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Quackity

Estuve todo el día encerrado junto a Spreen, la verdad es que hubiera sido lindo de no ser por el contexto detrás. A pesar de haber tratado de distraernos viendo series toda la tarde aún seguía pensando en lo que pasó.

¿La gente realmente olvidará esto para mañana?

Después de todo esa noche era la gran velada. Cosa que muchos de sus fans esperaban y en general, mucha gente. Probablemente las tendencias de twitter se enfoquen en todo lo que suceda durante esta noche.

— ¿Estás bien?

El argentino me sacó de mis pensamientos. Despegué la vista perdida que tenía sobre... ¿la almohada? Normal que me preguntara si estaba bien, seguro parecía loquito viendo a la nada tanto rato.

— Ah, sí, estoy bien nada más que sigo poquito ansioso.

— Bueno, yo igual pero dejá de pensar en eso, ¿queres arreglarte acá o tenés que ir a tu habitación?

— Mierda, mi traje está en mi cuarto pero me da cosa salir de aquí, de seguro los demás ya saben todo.

Dije con honestidad. Detrás de las pantallas los streamers seguían siendo simples personas, personas que les encantaba el chisme. No quiero salir pero debo, quizá si me hago el estúpido ante el tema...pero el problema es que si que hay pruebas, puta mierda, puto Juan.

— Voy yo por el.

— No, nada más vas a confirmar todo, si algún pendejo te ve y te toma fotos qué, no dudes de lo mierdecilla que pueden llegar a ser esta gente —respondí siendo lo más lógico que podía.

Spreen se quedó callado, pensando en lo cierto de mis palabras seguramente. Suspiré y me levanté de la cama dispuesto a ir a prepararme.

— Espera —me agarró de la mano y me di la vuelta para verlo—...no, olvídalo.

Me dieron ganas de rodar los ojos, pero no lo hice porque me dió ternura, no sé cómo pero creo que sé exactamente qué es lo que me iba a decir, o bueno, pedir más bien.

Lo tomé de la cara y le di un besote, así de rápido porque ya era medio tarde. Él me sonrío en cuanto me separé, se ve tan guapo que creo que prefiero quedarme aquí que ir a la velada, pero no puedo hacer eso en la situación que estoy.

— Te veo al rato, guapo —le dije con una sonrisa antes de darme la vuelta para irme. Ni siquiera esperé respuesta de su parte, porque en eso y me convence de quedarme.

Estoy en el pasillo y a primera vista no hay nadie, es buena señal, a esta hora lo más probable es que estén todos ocupados con sus outfits. Igual no me hago confianza, voy a tratar de llegar lo más rápido que me permitan mis piernas hasta mi cuarto.

Llegué en menos de dos minutos, record. En fin, ¿dónde está mi tarjeta? Busqué en mi bolsa izquierda, nada, la derecha... tampoco, con pánico llevé mis manos a las bolsas traseras pero ni siquiera estaban, puta madre, este no es mi pantalón.

Ni siquiera me di cuenta porque son bastante parecidos, mierda, mi tarjeta está con Spreen.

La puerta se abrió de repente en mis narices, casi me da un ataque a la verga, estaba bien metido en mi mundo.

— ¡Métete rápido!

Ni siquiera había asimilado bien el susto cuando Komanche ya me había jalado para adentro.

— Mira, no me importa lo que sea que tú y Spreen se traigan en manos, pero la gente está loquísima, apenas me meto a twitter lo primero que veo es una foto tuya aquí afuera.

— ¿¡Cómo!?

Me acerqué a él, tenía su celular en la mano y pronto me enseñó de lo que hablaba. Una puta foto que me acaban de tomar en el pasillo con la descripción sobre que esos pantalones los habían visto en otra persona.

Oh, no.

Oh No! // spreen x quackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora