I feel you //Wenclair

Capítulo VIII

"Todo sufrimiento proviene del anhelo, del apego y del deseo."

~Edgar Allan Poe

Pienso en todo aquello que tuve que pasar, soltando lágrimas mientras camino por un bosque algo misterioso.
Para colmo Ajax se estaba poniendo muy excitado conmigo, toca mucho mi cuerpo cuando nos besamos y yo no tengo la necesidad de tener relaciones aún o de estar con él supongo. Hoy hablé con él para ver si cambió esas actitudes, pero me equivoqué de nuevo. Hace cosas que no quiero que haga y él lo sabe. Siento que nuestra relación no está funcionando...

Merlina:

Pasaron dos horas desde que Enid se fue a hablar con su madre. Tanto no puede tardar, se me hace raro. Mientras tanto continúo escribiendo mi novela. Al final llega y se queda parada a un lado mío.

_¿Como vas con tu novela?

_Bastante bien. Se me ocurrió un tétrico conflicto que no dudé en añadirlo.

_Bien por ti entonces.

Dejo a un lado la máquina de escribir y me pongo de pie para dirigirme hacia el balcón.

_Ven aquí. _Le digo y las dos nos quedamos apoyadas en el barandal admirando la hermosa noche junto con la luna llena.

_¿Todo bien con tu madre? _Empiezo a hablar.

_Si todo bien, ya sabes es un poco molesta con algunas cosas, pero todo bien. _No quería decirme que estuvieron hablando pero no le digo nada.

_Tardaste en llegar. _Le digo fríamente.

_Quería tomar aire y salí a caminar. _Noto cierta debilidad en su voz, no suena tan alegre como otras veces. Pero no quiero preguntarle si le pasa algo para evitar el sentimentalismo.

_¿Por qué te fuiste a dormir al cuarto de Ajax? _Le hago la misma pregunta de hoy. No es que me importe pero no era necesario que duerma en otro lado... ¿no?

_Pues porque después de que nosotras discutimos no quería regresar a nuestro cuarto.

_Y... ¿Por qué? _Trato de tirarle más la lengua aunque yo sé la respuesta.

_Porque no quería verte la cara Merlina. _Me dice en un tono más alto.

_A mí también se me hace difícil ver tu cara Sinclair. Pero para tu buena suerte... te estaba esperando para pedirte disculpas.

La rubia se queda mirándome asombrada por un momento.

_¿Lo dices enserio?

_Tú ganas Enid. _Le digo ya impaciente.

_Te perdono. _Me dice como si nada.

_¿Lo harás? No lo entiendo, si fui terrible contigo en estos días.

_Descuida ya pasó. Lo que vale es que te disculpaste amiga.

_Yo no podría perdonar así como así, a menos que pague con su sangre y dolor.

_Tú sólo me dijiste un par de cosas feas... pero si fuera una traición o algo más grave creo que ahí si no podría perdonar.