AKEMI
Día 582, 11 de noviembre
Lágrimas se deslizan hasta humedecer la almohada mientras mi cuerpo tiembla impotente, incrédula, confusa y dolida. Con anterioridad he tenido extraños sueños, me he visto enfrentarme a canes y al mismísimo Kyle, lo he tenido con el hocico sujetando mi garganta mientras le pido que me mate ante un intento fallido por escapar, me he visto de tal manera, determinada, sin temor alguno y ofuscada, más no temerosa. Dichas imágenes eran confusas como las primeras veces que vi a Adel o a mis padres sin recordar quienes eran, pero verme luchando es muy distinto, no me creía capaz de hacer algo como eso.
Creí que Kyle era la causa por la cual despreciaba a Drake, ahora sé que realmente nunca lo hice, no hasta que no supe de mí. Creí que Kelly siempre estuvo al pendiente de mí, que era la única que podía entenderme, ahora sé que en un inicio yo no le agrade hasta ese día en que Drake nació y él no me dejo siquiera verlo. Parecía perpleja, inconforme con Kyle, por eso días después de su ausencia a escondidas lo llevo a la habitación permitiéndome estar con él, ese mismo día en que me pregunto cómo me gustaría llamarlo pues Kyle aun no lo nombraba, fue el último día en que fui consciente de mí, la primera y última vez que tuve a Drake junto a mí.
Sencillamente me perdí y aún no sé quién soy, pese a sentirlo todo parte de mí, a su vez parece tan irreal, tan lejano, como si no perteneciera a mí, como si alguien más hubiera poseído mi cuerpo durante ese lapso cuando realmente, esa es la realidad y lo que viví una cruel falsedad, aunque mi verdad. De luchar, de hacer lo posible por escapar, llegó la confusión, tontamente creí que era pareja de Kyle hasta que una vez más me mostro quien realmente era hasta esa ocasión en que demostró que ni siquiera le importé pese a decirme constantemente que así era. En cuanto a Drake... Debí protegerlo, debí estar a su lado, debí quererlo, y es lo que más me duele, aun así, algo me dice que de no haberlo olvidado Kyle no me hubiera dejado verlo. Quizás de ser así a Drake le hubiera ido mejor, no lo sé. Habría luchado hasta salir, o simplemente para llegar a Drake, pero ¿y si de aquella manera él me hubiera odiado? Si llegaba a enterarse... Pero aún es pequeño, me pregunto, ¿Zia habría llegado de igual manera?
Con mi cuerpo agitándose producto del llanto, mi cuerpo removiéndose en su sitio a causa del dolor emocional, de saber lo que realmente sucedió gracias a la regresión, tan confundida...
La habitación de Andrómeda me recibe una vez abro los ojos incapaces de retener lo que me abruma viendo absolutamente todo borroso ante la humedad en mis ojos. La culpa me consume y parece que es lo que más suele atacarme de manera incesante, esa sensación de ser la causa de todo, un dolor de cabeza para todos.
Inhalo y exhalo con cierta dificultad en un intento por calmar aquello que me ataca, recuerdos golpeando mi cabeza con imágenes persistentes e ininterrumpidas que me confunden aún más, quizás debí luchas más, tal vez me rendí muy fácilmente, no lo sé.
-Zia... -pronuncian mis labios sin dejar de pensar en Drake.
Le debo una disculpa, le debo todo, más no me atrevo, no al menos sin Zia de por medio, después de todo ha sido gracias a él que he logrado acercarme al castaño, no habría podido hacerlo sin su ayuda.
Intento normalizar mi respiración, limpio mi rostro de la humedad que han provocado mis lágrimas antes de tomar asiento, en el momento en que lo miro, sin importarme nada me pongo en pie sobre el mueble lanzándome a sus brazos ocultando mi rostro entre su cuello, percibiendo los suyos rodearme, envolviéndome su calidez de manera casi inmediata disfrutando del contacto. Me aprieto a su cuerpo percibiendo algunos rastros del agua salada descender por mis mejillas, Zia permanece en silencio sosteniéndome, su aroma surtiendo ese efecto tranquilizador.

ESTÁS LEYENDO
Compromiso roto
VampireAkemi lleva años siendo sometida, prisionera de quien debía protegerla, mismo que lleva a cabo actos crueles con tal de satisfacer sus deseos carnales. La antes muñeca de porcelana, gentil y delicada, es ahora un simple títere que lleva tras de sí u...