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Miro al espejo grande que cuelga en mi habitación. Por más que retroceda. No soy capaz de ver mi cuerpo entero. Mi habitación es demasiado pequeña.
Me he arreglado el pelo, una camisa blanca con unos pantalones azules y después unos tenis negros. Nada nuevo. Me he enfrentado al hecho de que está no es una buena idea en absoluto. En ocho horas tengo que estar levantada y preparándome para trabajar. Sabiendo lo mal que van las cosas en la tienda, me siento culpable. Como si no hubiera hecho suficiente. Por centésima vez me digo que no tengo que quedarme demasiado rato, tan solo presentarme allí y después marcharme.

Mi madre pasa junto a mi habitación, y después retrocede.

-Pense que ya te habrías ido.

-No, y no tengo que hacerlo si me necesitas.

-Luz, estoy bien. Y ahora vete de aquí. Estas genial.

Mientras paso las cinco calles hasta Owlclub, contempló lo que me rodea. El pueblo parece el escenario de una película del oeste. Todas las fachadas de las tiendas están hechas de revestimientos verticales o ladrillos rojos. Algunas tiendas tienen, incluso, puertas batientes estilo saloon. Las aceras son de adoquines. Lo único que faltan son los postes horizontales para atar a los caballos en frente de las tiendas. En lugar de eso, hay una calle ancha y plazas de aparcamiento en batería. El mar está a varias calles de distancia, pero en las noches tranquilas puedo oírlo, y siempre puedo olerlo. Respiro hondo.

A dos puertas de nuestra tienda de muñecas se encuentra el estudio de baile, y me sorprende ver que tiene todas las luces encendidas q estás horas de la noche.  Las ventanas están completamente abiertas, y en una noche tan oscura eso hace que todo en el interior este tan claro como la pantalla de un cine. Hay un chico dentro, probablemente de mi edad, bailando frente a una pared llena de espejos. Los movimientos exactos de su cuerpo demuestra que lleva años estudiando. Me pregunto porque algunas personas parecen nacer sabiendo lo que quieren hacer con su vida, mientras que otras, como yo, no tienen ni idea. Suelto un suspiro y continuo caminando hacia el local.

Esta noche, Owlclub está lleno de gente de la zona. Reconozco a algunos del instituto, así que asiento con la cabeza en señal de saludo. El escenario apenas podría llamarse así; es más bien una plataforma desgastada. La zona que hay a su alrededor está llenas de mesas desparejadas, y la barra se encuentra junto a una pared. Hay tanta gente que realmente me cuesta dar con Amelia.

-Hola -me saluda cuando la encuentro. Su pelo está más colorido está noche, y me siento más apagada a su lado.

-Hola. Hay mucha gente hoy.

-Lo se. Es genial. Debes de haber causado una buena impresión en Hunter, porque justo estaba preguntando si ibas a venir.

Asiente con la cabeza en dirección a una puerta que hay junto a un lado del escenario, donde supongo que se estarán preparando los del grupo.

-¿Tenemos que llamarlo así?

Todavía no he decidido cual es mi opinión sobre Hunter, pero debe de haber alguna, ya que de lo contrario no estaría aquí en lugar de haberme quedado durmiendo.

-Si, claro que sí, Luz

-¿Y como van las cosas con Lucia?

-Muy bien.

Amelia es extremadamente leal. Lucia tendría que hacer algo horrible de verdad  para que rompiera con ella a estas alturas. Aunque no creo que vaya a hacerlo. Lucia es bastante decente.

Vuelvo a mirar al escenario esperando a que lleguen sus ocupantes.

-Supongo que está noche te enamoraras locamente de ella, porque va a ponerse en plan estrella del rock contigo.

La distancia entre tú y yo | LUMITY | •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora