AKEMI
Sentada sobre la cama con las manos apoyadas en el colchón cierro los ojos en un intento de apaciguar el dolor, suelto quejidos, duele respirar, el simple movimiento de mi estomago resulta molesto. Observo mi cuerpo, donde quiera hay hematomas, heridas por cicatrizar y en ocasiones como hoy heridas frescas. Mis dedos se colocan sobre una de ellas cubriéndose con mi sangre. Cierro los ojos e intento respirar con suavidad haciendo una mueca tras percibir un dolor punzante a lo que confusa abro los ojos, apetito no es. Coloco la palma de mi mano sobre mi vientre en un intento por descubrir el origen del dolor, más no hay nada más allá del ordinario descendiendo mi vista cuando la misma punzada se presenta, ¿acaso eso ha sido...?
Tres días de su ausencia son un alivio, poco importa el motivo mientras me permita recuperarme y descubrir si aquello ha sido real. Varias veces he intentado salir de aquí, aunque sé que todos en el reino han fallecido, Kyle dejo muy en claro que no dejaron sobrevivientes lo cual me molesta, no tuvieron compasión siquiera por los infantes. Aun así, no dejo de pensar en la gente de la ciudad, he tenido mis dudas, no quisiera arriesgarlos, ya no confío en nadie en el clan, pero..., prefiero la compañía humana; desgraciadamente he fallado en cada intento por huir de aquí. Siempre escuche que los lobos son más fuertes siendo pocos de los nuestros quienes podrían asemejarse o ser superiores, en cuanto a mí la fuerza bruta nunca ha sido mi fuerte, ni siquiera soy capaz de desprender un par de barrotes o de salir de aquí, y ahora esto...
Estos tres días han sido útiles para confirmarlo, suspiro cerrando los ojos sin quitar la mano sobre mi vientre, es extraño sentirlo de vez en cuando, nunca me puse a pensar en la idea de tener hijos, ni siquiera porque algún día ocurriría. Durante algún tiempo tuve la ilusión de tener pareja, pero no soy alguien que tome la iniciativa y supongo que la presencia de Adel ahuyentaba a los chicos. Sonrío con tristeza, ahora eso es imposible.
En cuanto a Kyle, lo detesto, pero más el hecho de que confié en él, de no haberlo hecho, ¿sería diferente? Ahora debo soportarlo lo cual no solo es repugnante, duele cada vez que ocurre, duele ser la causante de la muerte del reino, duele lo poco que recuerdo de ese día, más no me rendiré. No lo haré, no puedo, aunque en ocasiones quisiera hacerlo, pensar que ya no queda nada hasta que recuerdo a los humanos, aquellos con los que suelo convivir, pero aguantarlo, el dolor físico y emocional... Ahora es definitivo, estoy embarazada y en mi estado no puedo luchar, odio a Kyle, pero aquel al que llevo en mi vientre no tiene culpa alguna, tampoco es grata la idea, pero ahora es lo único que me queda. Este pequeño, sea niño o niña y la gente en la ciudad.
Con la mirada en el techo mi mente divaga, no dejo de pensar en que ahora llevo una vida dentro de mí, mis pensamientos van desde la negación, el rechazo, el miedo y la aceptación. Intento imaginarme en maternidad, lo que sería tenerlo en brazos, no soy capaz de ver una imagen mía en aquel estado, mucho menos en la situación en la que me encuentro. En una situación diferente podría haberlo deseado en un futuro, con una pareja, posterior haber viajado, estando casada, sonrío, aunque mis padres tenían otros planes para mí, me comprometieron por lo que es incierto saber si pudiera surgir amor, lo complicado es que temo acercarme a las personas, me atacan los nervios y por ende no suelo mirar a nadie a la cara. Mi error fue confiar en Kyle cuando en un inicio siempre me genero desconfianza, ahora pienso en todos aquellos que dieron su vida por proteger a los demás, a quienes ahora yacen muertos y la realidad de que no soy capaz siquiera de defenderme de un solo hombre.
Limpio las lágrimas al escuchar la manija de la puerta, elimino cualquier rastro de mi rostro antes de tomar asiento con la vista fija en la puerta intentando mentalizarme para lo que viene. Lo veo ingresar, silencioso y centrado en sí mismo, mis manos tiemblan y reprendo mi acción, sino fuera tan débil... Ahora es así, temerosa y a la defensiva cuando pretendo mostrarme fuerte y luchar, poco a poco, aunque el deseo persiste estoy siendo dominada.
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Compromiso roto
VampireAkemi lleva años siendo sometida, prisionera de quien debía protegerla, mismo que lleva a cabo actos crueles con tal de satisfacer sus deseos carnales. La antes muñeca de porcelana, gentil y delicada, es ahora un simple títere que lleva tras de sí u...