Era una mañana tranquila en la ciudad, autos voladores pasaban y la gente compraba comida en máquinas expendedoras. Personas y alienígenas caminaban por las calles.
Kinecelerans, Splixsons, Tetramands, Galvans, Necrofriggianos y Geochelones convivían tranquilamente con los humanos, como si fueran parte de ellos.
Desde aquel evento, todo el universo estuvo en una era de paz. Todos los seres de otros planetas (incluido los humanos) eran tratados como iguales. Pese a que aún había ciertas tensiones con otros seres: Cómo los Vulpimancer, por su naturaleza poco evolucionada, o los Pyronitas, debido a la composición de sus cuerpos.
Mientras las personas hacían sus compras y charlaban de sus vidas, una chica humana de piel morena y cabello negro corría a toda prisa. ¿El motivó?, ella no quería llegar tarde a su primer día de clases.
El nombre de la chica era Marry Álvarez, una chica de origen Mexicano, que hace poco fue aceptada en una de las universidades más prestigiosas de la tierra:
Cielo Estelar, un campus fundado por Galvan hace un siglo, con el fin de conmemorar el sacrificio de aquel héroe que unifico a todos los seres del universo.
Mientras el conductor abrió la puerta, esperando a que aquel pequeño puñado de estudiantes se subiera al aereoautobús, Marry a toda prisa gritaba:
-¡Espérame!
Cuando pensó que nadie más se subiría, el hombre bajo la palanca, lo que le dio a la morena unos momentos para entrar, logró hacerlo a duras penas, para sorpresa del conductor.
Mientras jadeaba con desesperación, mostró su solicitud, el señor, sin decir nada, hizo una señal con el pulgar, para qué se sentara.
Marry camino por el pasillo del autobús, en busca de un asiento vacío; sin embargo, cuando pensó que logró hallar uno, una aguda voz la saco de su trance:
-¡Espera, este asiento está ocupado!
Marry reacciono, se dio la vuelta, solo para notar a una Galvan hembra sumamente molesta.
-¡Fíjate por dónde vas Mono subdesarrollado, por poco me aplastas!-. Regañó la alienígena de menor tamaño.
-Lo siento -. Se disculpo la chica, solo para que una voz la llamara:
-¡Oye señorita!-
Miró adelante, solo para notar a un Kineceleran y un Splixson que la llamaban.
-¿Por qué no te sientas con nosotros?-. Invitó el Kineceleran, golpeando ligeramente su asiento vacío, como si le insistiera a que se sentara a su lado, mientras que su amigo se asomaba por la parte trasera.
-No te preocupes, nosotros no mordemos-. Bromeo el Splixson entre risitas juguetonas.
La joven miro a su alrededor, y en efecto, la chica no tenía muchas opciones que digamos, así que con un profundo respiro, se acerco al alienígena de piel azulada, y se sentó a lado de él.
-¿Te quedaste dormida?-. Adivinó el alíen azul, mirando a la chica.
-Si...-. Respondió llena de pena-, estuve nerviosa toda la noche y no pude conciliar el sueño-. Se sinceró.
-¿Primer día de clases?-. Preguntó el chico de atrás- no te preocupes si lograste llegar al aereoautobús a tiempo, podrás con todo.
-No lo sé... -. Dijo la chica algo insegura-, esta es una de las universidades más exigentes del planeta. A duras penas pude pasar los exámenes de admisión.
-Oh, por favor -. Se burló el velocista, reposando sus pies en la parte delantera de su asiento -, los exámenes de admisión son pan comido.
-Eso si tienes una memoria acelerada como para adivinar todas las respuestas -. La Galvan se asomó en la parte trasera de su asiento -, no debes tomarte la universidad a la ligera, chico listo, debes trabajar duro por tu futuro.
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Heir 4: Libro 1
Hayran KurguHa pasado un tiempo desde que Ben Tennyson sacrifico su vida para salvar al universo, se volvió un héroe legendario. En el año 2120 las cosas han cambiado en la tierra, humanos y alienígenas convivían en una aparente armonía. Un día, una persona mis...