NARRADOR
Viernes, 05 de marzo
Llegada la mañana el sol se percibe tras las negras cortinas que cubren la ventana, la pelinegra sonríe al apreciar a su hijo con la cabeza inclinada en la orilla de la cama y la sabana enmarañada en su cuerpo, gatea hasta él depositando un beso en su mejilla, por un leve instante lo admira con una sonrisa en su rostro hasta que sus pequeños ojos soñolientos se abren y gira para verla, acomodándose.
-Te amo -expresa depositando un beso cercano a uno de sus ojos.
Acaricia su rostro disfrutando su calma hasta verlos cerrarlos nuevamente, seguir su pecho subir y bajar serenamente. Boca arriba sonríe en presencia de la imagen en el techo para girar la cabeza hacia su otro hombre quien aún duerme, sus bellos ojos ocultos tras esos parpados decorados con esas largas pestañas. De rodillas lo admira viendo de vez en cuando hacia su pequeño. Una risueña risa sale de sus labios antes de encaminarse a la ventana.
De pie remueve un poco la cortina apreciando los rayos de sol que iluminan el día, gozando de la vida que logra apreciarse en dicho escenario, suspira para ver a quienes yacen en la cama. Con tan solo un short y una playera del ojiazul se encamina a la cocina para beber un gran vaso con sangre, haciendo acto de presencia Artem deposita un beso sobre su cabeza antes de verlo retirarse divisando su ancha espalda perderse tras atravesar la puerta principal. Con el vaso sobre sus labios desvía la mirada percatándose en un pequeño horno artesano en la cocina que antes no había visto. Una vez termina se encamina a las escaleras buscando con la mirada a la pelirroja tras su llamado. Al ingresar a la habitación de los padres de Zia se detiene casi al instante apreciando la pintura en la pared tras la cama, una gran luna, brillosa con tonos plateados la decoran, a su alrededor rayos de sol en tonos dorados fusionando ambos iconos en un oscuro fondo; el mural le recuerda a un dije que ha visto con anterioridad.
-Zia lo hizo.
Mientras Susumu atiende su herida Akemi repasa en su memoria a las tres reinas que ha conocido hasta ahora. Su madre solía ser de pantalones, siempre casual, pero elegante utilizando rara vez vestidos de igual característica, en momentos importantes dichos vestidos mostraban ostentosidad. La Reina Erea por el contrario denota poder con su andar, siempre rodeada de joyas, vestidos largos y ostentosos. Susumu en cambio es más sencilla, de hermosos vestidos en tonos pastel y una pulsera con ese dije similar a la pintura en la pared. Artem posee uno igual, él lo porta en un collar.
Tras cubrir las nuevas cicatrices con gasa acepta la mano que la pelirroja le extiende llevándola donde el armario.
-Puedes tomar lo que te guste.
La emoción se refleja en el par de ojos rojos al apreciar la variedad de diseños en el interior del mueble; no obstante, muerde su labio inferior vacilante. Susumu sonríe interpretando su duda, selecciona entre ellos uno y se lo muestra sobre midiéndoselo.
-Eres hermosa Akemi.
Sus palabras son alentadoras para la pelinegra quien con ayuda no solo se coloca el vestido sino también permite a la mujer peinar su cabello, algo sencillo, pero hermoso.
Nerviosa, con el labio entre los dientes e ignorando el aroma a carne en el piso inferior ingresa a la habitación donde su alto y torneado chico selecciona una prenda superior, con la mirada recorre su cuerpo mordiendo ahora su labio a causa del deseo, al ascender su vista se encuentra con la de él haciendo exactamente lo mismo, recorrerla con la mirada, contemplando sus desnudos brazos, sus bien formadas piernas al encontrarla únicamente con ese corto vestido que le llega a medio muslo. Las mejillas de la pelinegra se tornan rosadas viendo como el espacio se extingue entre ambos, él acuna su rostro depositando caricias, contorneando sus carnosos labios, apreciándolos, ella posa las suyas a cada costado del cuerpo de su chico, esperando ansiosa.
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Compromiso roto
VampireAkemi lleva años siendo sometida, prisionera de quien debía protegerla, mismo que lleva a cabo actos crueles con tal de satisfacer sus deseos carnales. La antes muñeca de porcelana, gentil y delicada, es ahora un simple títere que lleva tras de sí u...