para atrás pero a la vez siento que si le digo eso me voy a arrepentir toda mi puta vida.
Además ahorita que me acuerdo según yo le quería decir más bien que si no me quiere para algo bonito no me voy a dejar coger.Ten huevos, alexis. Ya no hay vuelta atrás.
Decidido, me acerqué a spreen. Realmente no estaba tan lejos de mí, sólo di unos pasos y ya lo tenía enfrente. Me intimidaba un poco que fuera más alto que yo, no era mucho pero sí lo suficiente como para hacerme girar un poco la cabeza hacia arriba para verle los ojos. Oh, no grave error, me topé en primer plano sus pestañas.
Sentí como si me estuvieran quemando la cara, debo estar rojísimo.
Es que de verdad cómo chingados puede estar tan perro preciosoo.
Sus pestañas se ven aún más bonitas de cerca, definitivamente son mi debilidad.
Spreen se comenzó a reir, a escazos centimetros de mi cara, me llegó el olor a menta de su boca.Sonreí inconscientemente, spreen tiene la risa más bonita que hayan escuchado mis oídos, creo que ahora mismo tengo una cara de pendejo enamorado increíble, por más que quiero no puedo apartar la vista de él.
— Dale besáme o algo no te quedes viendo como un pelotudo nomás —soltó el argentino, con una sonrisa coqueta.
No sé si fue el cómo lo dijo o quizá la forma tan caliente en la que me está mirando pero ya no me importa.
A la mierda si es mi novio o no, me lo quiero coger igual.
Lo agarré de la nuca y lo jalé hacia mí. Todo pasó muy rápido, nuestros labios se unieron, me separé al segundo por los nervios, abrí los ojos y me asusté al ver que él también me estaba viendo, sonrío y ahora fue él el que me besó: un pico, dos, tres, bastantes hasta que se quedó quieto, la verdad no tenía ni perra idea de como seguir hasta que spreen empezó a mover sus labios sobre los míos, dios mio es una sensación demasiada rara, pero me está gustando mucho.
Lo imité y la sensación se intensifico aún más, sentí como sus manos pasaban de agarrarme la cara a deslizarse hacia mi cintura. Estaba tan concentrado tratando de seguirle el ritmo que cuando sentí algo duro chocar contra mí casi me atraganto. No me dió tiempo de reaccionar porque sentí como su lengua rozaba mi labio inferior, abrí la boca por instinto y no dudo en meterla. Ahora estabamos rozando nuestras lenguas como si nuestra vida dependiera de ello, no pude evitar gemir ante lo caliente que se estaba poniendo todo. Dejó mis labios para dirigirse a mi cuello y sentí que sus manos se tensaron en mi cintura para jalarme hacia él, ahora si me estaba repegando sin nada de pena toda su erección. Me mordí el labio para no gemir, ya hace rato me había dado cuenta que estaba igual o más cachondo, la fricción de nuestros pitos chocando mientras me lamía el cuello se sentía como el maldito cielo.
— ¿Te gusta? —me preguntó spreen.
— A-ah sí, me encanta.
Dios, estoy tan excitado que ya no conozco la verguenza.
Spreen se detuvó, me agarró una de las manos que tenía sobre su hombro y la dirigió a su visible bulto.
— No mames, la tienes durísima —le dije sin pensarlo dos veces.
Aunque momentos atrás lo estaba sintiendo en otro lado el tocarlo directamente con la mano era más impactante.
Spreen sonrío.
— Así me la pones.
Me reí, como me gusta este vato.
Mi mano seguía en el mismo lugar, apreté levemente y spreen soltó un gemido bajito.
No puedo más con estas ganas, le desabroché el pantalón no muy seguro de lo que iba a hacer, me topé con sus bóxers y dudé un poco si bajarlos o no, le di una rápida mirada para confirmar si sí quería y él asintió, eso es todo lo que necesitaba para proceder. Me puse de rodillas en el piso y se la saqué.
Su perra madre, tremenda vergota tiene este vato, qué pedo yo ya sabía que la tenía grande pero en fotos no se veía tan así.
Tragué saliva y me lamí los labios, no pensé mucho y lo hice. Apenas y toqué la punta con la lengua sentí que spreen se estremeció.
Sonreí y volteé hacia arriba, ahí estaba él viendome fijamente con las cejas fruncidas y la boca entreabierta.
— Dalee, seguí chupando —exclamó el principe.
Me reí bajito, qué desesperado.
No lo hice esperar mucho y me lo metí lo más profundo que pudo entrar en mi boca, spreen gimió y me empujó de la cabeza con brusquedad haciendo que su pene llegara más al fondo de mi garganta.
Sentí como que me tocó la campanilla, por instinto solté una arcada y mis ojos se pusieron llorosos, a su puta madre, me quiere matar este pendejo o qué.
Estaba a nada de pellizcarlo para que me soltara pero el sonido de alguien queriendo abrir la puerta nos pusó en alerta.
Mierda, olvidé ponerle seguro.
Del susto se me olvidó que estaba chupando pito y tensé la mandibula, spreen pegó un grito de dolor.
Doble mierda, le mordí el pene a mi crush.
Le empecé a pedir perdón muchas veces mientras éste soltaba todos los insultos argentinos existentes.
En eso la puerta se abrió.
Oh, no.
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Oh No! // spreen x quackity
FanfictionQuackity tiene un enorme crush en Spreen, obviamente esto es un secreto. Pero un día comete un pequeño error que pone loco a su fandom. 🟡Capítulos cortos. 🔞Probable contenido +18. 🔴Tener en cuenta que es sólo ficción y no busco incomodar a nadie...