7. Sangre

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NARRADOR

Con hombres y mujeres a su disposición, alfa e hijo del Clan Ica observan dos barcos en la lejanía acercarse presurosos rumbo a la orilla oeste de Diero.

—Que el pueblo se resguarde, no quiero a nadie fuera de sus hogares -ordena el mayor viendo a hombres y mujeres retirarse. —Quiero un grupo esparcido por el pueblo, no me arriesgare si alguno llega a cruzar y hacerle daño a alguien; que otros custodien hacia la casa de Jordan, no permitan que ninguno llegue a ella.

Los miembros del clan se organizan para llevar a cabo sus órdenes.

—Aston -el aludido observa a su alfa, —que el príncipe venga y quédate a resguardar.

El joven asiente con la cabeza corriendo sin perder tiempo, sin aliento solicita la presencia del príncipe para acto seguido acatar las órdenes dadas quedándose al cuidado de cada uno de los presentes en el hogar.

Durante el trayecto que lleva a cabo el joven de la realeza observa como hombres y mujeres miembros de la manada orden a cada habitante del pueblo resguardarse en sus hogares, así como otros tomar posiciones, dichas acciones le rememoran las constantes confrontaciones que suelen llevarse a cabo en su continente producto de intrusos que pretenden apoderarse del puesto de su padre. Las idas y venidas en el interior del reino, hombres luchando a muerte contra grandes contrincantes, mujeres y niños temerosos en busca de algún resguardo y muchos otros defensivos ante cualquier percance.

Para él un enfrentamiento forma parte de su pasatiempo, la lucha ha formado parte de su vida desde edad temprana, pero un combate a muerte siempre es diferente; no obstante, no se ha presentado el día en que haya temido por su vida; por el contrario, la furia y el temor por otros ha sido su motor para fortalecerse y mantenerse vivo para ellos. Aunque un can es diferente y en otras circunstancias le habría gustado conocerlos, o en su caso disfrutar de la experiencia de una batalla sabe que para hoy únicamente lloverá sangre. Nunca antes se ha enfrentado a un can y lo acontecido en el bosque no cuenta como tal.

Ante cada paso su cuerpo sabe a lo que se enfrentara, sabía que tarde o temprano él llegaría, por días no había hecho más que contenerse tragándose cada sensación, emoción y deseos que lo envolvían ante el transcurrir de los días viendo a la chica pelinegra tras aquella ventana donde el agua solía cubrirla, deslizándose en ocasiones en compañía de quien al presentarse abusaba de ella.

El primer día que la vio no fue capaz de conciliar el sueño confundido con su recuerdo, su rostro no salía de su mente, fue lo mismo que lo insto a volver a presentarse con el fin de verla sin esperar que ocurriera realmente. La primera vez que lo presencio lo envolvió la impotencia, furioso consigo mismo por no poder hacer nada. Cuando se repitió, aunque sabiendo que lo rechazarían intento persuadir a su padre, la negativa llego. Pretendieron evitar que se presentara, pero algo en su interior se lo impedía impulsándolo a ir con el único deseo de verla, la presencia del hombre siempre lo fastidiaba.

Al día de hoy sabe la respuesta a esa extraña sensación que entonces lo envolvía, a ese deseo inexplicable de verla, de impedirle llevar a cabo el deseo de la chica. Mientras más se acerca a su destino más determinante se percibe, dentro suyo aún aguarda la furia que durante días ha contenido, dentro suyo aguarda una nueva sensación y otro poco de él sabe que es un egoísta.

Con su típica mirada penetrante cada paso demuestra determinación, su porte y semblante tranquilo pese al posible desenlace, en lo que su interior espera por aflorar aquello que duramente ha acumulado. Ese día no solamente por primera vez se enfrentará no a un can, sino a un alfa, sino que es consciente de que, así como puede salir vencedor, puede morir dejando todo a su suerte. A un clan con una disputa que no le concierne, a un pueblo consumirse ante la perdida y el temor, a Akemi, posiblemente nuevamente en garras de su agresor, y a un menor crecer en un mundo devastador. Como también podría dejar a los suyos en una nueva disputa contra el Clan de la Penumbra, que el Reino de la Perdición se alce contra Luna Gris y a su vez, intente proclamar el ya inexistente Reino de las Sombras.

Compromiso rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora